Tras la cena cada uno de los presentes fue a su respectiva habitación a descansar, Lina se había bañado y vestido rápido, se tiró en la cama de inmediato, su cuerpo le pedía descansó, miró a su esposo sentado sobre la mesa de noche del otro lado con su celular, estaba en pijama con el pelo recogido en una coleta baja, al parecer lo que sea que veía lo tenía muy alejado de la realidad.
—Iré a ver a mi hermana— dijo Lina.
—No tengo problema— dijo Carlos relajado, ya solo recordó como si fuera la primera vez ese día.
Su graduación llegó bastante rápido, faltaba poco para llamar a los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la salud a recibir su diploma, sus compañeras limpiaban con disimulo sus lágrimas, por su parte Carlos solo esperaba el momento de tomar su título y largarse a su casa o donde su familia lo arrastrará para celebrar. Sus amigas en compañía de su novia lo esperaban en el área destinada para familiares al lado de sus padres, hermanos, sobrina y cuñada. No negaría que estaba feliz, pero no se sentía cómodo, desde hace un largó tiempo buscaba con la mirada a alguien en especial, miró por los alrededores y nada de ella.
—Greisy ¿Dónde está Lina?— preguntó Carlos a su compañera fingiendo desinterés.
—Hablando de ella, aquí viene— dijo Greisy, la mencionada bajaba con cuidado los escalones del salón del brazo de uno de sus maestros, ataviada en un ajustado vestido largo de color negro, zapatos de tacón alto de color plateado, los cuales sobresalian con cada pasó que daba.
—Dios mío—susurró Nathali— No puedo creer que esa mujer sea la que estudiaba con nosotros— todos asintieron ante la realidad de las palabras de su compañera.
—Hola— saludó Lina al verlos— Nos vemos luego— siguió su caminó hasta su asiento.
—Parece que no fuimos las únicas sorprendidas— dijo Greisy al notar la cara de confusión de Carlos.
— Maldita—pensó con el corazón a punto de salir de su pecho, verla en ese vestido tan elegante y cambiada lo aceleró al punto de sentarse de la emoción— Piensa en tu novia—se repetía constantemente en su cabeza.
—Ahora anunciaremos a los estudiantes con los méritos académicos en la Facultad de Ciencias de la Salud— la voz de la maestra de ceremonias se escuchó por los parlantes, pasaron unos largos minutos hasta que llegó su carrera.
Pasmada desde su silla se levantó sin creer lo que estaba pasando, Lina subió al escenario para recibir su diploma en compañía de las demás compañeras de carrera. Bajaron con su diploma en las manos y medallas en sus cuellos, después que el estudiante de mayor índice de toda la Universidad, la velada siguió hasta que el último estudiante recibió su título. Todos fuera del salón se tomaban fotos, charlaban o simplemente se habían retirado.
—Hola Lina— saludó Carlos tras esperar que su compañera fuera liberada por algunos maestros que no dejaban de felicitarla.
—Hola Carlos— respondió Lina de la misma manera.
—Felicidades.
—Gracias y felicidades para ti también— dijo Lina.
—¿Tienes un momento?—preguntó Carlos.
—Vamos— ambos emprendieron la marcha en dirección a la piscina de la Universidad— Toma— le extendió una caja de terciopelo cuadrada— Es un regaló por la graduación—
—No debiste molestarte— tomó la pequeña caja en sus manos y la abrió. En el interior el objeto que había era un anillo, muy parecido al que Carlos portaba en sus manos— No puedo aceptarlo.—cerró la pequeña tapa y extendió el regaló a su dueño.
—¿Por qué? ¿No te gustó?—preguntó preocupado.
—Nada de eso, el anillo esta muy bonito, pero no considero correcto este regaló que se nota que es costo y además no es correcto que le hagas a una compañera un regaló como este—respondió Lina.
—Puedes sentarte estás muy alta— pidió Carlos señalando la banqueta unos pocos pasos— Digamos que estoy pagando una deuda— señaló el anillo en su mano.
—No me había fijado que lo tenías puesto— sin darse cuenta tomó la mano de Carlos y la acercó a su rostro— En verdad no era necesario, además el mensaje de la caja era muy claro, con todos los brownies que te debía y que nunca envié, con esto lo pagaba todo— soltó la mano y levantó la mirada— Se siente raro hablarte desde esta altura—
—Este anillo no vale— se detuvo para pensar cuántos set de brownies le debían— Sin mencionar la malteada de esa vez cuando me dejaste esperando por horas en el metro— Lina sonrió por el recuerdo.
—Ya me disculpe por eso Carlos y el que no ha querido saldar la malteada has sido tú. Después que salgamos de aquí quien nos dice que volveremos a vernos, yo seguiré con mi carrera de medicina, y tú con el negocio de la familia. Esto es un regaló de despedida— dijo Lina.
—No quiero despedirme, no aún— se inclinó buscando cercanía con el rostro femenino— Permítame su mano de preferencia la izquierda señorita— Lina levantó su mano, Carlos buscó en sus bolsillos la pequeña caja de donde sacó el anillo, colocándolo en el dedo anular— Sabes que soy un loco con estos accesorios, esto no es solo una deuda, yo siento muchas cosas por ti, por alguna extraña razón no te veo como una amiga, este anillo es símbolo de los sentimientos que tengo por ti, son unas emociones muy bonita por así decirlo, solo quería que estés enterada, en verdad no sería justo pedirte tener una relación cuando aún estoy comprometido con alguien, ¿Podríamos en el futuro intentarlo?— dijo Carlos estrechando entre sus manos la mano femenina donde descansa el anillo.
Editado: 05.05.2025