Alara estaba mirando a su novio dormir mientras pensaba en lo que estaba pasando a su alrededor. Se giró para encontrar sus tesoros desperdigados por cada rincón de su habitación mientras sentía la respiración de Shin sobre su cabeza. Su vida era muy distinta a la de hace unos meses, cuando no sabía que su padawan estaba vivo. Shin dormía prácticamente desnudo, solo usaba su ajustada ropa interior. Alara se sentó sobre él mientras acariciaba su pecho pensando en cómo despertarlo, por alguna razón sintió que quería dormir como él, así que se quitó la calza completa que siempre usaba para dormir. Apenada por su desnudes, Alara notó que su novio se despertaba. Shin siempre la besaba con cariño.
“Hola…” Dijo sonrojada Alara. “Quería… sentir tu piel.” Agregó mientras se tiraba sobre él.
“Buenos días, preciosa…” Dijo sonriente Shin mientras acariciaba su desnuda espalda. “¿Esas son tus calzas?”
“Sí… quería…” Dijo avergonzada Alara mientras se escondía entre él y las sábanas.
“No te dejes presionar por esas mujeres, Alara…” Dijo sonriente Shin.
“Tú siempre duermes desnudo…” Dijo apenada mientras levantaba la mirada.
“Así soy yo, Alara… Está bien tener pudor.” Dijo sonriente Shin mientras recorría con cuidado su espalda. “No necesitas demostrarme nada.”
Alara tomó valor para sentarse mientras las sábanas caían para desnudarla.
“¿Quieres… ir a las termas conmigo?” Preguntó con su roja cara.
“Eres la criatura más hermosa de la galaxia, Alara.” Dijo sonriente Shin mientras la apretaba hacia él.
Alara nunca había tenido a Shin tan cerca de ella.
“Tus… amigas son más lindas…” Dijo apenada Alara mientras Shin besaba su cuello.
Alara nunca había sentido un beso como ese.
“Te amo, Alara…” Dijo sonriente mientras la levantaba con facilidad.
Alara no podía quitar los ojos de su novio, estaba trayendo una pequeña bandeja hacia ellos. Estaba envidiando su falta de pudor, ya que se paseaba desnudo como si fuera algo de todos los días.
“¿Qué pasa, preciosa?” Preguntó sonriente Shin. “Estoy intentando no mirarte demasiado…”
“Yo…” Dijo apenada Alara. “Envidio tu falta de pudor…” Agregó mientras se hundía en el agua.
Shin se sentó a su lado para apretarla hacia él, acariciando su costado con mucho cariño.
“Los siths no tienen pudor, Alara. Los espías tampoco… te sexualizan bastante en Inteligencia, ya que seducir es parte de cualquier misión…” Dijo pensante Shin. “Solo has lo que sientas correcto.”
Alara estaba fascinada con Shin, ya que a pesar de todo lo que había vivido todavía tenía tiempo para preocuparse por ella. Aunque lo más llamaba su atención era el hecho que hacía todo con amor.
“Yo quiero hacer esto…” Dijo apenada Alara. “Soy tu novia, deberías conocerme…”
Shin sonrió divertido mientras se sentaba detrás de ella para enjabonar su espalda.
“Gracias por quererme, Alara…” Dijo pensante. “¿Estás bien con esto?”
“Sí…” Dijo contenta Alara. “Me gusta mucho dormir contigo y me encantan tus caricias…” Agregó mientras se relajaba. “Yo sé qué hacías otras… cosas con tus novias, pero…”
“Tú eres mi única novia, Alara…” Interrumpió con prestancia Shin.
“Lo sé, pero…” Dijo apenada Alara. “Siento que soy una… niña enamorada y la verdad es que quiero ser tu mujer.” Terminó mientras se volteaba para mirarlo de frente.
Alara estaba sumamente sonrojada.
“No tienes nada de qué avergonzarte, Alara.” Dijo sonriente Shin mientras acariciaba su cara con mucho cariño.
“No sé…” Dijo apenada Alara. “Mirana y Artrisa tienen… más para darte.” Agregó sin poder mirarlo a los ojos.
“¿Por qué te sientes tan insegura?” Preguntó mientras enjabonaba su cuerpo con cuidado.
“No sé… todas quieren casarse contigo.” Dijo celosa Alara. “Y yo no puedo hacerte…”
“No tienes que hacer nada que no quieras, Alara.” Dijo sonriente Shin mientras la enjuagaba con cuidado.
“Es que si quiero…” Dijo apenada la jedi. “Te prometo que pronto vamos a hacer el amor.” Agregó mientras saltaba a sus brazos, tirando agua para todos lados. “Solo necesito acostumbrarme a esto.”
“No te…”
“Cierra la boca…” Dijo divertida Alara mientras lo apretaba con fuerza. “Siempre hueles tan bien…”
“Tú eres la que huele bien…” Dijo divertido Shin.
“Son tus jabones…” Dijo pensante Alara mientras lo miraba de cerca. “No sé cómo decirte esto, pero… me gustas mucho.”
Shin simplemente sonrió.
“Nunca me había fijado en esas cosas, pero… a veces siento que te miraba solo para… mirarte.” Agregó avergonzada.
“No hay nada de malo en eso Alara, yo sabía que era irresistible en esa época, incluso vestido de jedi.” Dijo jocoso Shin.
“Estúpido…” Gritó divertida Alara mientras lo empujaba bajo el agua.
Alara se dedicó a enjabonar a su novio.
“No me esperaba esto cuando vine a buscarte…” Dijo distraída. “Que seas mi… mío… Compartir la cama… salvar a tus amigas…”
Shin estaba cómodo bajo sus caricias.
“¿Qué viene ahora?” Preguntó con curiosidad mientras enjabonaba su cabeza con cuidado.
“No lo sé, estas visiones siguen allí y me gustaría traer a los Grises de vuelta.” Dijo despreocupado Shin. “La verdad es que estoy siguiendo mi corazón… Estoy siendo lo que quiero ser, no lo que debo o lo que alguien más quiere que sea…”
Alara no sabía cómo ayudarlo, así que simplemente lo abrazó con todas sus fuerzas.
“Tú puedes hacerme cambiar de opinión, Alara. Si quieres arrestarme, estoy aquí… Lo mismo si necesitas matarme.”
“¿Por qué siempre vuelves a eso?” Preguntó apenada Alara sin soltar a su novio.
“No quiero que se pudra tu corazón por mi culpa.” Dijo sonriente Shin.
“Solo tengo corazón porque te tengo a ti…” Dijo con cuidado Alara.
“Alara… eres una gran jedi porque siempre has tenido corazón.” Dijo sonriente Shin.
“Siempre dices lo mismo…” Dijo ofuscada la jedi.
“Simplemente es cierto, a ti siempre te ha importado tu familia…” Respondió pensante Shin.
“Tú eres mi familia, Shin…” Dijo mientras lo apretaba un poco más.
Shin se giró para hacerla sentar sobre él, Alara se sonrojó al instante, ya que no podía estar más cerca de él.
“Creo que ya tuviste demasiadas emociones por hoy…” Dijo divertido Shin para luego besarla.
Alara no sabía qué hacer con esos besos.
“Te amo, estúpido…” Dijo apenada Alara.
Alara siempre estaba encantada de ver a su novio pasear desnudo por las aguas termales.