Capítulo 6

Ya había pasado una semana desde que regresé a la escuela y no he vuelto a ver a mi vecino.

Bueno no le devolví la sonrisa, no sé porque espero volverlo a ver.—pensé mientras veía por la ventana.

Era una noche muy lluviosa, el invierno estaba azotando fuerte, ni siquiera había podido subir a la terraza, las lluvias venían junto con fuertes vientos.

Había tenido una semana muy agotadora entre copiar clases y el enfado de mis padres. Me sentía tan sola en esa casa, mi hermana se iba con mi abuela todo el fin de semana y mis padres se pasaban todo el día trabajando, así que estaba completamente sola.

Desperté y no había nadie en casa como era de esperarse, decidí salir a correr por el vecindario, cuando lo vi y está con mi vecino.

Carlos es amigo de mi vecino.

¿Cómo un chico tan tierno y formal puede ser amigo de un patán como él?—pensé.

—Celina, pensé que estabas en un convento.—dijo Carlos en un tono burlón.

Mi vecino solo nos miraba sin entender que pasaba.

—Cállate.—susurré entre dientes.

—Mira Petter, está chica no es una mujer de verdad, ella no sabe cómo tratar a los hombres, le da miedo complacerlos.

—Tu no eres un hombre.—lo interrumpí.

—Soy demasiado hombre para una niña cómo tú.—dijo mientras me tomaba del antebrazo.

—Carlos déjala.—intervino mi vecino.

—Solo me hiciste perder el tiempo Celina, tres meses para nada, perdí el tiempo en cursilerías para nada.—me espetó.

Una lágrima rodó por mi mejilla, sus palabras me destrozan.

—Pensé que me querías.—susurré.

—No quiero a una niña, quiero a una mujer,—me respondió.—que esté dispuesta a complacerme como se debe.

—¡Te odio!—grité, el dolor no abandonaba mi pecho.—¡Te lo di todo! ¡Me metí en problemas por ti y estuve a punto de dejar la escuela! ¡Te odio!

—Y yo te odio por hacerme perder el tiempo niña tonta.—sus palabras seguían doliéndome.—¿Por qué no eres como Alexa?—preguntó en un tono de superioridad.

Mi vecino sorprendido le dijo:—¿Celina es la chica a la que engañaste con Alexa?

—Claro, necesitaba a una mujer de verdad.

Me fui a paso veloz de allí hacía mi casa, me encierro en mi cuarto a llorar.

Ni siquiera lo negó, el me engañó con la odiosa de Alexa y ahora mi vecino lo sabe todo, seré la burla de todos.—pensé mientras me quedaba dormida.