No sé en qué momento me quede dormido pero cuando me vi siendo despertado por mi hermana él ya no estaba, me pregunto en qué momento se habrá ido. Tampoco sé cómo llegue a casa o si mi hermana fue buscarme pero se veía sumamente preocupada.
- ya has despertado –dejo salir un suspiro aliviada
- ¿Dónde está él…? ¿Cómo llegue aquí? –me incorpore de la cama sintiendo mi cabeza doler- duele…
- fui a buscarte y te encontré en aquel parque inconsciente y con la temperatura baja –me extendió una taza de café caliente- me costó hacer que recuperaras tu temperatura
- entiendo… gracias, ¿Cómo llegaste al parque?
- intuición –alzo a Wilson en brazos- ¿verdad que si? –Lo mimo un poco para después dejarlo en el piso- me iré por 2 o 3 tres días, saldré de madrugada y dejare algo de comida preparada solo debes calentarla ¿de acuerdo?
- si pero a ¿dónde iras? –pregunte bebiendo de mi café
- no lo sé, supongo que a donde me guie mi don –dijo sin importancia
- ¿a qué te refieres exactamente con don? –pregunte curioso
- te lo diré cuando llegue el momento –me sonrió- por ahora debes de descansar pero primero tomate todo el café que me costó hacerlo para ti
Reí en lo bajo y sin duda al final me lo acabe todo conciliando una vez más mi amado sueño. Aquel sueño ya no me lucia a una película antigua que vi, más bien a algo que parece un recuerdo. Sin embargo, duele, quisiera desaparecer ese dolor de mi pecho.
La primera vez que lo soñé era todo oscuro y solo podía escuchar voces, voces que lucían muy felices pero al final dolía. En este último era borroso pero distinguí a dos personas, una más baja que el otro pero ambos eran hombres, al final solo pude ver a una persona y aquel sentimiento regreso y con más fuerza. Quiero que termine, quiero que deje doler, quiero saber quiénes son esos dos.
- ¿Wilson? –Encontré a mi gato lamiendo mi cara- ¿Qué pasa? Nunca antes habías echo eso –acaricie su cabeza y este empezó a ronronear- que gato extraño eres
Al estar completamente despierto recordé lo que dijo mi hermana y busque la comida para calentarla. Wilson no comió su lata de atún, más bien me pidió que le sirviera de la comida que me habían dejado para calentar.
- esta es la segunda vez que llegas tarde –dijo con una sonrisa
- lo sé –me senté a su lado extendiéndole una pequeña bolsa- para ti
- y ¿en qué te entretuviste esta vez? –pregunto sacando el contenido de la bolsa
- en un pastel para ti –le sonreí- no estaba muy seguro de que podría gustarte
Por primera vez, aunque solo haya sido por unos segundos él se veía cálido y en lo profundo de esos ojos miel que se encontraban muertos se hayo un brillo, un brillo que por muy poco duro junto a una sonrisa enternecida.
- hey… ¿crees que podamos ir a algún lugar? –dijo sereno y con cierta suavidad en su voz
- por supuesto que sí. ¿A dónde te gustaría ir?
- a tu lugar favorito.
No hubo respuesta por mi parte más que solo una sonrisa. Sin embargo, hay un sentimiento en mí que me está empezando a resultar molesto.
Antes de la salida del sol salí en busca de James, el cual me esperaba en el parque. Le agradezco a mi jefa el que me haya dado un auto el día de mi cumpleaños.
El lugar al que lo lleve era tan tranquilo y relajante, era algo alejado de la ciudad pero era único y muy pocos conocían de él, es por eso que amo este lugar. No recuerdo el motivo del porque conozco este lugar pero me invade un sentimiento de añoro cada vez que vengo.
- hey… -se giró a verme- ¿lo recuerdas?
- no comprendo –lo mire desconcertado
- cuando estabas en secundaria o en la universidad –hizo una pausa bajando su cabeza- ¿lo recuerdas?
- no… no lo recuerdo –desvié la mirada- hace año y medio aproximadamente desperté en un hospital, donde me dijeron que había perdido los recuerdos de casi 8 años. Llegue a recordar pero las cosas que recordé fueron muy pocas, apenas y solo recordé mi grado y algunos momentos con mamá
- ya veo… -levanto su rostro con lentitud- ¿quieres jugar?
- bien –asentí- ¿de qué se trata?