Capítulo 01

Levante mi trasero de la cama en donde solo se me apetecía tener sueños infinitos. ¡Es que por dios! Esa era una cama esplendida, era tan suave y relajante que era imposible dejarla y más aún si se trataba de un Lunes por la mañana. Díganme, ¿a quién diablos le gustan los lunes? si los odian al igual que yo entonces sabrán de lo que hablo.

Bueno, para que se vayan enterando les diré que solo soy un tipo muy apuesto de 20 años cuyo trabajo es una florería mitad pastelería, y me encuentro soltero por el momento si es que gustan saberlo. Y bien, ¿alguien de ustedes quiere mi número? ¿No? Bueno, como ustedes gusten.

- hey Wilson ¿en dónde estás? –Llame a mi gato el cual no se ha aparecido a reclamarme que le dé de comer- pinche gato no tengo todo el día, ven rápido –dije algo molesto vaciando una lata de atún en su plato- supongo que esto es suficiente

“les informamos que el día de ayer alrededor de las 7:30 de la noche un chico de 16 años ha desaparecido, con él ya se suman a tres desaparecidos en estas dos últimas semanas. En caso de-”

- Wilson –apague la tv- tu comida ya está servida, anda ve a comer –me miro asustado antes de salir corriendo por su comida- ¡ya me voy, cuida la casa Wilson! –siempre hay que dejar a alguien encargado de la casa aunque no se tratase exactamente de un humano.

Perdonen por no haberles hablado de Wilson pero es que me encontraba tan concentrado quejándome de los lunes y de hablarles un poco de mí pero ahora mismo les cuento sobre él.

Wilson es más humano que yo y eso no quiere decir que soy un animal, nomás en la cama, pero en fin, estamos hablando de Wilson y no de mí. Oh, Wilson también es soltero por si deseaban saber y supongo que eso es todo. Continuemos.

Bueno, mientras trataba de sacarles una sonrisa, y no sé si lo haya logrado, me encuentro de camino a casa. Sí, ya termine de trabajar, que pronto ¿no? Lo sé, lo sé, ni ustedes mismos se lo creen.

- pobre diablo, seguro fue rechazado –en mi camino a casa suelo pasar por un parque y en este se encontraba un chico que diría yo, se encuentra triste- pero la vida continua –no es de mi incumbencia así que…

Haber, haber, haber, ya es la quinta vez que paso por el mismo parque y este chico sigue ahí ¿es que acaso fue rechazado y no lo puede superar aun? Digo, yo también fui rechazado e incluso abofeteado pero no recuerdo nunca haberme puesto de esa manera. Bueno, como suelen decir “cada quien es diferente”. Supongo que ese chico debió estar realmente enamorado, es algo a lo que le llaman “primer amor” ¿no? A decir verdad, nunca he experimentado ese sentimiento y no sé cómo se siente realmente pero bueno. Vamos a dialogar un poco con ese chico.

- ¡hey! –grite para que me escuchara y captar su atención lo cual no funciono- diablos, que demonios estoy haciendo –me reprendí a mí mismo mirando de nuevo hacia mi camino pero decidí por acercarme al chico ese- hey… ¿te encuentras bien? –pregunte al estar a una distancia corta obteniendo esta vez su atención aunque sentí escalofríos cuando me miro.

- si… estoy bien –tenía una expresión totalmente vacía, como decirlo… su rostro parece no tener vida.

- ya es tarde ¿no crees que deberías regresar a casa? –mire nervioso e impaciente a mi alrededor esperando a que dijera algo

- no tengo a donde regresar –dijo casi en susurro que pude escuchar claramente-

- ¿enserio? –Lo mire algo preocupado- ¿tuviste una pelea con tu familia? –Negó- entonces… ¿quieres venir conmigo? Está haciendo frío y te podrías congelar

- eres un extraño ¿sabes? –el niño tiene razón pero no es como si fuera algún pervertido

- bien, soy Christian pero puedes llamarme Chris, ahora ya no somos extraños –le sonreí-  y… ¿tú eres?

- ah… -me miro dudoso pero al final dejo salir suspiro- James  

- mucho gusto James y que dices ¿vienes conmigo? –insistí una vez más

- perdón pero no puedo –bajo su cabeza- de igual modo gracias por tu invitación –y dale con lo mismo, este chico realmente piensa en morirse de frío

- está bien pero por lo menos déjame darte esto –deshice mi bufanda enrollándola en su cuello- te quedaras de igual modo aquí mañana ¿no es así? –pregunte antes de irme y él solo asintió- vendré mañana a la misma hora –me despedí de espaldas regresando a mi camino

Es algo tímido pero me pregunto por qué se queda ahí, dijo que no podía regresar a casa y que no tuvo ninguna discusión con su familia así que es realmente desconcertante pero ya que mañana iré debería de llevarle un abrigo o algo.