—¿Todo en orden?— preguntó Carlos a su pensativa esposa. Desde hace un tiempo la notaba muy extraña, pero el día hoy se notaba más acentuado— ¿Quieres hablarlo?— insistió.
— No pasa nada, solo son cosas del trabajo— le respondió con una sonrisa a medias— ¿Qué quieres de cenar?— recogió sus cosas de la mesa y las guardó en su mochila, había decidido estudiar durante la tarde aprovechando que no tenía pendientes.
—A ti— le respondió con una sonrisa, Lina solo cerró los ojos un momento, contó hasta 10 y simplemente se quedó mirándolo.
— No estoy en el menú esta noche, pide algo que se pueda hacer en la estufa— le pidió.
—Fritos de plátano maduro con queso y carne del mediodía— le dijo— Muñeca ¿Estas bien de salud?— lanzó la pregunta.
—Estoy bien, porque la pregunta—
—Veo que has perdido peso, además desde el mes pasado tus náuseas no han parado y vi en tu baño los paquetes de tus toallas intactas, ya van 3 meses— dijo Carlos.
—Estoy bien, voy a hacer tu cena— Lina fingió no escuchar lo que había dicho.
—¿Estamos embarazados?— preguntó Carlos con una sonrisa, esa cara de felicidad, le dio escalofríos.
—No— respondió rápidamente— Recuerda que tengo un DIU, mis malestares se deben a otra cosa, sobre mis toallas compre para varios meses y que sea la última vez que entres a humear a mis espacios— dijo Lina.
—Bueno, si es así— se levantó y se acercó a ella— Yo llevaré esto— le quitó la mochila— Después de cenar, te quiero en mi habitación, sin nada puesto— Lina no respondió— ¿Todo claro?—
—No estoy sorda, ya te dije que no estoy en el menu esta noche—
—Por tu menstruación no es, ya son tres meses sin verla, así que no puedes utilizarla de tapadera, inventate algo mejor— dijo Carlos.
—Simplemente no quiero, eso es todo, por favor, solo por hoy no— dijo Lina.
—Está bien, voy a salir un momento, deberías considerar hacerte una prueba de embarazo, leí que los DIU pueden moverse— Carlos se fue de la sala con la mochila de su esposa al hombro.
—Y salirse cuando alguien los saca— susurró girando hacía la cocina— Manos a la obra— comenzó a preparar la cena, verificó que en su bolsillo estaba el pequeño frasco que tenía días en su poder.
Al escuchar la puerta principal cerrarse, apagó todo y se encerró en su baño con seguro, sacó el contenido de su bolsillo, el frasco que contenía medicamentos. Hace unos días descubrió que efectivamente estaba embarazada y que no tenía su DIU, aún no entendía como se había salido o quien se lo había sacado, sospechaba de Carlos, dado su insistencia a no utilizar preservativos en sus encuentros, sin dejar de lado su interés de si menstruaba o no, con el comentario de hace un momento estaba casi segura, pero sin pruebas no podía acusarlo, con la vista perdida en el espejo recordó con lujo de detalles su descubrimiento hace dos semanas.
Las horas no pasaban dentro del consultorio, con una prueba de embarazo positiva en sus manos, le rogó a su doctora verla de una vez, estaba en shock, lo que más temía se había cumplido, tener un hijo de él, llevaba en sus entrañas la descendencia de su verdugo, la vida era muy jodida para ella ser el 0.1% de falló de unos de los métodos anticonceptivos más seguros.
— Ya estoy aquí— dijo la Doctora Ogando entrando al consultorio apresuradamente— En verdad, me sorprendió tu mensaje, en tu revisión hace unos meses, todo estaba bien— cerró la puerta con seguro, dejó sus cosas en el escritorio y sacó una bata desechable de uno de los cajones— Cambiate y vamos revisarte— Lina asintió tomando la prenda azul.
— Ya estoy lista— Lina salió unos minutos después ya cambiada.
—Sube— señaló la mesa de examinación, Lina obedeció, se recostó boca arriba. La Doctora apagó las luces, solo las iluminaba la pantalla del monitor del equipo de ecografía— Puedes separar un poco las piernas— movió sus extremidades, luego sintió algo entrar en su interior, respiro algo pesado e intentó relajarse— Lo siento, esto nunca es cómodo, déjame buscar, mira— Ogando giró la pantalla— Efectivamente estás embarazada, el DIU debería verse y no lo encuentro ¿Segura que no te lo retiraste?— le preguntó.
— Ya te dije que no, quería evitar un embarazo, demonios- miró la pantalla detenidamente, hasta que noto dos estructuras—¿Eso son dos sacos?— señaló ambos puntos en el monitor— Saca el transductor—le pidió Lina, intentando pararse de la mesa, tenía que salir del consultorio, a sus pulmones no estaba llegando aire y sentía como todo hacía más pequeño a punto de aplastarla.
—Lina mirame— la llamó al verla respirar muy rápido, en su rostro se notaba la desesperación de querer salir corriendo— Debes calmarte— le acarició el muslo—Aún no termino, se que no te sientes bien, pero estás segura conmigo, solo centrate en mi, no mires la pantalla, debo tomar las medidas y escucharlos— le dijo la Doctora.
—Hazlo rápido— giró el rostro en dirección a la pared, más calmada— Lo mataré si tuvo algo que ver— susurró molesta— No quería esto con él, para rematar dos, que maldito asco— el sonido de unos latidos la trajeron a la realidad.
— Es el primer bebé— le dijo la Doctora— Ahora el segundo— Lina giró la cabeza a la pantalla— Están bien y cumplen con la edad gestacional, están de aproximadamente 9.6 semanas, ya puedes cambiarte— retiró el transductor de su interior, tomó las imágenes del equipo, encendió las luces y fue al otro lado— Te espero aquí—
Editado: 05.05.2025