Capitulo 8 - un sueño de luz.

Después de un día lleno de actividades y de abastecerse en el supermercado, Lyra decidió tomarse un merecido descanso y disfrutar de una película en la comodidad de su sala de estar. Se acomodó en el sofá, envuelta en una manta suave, y seleccionó una película que despertara su interés.

Mientras la película comenzaba a reproducirse en la pantalla, Lyra se dejó llevar por la historia y se sumergió en un mundo de ficción. La trama la envolvía, transportándola a lugares lejanos y emociones intensas.

Sin embargo, el cansancio acumulado y la serenidad del entorno comenzaron a hacer efecto en Lyra. Poco a poco, su mente se adentraba en un estado de somnolencia, y sus ojos comenzaban a cerrarse lentamente.

En medio de ese estado de semiconsciencia, Lyra se dejó llevar por su sueño, y su mente creó un escenario mágico. Se encontraba nuevamente en la cima del faro, rodeada por la suave brisa marina y envuelta en una luz dorada y cálida.

Desde allí, podía ver el mar extenderse hasta el horizonte, con olas danzando en perfecta armonía. La luz del faro brillaba intensamente, guiándola en medio de la oscuridad. Era como si el faro fuera su protector, su guía constante en su viaje hacia la sanación y la felicidad.

Mientras Lyra contemplaba la escena con asombro, un sentimiento de paz y esperanza llenó su corazón. Se dio cuenta de que, al igual que el faro, ella también podía irradiar luz y superar cualquier oscuridad que hubiera experimentado en el pasado.

El sueño continuó, y Lyra se encontró caminando por el sendero que rodeaba el faro. Cada paso que daba la llenaba de confianza y certeza en su capacidad para construir una vida llena de amor y autenticidad.

Mientras se adentraba en su sueño, Lyra pudo sentir la energía y la vitalidad del lugar. Cada detalle del faro y su entorno cobraba vida en su mente, creando una experiencia onírica que se fusionaba con su propia historia.

El sueño la envolvió en una sensación de calma y renovación. Lyra se despertó en su sofá, sintiéndose envuelta por la magia del faro y la inspiración que le había transmitido. Aunque solo había sido un sueño, sabía que el mensaje era claro: ella tenía el poder de trascender sus experiencias pasadas y encontrar una vida llena de luz y amor.

Con una sonrisa en el rostro, Lyra se levantó del sofá y se dirigió a la ventana. Observó el resplandor del sol que se filtraba a través de las cortinas y sintió gratitud por el nuevo día que se abría ante ella.

El sueño con el faro le recordó que, incluso en los momentos de oscuridad, siempre había una chispa de luz y esperanza. Con renovada determinación, Lyra se prometió a sí misma seguir adelante, confiando en su propia fortaleza y sabiendo que su futuro estaba lleno de posibilidades.

El faro, tanto en su sueño como en la realidad, se convirtió en un símbolo de su viaje de sanación y transformación. A partir de ese momento, Lyra se comprometió a llevar consigo la luz del faro en su corazón, iluminando cada paso de su camino hacia la plenitud y la felicidad.