—No era necesario que vinieran conmigo— Lina miró a los 4 hombre que caminaban delante de ella, hace apenas unas horas habían aterrizado en las frías tierras de Alemania, el grupo caminaba rumbo al lugar de encuentro que el prometido de Lina y esta habían quedado.
—Es lo mínimo que podemos hacer, después de no hacer nada— dijo Ben al lado de Daniel.
—Hace mucho frío ¿Segura que no quieres otro abrigo?— preguntó Steven por cuarta vez, ellos estaban abrigados de la cabeza hasta los dedos de los pies y su amiga solo tenía ropa de frío, pero muy básica. Estaba sin guantes, sin gorro y sin bufanda.
—Ya te dije que no, estoy bien— respondió por cuarta vez a su amigo.
—Déjanos hablar con el primero mi Locria, antes de que vayas tú, puede que él te ame mucho y toda la cosa. Pero a ningún hombre le gusta ver a su mujer casarse con otro— Daniel se colocó a su lado.
—No sean paranoicos, yo puedo hacerlo sola, cuando lleguemos, les pido que mantengan la calma, mi novio, bueno ahora sera mi ex novio, es una persona importante y siempre lleva seguridad con él—
—¿Te metiste con un mafioso?— preguntó Manuel.
—No, que yo sepa— respondió Lina.
—Por lo menos debemos saber su nombre— comentó Daniel.
—Su nombre es David Klauas— Lina miró la hora de su reloj y adelantó el paso— Perdón chicos pero vamos algo tarde, todo va estar bien y mirenme los 4— miró a cada uno— Lo que pasó no es su culpa, no sabíamos que Colón nos engañaria o que me haría eso—
—Disculpa que interrumpa tu discurso, pero ¿Tu novio alemán es un hombre de casi dos metros, fornido, rubio y de ojos claros?— preguntó Ben con su vista fija detrás de ella.
—Si, pero como sabes eso— respondió Lina confundida, ella nunca le había mostrado fotos o hablado de la apariencia de David.
—Pues tu novio viene corriendo con cara de pocos amigos hacía nosotros— En esta ocasión fue Manuel que habló ocultándose tras la espalda de Lina.
—Con la cara que tiene ese hombre, vamos a salir todos muertos, ay señor y no viene solo—Lina se giró por las palabras de Steven, para ver a David cada vez más cerca y a su espalda 4 hombres que no logró identificar.
—Parece que se enteró que me case— los cuatro amigos de Lina abrieron los ojos— Está muy enojado, espérenme aquí—
—No señorita, no vas a ir sola a recibir a ese hombre hecho una furia—Daniel la tomó del brazo y la acercó a ellos— Déjalo que venga, ya suficiente culpa tenemos por lo que te paso, pero dejar que el te maté, no tendremos cara para ver a tu madre—explicó el moreno.
—¡Schatz! (¡Tesoro!)— gritó el alemán a varios metros de distancia, David se había detenido al ver la reacción de ellos por su llegada— Ven, por favor— podio suplicante desde donde estaba.
—¿Tu novio nos está mentando la madre?— preguntó Steven al no entender nada de Alemán.
—Steven por Dios, simplemente me está llamando, se dió cuenta de que tienen miedo y se detuvo— todos notaron como el hombre seguía fijo en el lugar donde estaba— Voy a estar bien chicos, ya vuelvo— Lina se apartó de sus amigos y se echó a correr, disminuyó el paso mientras más de acercaba.
Frente a él se desmoronó, verlo fue más que suficiente para que su pecho se apretara, sus piernas perdieron fuerza y terminó en el piso, sus manos ardían por el frío del pavimento en sus palmas, no tenía el valor de verlo a la cara, no podía hacerlo. Pero más miedo tenía al futuro que le esperaba con él hombre que se había casado, de solo recordarlo le daba asco, durante los últimos años se imaginó levantarse en los brazos del hombre que estaba de pie frente a ella no en los de Carlos. David al ver a su prometida tan destruida, se arrodilló, abrió su gabardina y la encerró en sus brazos, su cuerpo estaba frío, muy frío.
—No estoy enojado contigo— el marcado acento en aquella voz ronca a su lado la regreso a la realidad— Estas helada querida— besó frente, sus mejillas, orejas y cuello— Tu madre me llamó y me contó todo, lamentó que tengas pasar por esto, pero es muy valiente de tu parte sacrificarte por tus amigos y venir a verme— Apretó su cuerpo al suyo—
—Quería que mi primera vez fuera contigo— susurro Lina escondiendo su cara en el cálido pecho de David.
—No te preocupes por eso—
—Es mi culpa, debí aceptar casarme contigo cuando me pediste hacerlo el año pasado— Lina apretó entre sus dedos la tela del abrigo que tenía en sus manos.
—Mirame— tomó su rostro entre sus manos y lo dejo a su altura— Él no merece que estás lágrimas corran por estas mejillas— se acercó a su cara dejando besos en el caminó que sus lágrimas habían dejado, una mejilla y luego la otra, beso su nariz varias veces, ambos sonrieron— Eres fuerte, solo será un año, no importa el método que debas recurrir para sobrevivir, hazlo y si es la voluntad de Dios que regreses a mis brazos lo harás y creeme que te haré olvidar cualquier pesadilla— rozó sus labio inferior con el suyo, una vez, luego otra hasta completar la unión de sus labios en un beso cargado de todos sus sentimientos. Se abrazaron con fuerza sin separar sus labios, a la vista de los guardias y los amigos de Lina.
—Ver esto da pena—murmuró Daniel— Pensar que esto es una despedida, me hace sentir mal— todos asistieron desviando la mirada.
Editado: 21.02.2025