Enemigos Con Beneficios

Capítulo 25: Lia.

5 de Enero de 2019.

 

 

Daniel.

 

 

Nathan y yo habíamos tenido una tradición de en las vacaciones reunirnos a jugar videojuegos pero en este periodo vacacional había sido imposible ya que él estaba tomando varios cursos para poder graduarse a tiempo. Así que aquí estábamos nosotros jugando en el último fin de semana de vacaciones. Si nos habíamos visto algunas veces pero no como antes.

No me puedo quejar, la ausencia de Nathan había sido la excusa perfecta para ver a Abigail durante casi todos los días. Pasar tiempo con ella y su familia era divertido, más cuando nadie me amenazaba de muerte o cosas así.

Me gusta estar con ella, aunque no tengamos una etiqueta o algo por el estilo, me gusta, me gusta, me gusta.

No sé si haya un siguiente paso o cosas así pero supongo que lo iré descubriendo, no hay prisa.

—Así que... ¿Lia tiene novio?—Nathan dijo apartándome de mis pensamientos.

No sé porque habíamos llegado a este tema, en realidad no había prestado atención a la conversación que habíamos mantenido en el juego, por un lado estaba pensando—por muy raro que suene—en Abigail y por otro lado estaba enfocado en ganarle.

¿Soy un mal amigo? ¡Claro que no!

Soy el mejor, Nathan debería apreciarme más. Todos quieren tener un amigo como Daniel Díaz, si que sí.

—Nop. Pero si intentas algo sus primos y Mateo te golpearán.

—Necesito una novia.

—¿Para qué te engañe?—me dio un golpe en el hombro.

¿Por qué a todos les gusta golpearme?

—Corrijo, necesito una buena novia.

—Mírame, estoy feliz soltero—y él comenzó a reír.

¿Qué era tan gracioso? Sé que yo soy gracioso pero esta vez no solté uno de mis geniales chistes.

—¿En serio esperas que crea eso?—me dijo.

—No sé a qué te refieres—dije y luego lo maté en el juego.

Oh no. No puede haberlo adivinado, es Nathan, no es bueno para estas cosas.

—Si lo sabes, tú y Abigail tienen algo—aventó el control a la cama.

—¿Algo? ¿Como una pared? Porque es lo único que quiero entre ella y yo.

Claro, una pared. Normalmente está hecha de látex y es más bien una barrera.

—Deja de ser idiota.

—¿Cómo lo supiste?—tal vez es mejor rendirse.

Si a estas alturas tal vez Clío ya sabía, ¿Por qué mi amigo no? Ya no le hacemos daño a nadie, ella y yo estamos solteros así que prácticamente somos libres de hacer lo que queremos. Y al menos yo si quiero estar con ella.

Siempre la has mirado como estúpido, ahora la miras como estúpido enamorado; sueles hablar de ella todo el tiempo—dijo—. Y lo supe por esa vez que la encontramos en el súper, empezaron a hablar en español creyendo que no entendería nada pero sí lo hice.

—¿Desde cuándo entiendes el idioma?—Nathan es malísimo hablando y entendiendo en español, lo sé porque eso me daba oportunidad de insultarlo sin que se diera cuenta.

Recuerdo esa vez que la encontramos, yo le dije algo de ir a su casa en la noche y ella dijo que sí solo si le llevaba un sándwich. Empiezo a creer que solo quiere verme por mis dotes culinarios.

Desde que pongo atención a mis clases de español—maldito—. Así que dime todo.

Le conté todo, claro que de manera no muy explícita porque no quería que imaginara a Abigail teniendo sexo.

Si bueno, los hombres a veces somos estúpidos y es muy fácil ponernos imágenes en la cabeza así que no gracias, mi amigo no puede imaginar a Abigail de esa manera. Además de que sería muy malo de mi parte describir todo lo que hago con mi no-novia, está en una línea de respeto que no quiero cruzar.

Y solo yo puedo imaginarme con Abigail de esa manera, ¿de acuerdo?

Estoy sorprendido, creía que la odiabas.

Analizándolo bien yo también estoy impactado.

¿Cómo demonios pasamos de no aguantarnos el uno al otro a convivir pacíficamente? Tal vez me hizo un amarre*.

Solía hacerlo, ahora es diferente.

¿La quieres?

¡No!—aunque creo que estoy en camino a eso.

 

 

6 de Enero de 2018.

 

 

Abigail.

 

 

Definitivamente hoy era uno de los días más tristes de mi vida, no solo porque mañana entrábamos a clases sino porque hoy mis primos, tíos y copia se irían.

Mi copia defectuosa, a la cual no vería hasta que entrara a la universidad.

En realidad me hacía mucha falta y el poco tiempo que estuve con ella me ayudó con mis crisis existenciales, claro que seguía enojada con ella por no contarme todas las cosas que hizo en los últimos meses pero le perdonaría todo cuando al fin estuviera con Mateo.

Tarde o temprano pasará, no se puede evitar.

Nos encontrábamos en la entrada del aeropuerto despidiéndonos de todos mis padres y yo.

—Te voy a extrañar muchísimo—la abracé.

—Pero puedes llamarme cuando tengas colapsos mentales—Lia no era la persona más afectiva del mundo pero sé que ella igual me extrañará. Tiene algunos actos y expresiones que se pueden remplazar por palabras cursis.

—Te llamaré cada hora entonces—las dos reímos porque sabemos que es cierto.

—Me despides de Daniel y ya estén juntos si no es mucho pedir—susurró y yo la golpee en el hombro.




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