- al fin has despertado –solloce al verlo abrir lentamente los ojos
- perdóname por hacerte esperar tanto –dijo con la voz ronca y una sonrisa en sus labios
- a partir de hoy estaremos juntos para siempre
Entrelazamos nuestras manos y nuestros anillos en nuestros dedos anulares marcaron un nuevo camino de nuestra unión y de nuestro amor. Con el pasar del tiempo fui recordando todo aquello que una vez fue borrado de mi memoria y por primera vez me sentía completo en el más digno de todos los amores.
No es una cliché historia de amor ni tampoco la más larga que pudo haber pero es como sucedio. Que el amor surge en menos de una semana, renace, que sin darnos cuenta caemos en nuestra propia mentira, y el que no sepamos diferenciar el amor trivial del amor eterno nos conlleva a dañar nuestro propio corazón y le gritamos a la vida que el amor es una mierda.
Para mí el amor eterno es cuando nos sentimos capaces de amar con el más puro sentimiento y lo más infinito de todo nuestro ser pero a la misma vez valorandonos a nosotros mismos.
El amor llega y también se va pero recuerda que regresa para acariciarte el corazón y avisarte que te has enamorado.
Durante los años siguientes viví en un lecho de amor junto a mi amado. Y durante las noches más cálidas nos entragamos nuestras humedades invadiendo de melodías nuestra habitación.