Enlace Temporal: Una Historia Que Nunca Debió Existir

Capítulo 16

Años atrás…

—Se quedó dormida— pensó al ver a su compañera de clases descansando en el asiento del copiloto— Se ve bastante cansada, faltan varias horas para nuestra clase— susurró.

—Carlos— ese pequeño susurró casi inaudible fue captado por los oídos del mencionado.

—Oh Lina habla dormida— dijo Carlos divertido.

—Te quiero — esas palabras sorprendieron al joven hombre, por poco lanza su teléfono por la ventana al escuchar esas palabras— Pero tienes novia, que desperdició— Lina giró su cabeza en dirección a la de Carlos y no volvió a hablar.

—Solo uno— se dijo en voz alta— No lo hagas Colón, si lo haces no habrá vuelta atrás— se repetía una y una vez— Uno y ya—susurró acercándose al rostro femenino.

Con su mano derecha presionó los botones del lado de su puerta para cerrar todas las ventanas de Pandora y tener la privacidad que necesitaba, lejos de la vista de los curiosos. Con su mano libre tomó un mechón de su cabello y lo acercó a su rostro para apreciar su dulce aroma, cada inhalación lo tenía loco, liberó el suave mechón para acariciar con el dorso de su mano su rostro, tibio y suave al tacto. El silencio dentro era agradable, parecía un maniático acariciando a una mujer mientras dormía, abusando de su confianza casi a la vista de la gente, estando con otra persona como corona del pastel.

Con cuidado se acercó más, acunando entré sus manos el rostro de Lina, cuando su aliento cosquilleo sus labios, los unió a los ajenos en un beso lento y profundo, se apartó en espera de ver los ojos cafés de Lina mirarlo con sorpresa, pero estos estaban cubiertos aún por sus párpados, sin poder evitarlos repitió la misma acción otra vez, pero unos segundos después se apartó acomodando a su compañera en el asiento, se acomodó en su lugar y con su mano cubrió su boca y con la otra abrió todas las ventanas, estaba en shock, si no se hubiera detenido habría cometido una reverenda estupidez más grande de la que había cometido. Ese comportamiento tan osado no era lo suyo, nunca le había pasado eso con ninguna mujer hasta ahora.

—¡El trabajo!— gritó Lina despertando unos minutos después , aumentando el miedo que circulaba por el cuerpo de Carlos— Que pena contigo, mira que confianzas me tomó, gracias pero debo irme, olvidé encuadrar el trabajo que tengo después de la clase de gerencia— con rapidez abrió la puerta y con su mochila al hombro salió de Pandora, cerrando la puerta— Adiós— sacó de su bolsillo un caramelo y se los lanzó a su compañero antes de irse.

—¿Qué acabas de hacer Carlo?— miró con detalle el pequeño caramelo ácido de goma.

En la actualidad…

—Vaya manera de despertar— susurró cubriendo con sus brazos su rostro. Hace años que ese recuerdo lo había dado casi por perdido y justo ahora aparecía otra vez— Ahora que me doy cuenta le dije a Nicole que la ama sin sentirlo— pensó detenidamente apartando sus extremidades de su cara.

—Estás despierto— dijo Lina desde el piso, había escuchado el movimiento de la cama desde el piso.

—Más o menos— dijo en respuesta Carlos mirando techo, se deslizó hasta el borde el otro extremo de la cama, miró al piso donde Lina le daba la espalda acotada. Bajo a la manta y colocó detrás de ella.

—¿Qué haces?— Preguntó Lina al sentir el cuerpo de Carlos cerca de ella, intentó alejarse, pero la retuvo con sus brazos

—Hablas de esto— aferró con fuerza el cuerpo de su esposa con el suyo— Relájate—susurró en oído, escondiendo su cara en su cuello— Amiga ya le dije que se relaje, aunque te mueras no te voy a soltar, hueles muy bien— susurró, pegandose más.

—Suéltame— pidió con calma, aún se sentía algo débil por su crisis alérgica, pero estaba nerviosa, la nariz de Carlos recorría su cuello y sus manos se movían por sus brazos— Por favor— le suplicó.

—Dame unos segundos— susurró— Hace unos años me dijiste que me querías ¿Me permitirías tener una vida contigo?— preguntó apretando más el abrazó.

—Mientras dure este matrimonio Colón— respondió Lina.

—Antes que acabé este año— su mano se movió al vientre de Lina y comenzó a bajar, esta lo detuvo— Haré que tu cuerpo y cerebro me vean como una droga que necesite cada día de tu existencia— dijo Carlos apartándose.

—En ese caso no quiero, las drogas son malas— Lina se levantó de las mantas y marcó distancia.

—Desde hace un tiempo te has vuelto muy aguafiestas ¿Empacaste trajes de baño?—preguntó Carlos.

— Si.

—No es una playa, pero esta pequeña finca tiene un lago muy bonito, aún es temprano, qué te parece si vamos antes que aumente más el calor—

—¿Qué haremos tú y yo en un lago a las 7 am?— preguntó Lina señalando la hora en su teléfono.

—Flotar como peso muerto y liberar la tensión, recuerdo que una vez me dijiste algo parecido— dijo Carlos.

—Esta bien— Carlos sonrió — En 25 minutos salgo, puedes ir preparando para llevar, en unas horas tendrás hambre y no te vas ni aguantar— dijo Lina tomando sus cosas para ir al baño.

—Lo haré con una condición—

—¿Cuál?—preguntó.

— Que vistas un traje de baño coqueto y sexi— respondió Carlos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.