Enemigos Naturales

Capitulo 1. Arte morado

Darian

-¿Darian me vas a seguir ignorando? -dice mi gemelo- ¡Eh! Darían. Ya te lo dije fue sólo un golpe, se confundieron de gemelo.

-¡Dominic, mira este ojo morado! -señalo mi cara- ¡Estamos en la escuela y tengo un maldito ojo morado!

-Somos licántropos no personas normales, dentro de una hora no vas a tener nada -levanta las manos- Pero las personas lo van a notar, así que te conviene ir a casa. No entiendo cómo es que nos pueden confundir.

Damos media vuelta y nos examinamos en el espejo del baño, ambos con pelo negro con el mismo corte de pelo osado, ojos verdes, piel blanca con algunas pecas en la nariz y de la misma altura.

-Dominic, decile a Zabdiel que esto no va quedar así -agarro la mochila del piso- Y no te metas.

¡Zabdiel es tan idiota! Ha crecido con Dominic como si fueran uña y mugre, no entiendo cómo es que todavía no sabe diferenciarnos. ¡Estúpido animal!

-Dari, él es mi mejor amigo. No le hagas nada ¿Sí? -paso a su lado golpeando su hombro, como respuesta él agarra la solapas de mi campera negra- Lo digo en serio Darian, no te atrevas a tocarle un pelo.

-¿Por qué tanto empeño en proteger a un humano? -agarro el cuello de su buzo gris- Responde, sabes que es en contra de las reglas de hermanos. Pero aún así lo superpones por encima de tu propio gemelo -lo empujo para que me suelte y lo hace- A diferencia de tu protegido yo no ando golpeando a cualquiera. Y ha diferencia tuya cuando me gusta alguien se lo digo, no persigo a la persona como su sombra por años.

-¿De qué hablas? -pregunta.

Sé que sabe perfectamente de que hablo, sólo sufre de enamoramiento. Se vuelve tan ingenuo cuando se enamora, es tan...tan insorportablemente tonto.

-Ya Dom, deja de fingir. Te gusta Zabdiel. DECILO-DE-UNA-VEZ -abre los ojos y juro que se le sonrojaron las mejillas- Nadie te van a rechazar porque seas gay, y si lo llegan a hacer sólo me tenes que decir y yo los mato.

-No soy gay y no me gusta Zabdiel. No hables boludeces o te dejo otro ojo morado -Sip, definitivamente le gusta- Anda a casa Darian, yo te cubro -me lanza las llaves de su auto- No le hagas nada Alberto o te mato -¿Quién le pone Alberto a su auto? Ahh si, mi hermano.

Salgo del baño y ato los cordones de mis zapatillas. Ya estoy preparado para empezar a correr, no me pueden pillar escapándome de la escuela si mamá se entera soy hombre muerto. He soportado el discurso de que no tengo que escaparme de la escuela durante años y ahora que estoy en último curso los sermones son más largos. 
Empiezo a correr con toda mi fuerza, con la mochila rebotando en mi espalda, justo cuando estoy a punto de llegar a la puerta escucho una voz.

-¡Alto ahí Darian! -dice una voz femenina- ¿Piensa escaparse señor?

-Sí, Susy. Quiero escapar ¿Por qué este ojo morado no lo explica? -tiro la mochila al piso y repaso su cuerpo. Lleva una camisa blanca metida para adentro de un shorts negro con delgadas lineas blancas y tacones negros- Déjeme decirle que hoy se ve esplendida.

La mujer de piel blanca y ojos grises, camina hasta quedar a centímetros de mí y levanta un poco la cabeza para verme a los ojos.

-Agradezco su cumplido, pero no coquetee conmigo -espeta demasiado seria- Soy mayor que usted y su profesora de arte, señor Darian.

-Susy, es más grande que yo por dos años, no me trate como a un niño. Y a propósito, no estoy coqueteando -agudizo los oídos para saber que tan próxima se encuentra la persona más cercana a nosotros, la más cercana es una niña que está en el aula del frente- No coqueteo con nadie, mi princesa es muy celosa -levanto la remera en la parte de mi abdomen- Mire lo que me hizo por sonreír a una a su vecina, cuando saca sus garras no hay quien la pare -muerdo mi labio y ella mira los tres rasguños que hay cerca de mi ombligo.

-¿Por qué no han sanado? -acerca su mano a mi abdomen, pero me alejo rápido para que no me toque- ¡Darian!

-Le dije que mi chica es celosa -arrugo el entrecejo y le sonrío- Susy -agarro su mano- No te preocupes es solo un rasguño. ¿Me hace masoquista el querer tener más rasguños como este? -dejo un mechón de pelo castaño detrás de su oreja.

-No -sonríe y examina mi ojo- ¿Qué le pasó a tu ojo?

-Nada, no importa. ¿Puedo quedarme con vos? No quiero volver a casa -ladeo la cabeza.

-Cariño, nadie puede ver tu ojo así o van a haber sospechas del porque sanaste en un par de horas. Ahora tengo que dar clases -hago un puchero- Ya no puedo escaparme del trabajo.

Aprieto su cuerpo contra el mio, su pecho presiona sobre mis costillas. Sus ojos amarilos con una delgada linea en el medio aparecen por una milésima de segundo y desparecen dejando el color gris de nuevo.

-En la escuela no... -acerco mi boca a la suya, mordisqueo su labio inferior- Estamos en la escue... -estampo mi boca sobre la suya, succiono el labio inferior pidiendo permiso para entrar. Susy separa los labios dejando todo a mi disposición, me agarra de la nuca y clava las uñas. El beso aumenta el ritmo, la intensidad es mayor y en el mejor momento....un pequeño ruido nos hace separar rápido.

-El entrenador Harry está a punto de doblar en la esquina -dice con dificultad apuntando a mi espalda- Perdón -mira sus garras de gato- a veces no puedo controlarlas.

-Mi chica además de ser celosa es salvaje y muy sexy -golpea mi hombro- ¿Escuchaste Susy? MI-CHICA-Y-DE-NADIE-MÁS. No me gusta que el entrenador te coquetee o que mire descaradamente tus piernas. No voy a decirte como vestir, tu cuerpo es hermoso y si deseas mostrarlo es tu derecho, pero por favor no uses shorts y termina con la enfermedad de ese hombre.

-¿Enfermedad? -me pregunta mientras saca el resto de su labial que hay en mi cara.

-Si, yo tuve los mismos síntomas este verano. Primero no pude dejarte de mirarte y después bueno, sólo sabía que te quería para mí -y todavía la quiero para mí, solamente para mí. No me gusta que ningún otro hombre la mire. y menos el vejestorio del entrenador Harry Jasper.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.