— ¿Qué pasa?—preguntó Lina notando el tumulto de personas en la entrada de la oficina del encargado de enseñanza.
—Llegó un nuevo rotante de cirugía—respondió Lorena— Es un bizcocho— todas las mujeres la secundaron— Que este casada no significa que no pueda apreciar la belleza— explicó la doctora al ver la cara de su colega.
—Otro alborotador— bostezo— Vamos chicos a trabajar— comenzó a dispersar a las personas.
—Justo pensaba llamarla Contreras—el encargado de enseñanza salió de la oficina y notó a casi todo su personal— ¿Qué pasa?— preguntó.
—Trajo carne fresca para todas estas mujeres— susurró Lina.
—Nada, solo queríamos conocer al nuevo compañero— dijo uno de los médicos al fondo.
—En ese caso les presentó al Doctor Gregorio Hernández, es nuestro nuevo rotante de Cirugía, estará rotando por nuestro hospital una temporada— se apartó para permitirle el paso.
—¿Qué te pasó?—preguntó Lina acercándose al ver un hematoma en su mejilla.
—Te cuento luego— murmuró inclinándose— Espero que nos llevemos bien, es un placer, no se preocupen por mi cara fue un pequeño accidente, soy más feo— bromeó guiñando un ojo.
—Déjame sacarte de aquí, antes que Nicole se quede sin prometido— miró al encargado— Yo me encargó de él, ambos fuimos compañeros en la Universidad y pasantía— explicó la doctora ante las miradas asesinas de sus compañeras.
—Corra antes que la maten—expresó el Doctor al ver la cara de sus empleadas.
—Es momento de mostrarte el lugar donde serás explotado con tu consentimiento ¿Pasa algo?— preguntó al ver a su amigo tomar su mano y detener la marcha que tenían.
—Te notó diferente— comentó Gregorio analizando a su compañera— Parece que a Colón se le dio el milagro —miró el anillo en la mano izquierda, esa alianza de color negro y dorado, la cual es muy llamativa— ¿Eso es un chupón comadre?— Lina colocó una mano en su cuello— ¿Estas Bien?—preguntó preocupado.
—¿Se nota mucho?— preguntó Lina.
—Un poco, me estás asustando— Lina suspiró y alejó su mano—Tienes cara horrible ¿Te lastimó?— preguntó aprovechando que no había nadie a la vista.
—Desde el día que me case con él— Gregorio le tocó el hombro y ella se apartó— Por favor no me toques— le pidió— Estoy bien, solo quiero salir de esa casa, mi abogado y mi mamá están trabajando rápido con mi divorcio, Gregorio dile a Nicole que la libre de algo muy desagradable— se miró las manos temblorosas— Solo debo aguantar un poco más— se giró y comenzó a caminar— Muévete— lo miró a unos metros— Llegaremos tarde— le sonrió.
— Sal de esa casa— se acercó— Vete fuera del país, alejate de Carlos, no es seguro— dijo Gregorio.
— No puedo, debo quedarme con él hasta que salga mi maldito divorcio, mi mamá dijo que tendrá todo listo en 2 meses, de eso llevamos un mes, por lo menos ya no está buscando tanto, era un calvario tener que acostarme con él casi a diario, no hablemos más del tema, sigamos— dijo Lina.
—Esta bien— dijo Gregorio.
— Me enteré de tu secreto— dijo Lina para eliminar el ambiente tenso de hace unos minutos.
—¿Qué secreto?— preguntó dudoso.
—El de Nicole, vi en su expediente que está cocinando un mini humano hermoso en su útero— respondió Lina.
—Ay si, estoy muy contento— dijo Gregorio abriendo la puerta que había frente a ellos.
—Felicidades Gregorio— Lina sonrió entusiasmada.
—Gracias y para que lo sepas, me estoy muriendo de miedo, en 5 meses tendré a mi bebé conmigo, lo veré pronto en su próxima cita— comentó Gregorio.
—Me alegró por ustedes y les deseó lo mejor a ambos—
—Pronto estarás libre Lina, solo aguanta un poco más, agradezco mucho tus deseos hacía nosotros. Sabes me pican las manos por entrar a un quirófano contigo— dijo Gregorio.
—Somos dos—
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—Cariño, nuestro hijo esta tarareando— los padres de Carlos miraban a su hijo con rareza— Ese muchacho no se comporta así—expresó el señor Manuel.
—Es un hombre recién casado Colón, además no deja de mirar el nuevo anillo que lleva, de seguro pasó algo interesante entre él y Lina— dijo la señora Perla.
—¿Pasa algo?—preguntó Carlos al ver que sus padres lo miraban como si fuera una obra de arte o un bicho raro.
—Nada hijo, simplemente liberas felicidad por cada poro de tu cuerpo y que tu nueva adquisición— señalaron el anillo— Es muy interesante, no me digas que seremos abuelos—dijo la señora Perla.
—Lo siento madre, aún no, pero estamos trabajando para ello— dijo sonriendo, esperaba que pronto ocurriera.
—Eso es bueno, te dejo a cargo llevaré a su bella madre a comprar unas cosas— dijo el señor Manuel levantándose de su silla, seguida de su esposa.
—Que les vaya bien —
—Por fin te encuentro—Richard apareció con Charlotte en un cargador en su pecho, Camila de una mano y en la otra una maleta junto a un bolso de bebé— Manuel y mamá dijeron que no podían quedarse con las niñas, así que como el único adulto responsable de mis dos hermanos, por este fin se semana serás tío/ padre de estas dos bellezas— Camila tomó la mano de su tío, Richard dejó en el brazo libre a su hija menor— Gracias y te amo por esto—el mayor salió casi corriendo del negocio sin darle tiempo a su hermano a negarse.
Editado: 05.05.2025