Desperté y está vez no fue por la alarma de mi celular, sino por el timbre de la puerta principal.
—¿Qué hacen aquí?—escuché a mí mamá preguntar con un tono irritante.
—Es necesario que hablemos.—responden, aún no sabía de quiénes se trataban.
Escuché como mi padre también se acercaba a la puerta y entre todos empezaban a discutir.No sabía exactamente porqué.
Dani entró corriendo a mí habitación.
—Celina, los padres de Petter están aquí.
Enseguida me puse alerta. Nerviosa traté de llamar a Petter pero su teléfono me daba apagado.
¡¿Qué rayos está pasando!?—pensé.
Corrí al pasillo para poder escuchar lo que hablaban, pero no entendía nada.
—Mantengan a su hija apartada de Petter. nosotros haremos lo mismo con nuestro hijo.—fue lo último que dijo el señor Carrera antes de marcharse.
—¡Celina!—gritó mi padre desde la sala.
—¡Buenos días!—bajé las escaleras como si no estuviera consciente del problemón en el que me había metido. Mis padres solo se miraron el uno al otro.
—¿Desde cuándo eres novia de ese niño?—preguntó mi madre.
—Hace unas semanas mamá.
—¿Con permiso de quién Celina?—preguntó mi padre.
—¿Por qué les molesta?—pregunté comenzando a alterarme.
—No estás en edad de tener novios, puedes cometer errores.—dijo, pero sabía que había algo más.
—Díganme la verdad.—exigí.—¿Qué sucede? ¿Qué pasa entre esa familia y nosotros? Mamá, papá, quiero saberlo.
Ellos guardaron silencio y se miraron como si tuvieran miedo de contarme la verdad.
—Ellos son malos.—fue la respuesta de mi madre mientras una lágrima corría por su mejilla.
—Se te hará tarde Celina, ve a cambiarte la ropa.—ordenó mi padre y yo asentí.
¿Qué habrá pasado? ¿Por qué mi madre dijo que ellos eran malos? ¿Le habrán echo daño a mi familia acaso?—miles de preguntas me abrumaban.
—Celi...Celina.—dijeron mis amigas sacándome de mis pensamientos.
—¿What's going on there?—preguntó la profesora de inglés.
—Nada, profesora.—respondemos.
—Then silence.—respondió.
¡Ash! ¿No puede hablar en español?—pensé, pero por suerte el timbre nos salvó.
—Celina llevas toda la mañana distante.—dijo Lilie.—¿Qué ocurre?
—Antes de salir de casa llegaron los padres de Petter y hablaron con los míos.
—¿Y tú mamá no te mató?—comentó Mary haciendo que sonriera.
—No lo sé chicas. Ellos discutieron pero no sé exactamente qué, lo último que dijeron es que nos iban a mantener alejados. Cuando le pregunté a mis padres, mamá dijo que esa familia era mala y comenzó a llorar.—dije confundiéndome más.—No se que esta ocurriendo.
—Wow.—respondieron las tres al mismos tiempo.
—¿Pero como se enteraron los padres de Petter?—preguntó Tere.
—Tampoco sé, no lo he podido localizar. Quizás no quiere más problemas y ya no quiere saber nada de mí.—dije soltando un fuerte suspiro.
—Tranquila, arreglarán las cosas.—intentaron consolarme.
Terminaron las clases y ví a Jorge en frente de la escuela.
Otra vez.—pensé.
Se acercó a mí, traté de ignorarlo y seguir mi camino. No quería más problemas de los que ya tenía.
—Celina, espera. Debo decirte algo sobre Petter.—inmediatamente me detuve.
—Dime...
—Pidió que te dijera que fueras a la heladería que queda cerca de su casa a las dos, allí te lo explicará todo.—informó Jorge para luego marcharse sin más.
Llegué a la heladería y efectivamente allí estaba.
—Preciosa.—saludó y yo sonreí.
—Explícame que está pasando.—le dije desesperada.
—Ayer les conté a mis padres sobre nosotros. Se pusieron como locos y me quitaron el celular. Esta mañana fueron a tu casa ¿cierto?—asentí.—Lo siento.—susurró.—Quería hacer las cosas bien pero no comprendo que es lo que sucede con nuestras familias. Mis padres se niegan a que esté contigo Celi.—dijo colocando sus manos en mi rostro.
—Yo también desconozco qué pasa Petter. Luego de que tu familia se fuera le pregunté a mamá y su respuesta fue que tu familia era mala y comenzó a llorar...no entiendo nada.—Petter me vio aún más confundido.
—Celina prométeme que pase lo que pase, o haya pasado, tú y yo seguiremos juntos.—dijo para luego besar mi frente.
—No nos separaremos vecino.—respondí y le di un beso como cierre a nuestra promesa.