Engañados {Prólogo}
Lisa viajaba en el asiento trasero del Ford. Sus ojos humedecidos contemplaban el recorrido que atravesaban el monte de las cenizas, mientras sus padres adoptivos discutían por el estado incontrolable de la joven.
— ¡Se comporta como una infante! -Habla el hombre.
— Te escucharía si al menos...
— ¡¿Al menos qué?!
— Si tuvieras más comunicación con ella.
— Mujer, yo..., yo no quería esto para nuestro matrimonio. Quería una hija normal, no que avergonzada a mis padres en la fiesta.
— ¿Todavía crees esa patraña de que ha sido un error?
— ¡Fue un error y punto! -Levanta el tono el hombre y golpea el volante.
La pareja guardó silencio un largo rato. Al minuto la mujer vuelve a insistir:
— Fer... ¿Estás seguro que quieres regresarla en ese preciso sitio donde la encontramos?
— Allá la cuidarán mejor que vosotros. ¿Entiéndelo, Mar? No es apta para vivir en la familia, nosotros somos una familia decente.
— Fer, piénsalo...
— Ya lo pensé.
* * * *
El coche estacionó frente a las escalinatas del psiquiátrico.
La chica bajó con cuidado por el complejo de sus pies que suele tener a veces. Rodeó despacio el vehículo para encontrarse con la pareja que la esperaba con sonrisas fingidas.
Antes de llegar a ellos, Lisa voltea a ver qué otro coche llega a estacionarse.
Un joven baja de él, luego detrás de él una mujer alta de aspecto parecido.
Lisa baja tímidamente la mirada al cruzar visión con el chico que iba a subir las escalinatas. Al chico le llamó la atención, como si detectada algo en ella al a igual que un radar.
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Editado: 17.11.2020