Capítulo 39

Un año antes...

En otra parte del mundo, la familia Klauss pasaba por una crisis, hace unas semanas Lina Contreras había estado con ellos, acompañada con malas noticias, a partir de ese día las cosas no fueron como antes, David Klauss vivía melancólico por cada rincón de su hogar, pensando porque no insistió o simplemente viajar unos meses antes en busca de Lina. Ahora ella estaba casada y no podía estar con él, por unas tontas cláusulas que no logró romper de manera legal, cuando por fin tenía la determinación de hacer su vida con una mujer que valía la pena, pasa este suceso, el recuerdo de su única noche juntos era su consuelo en la oscuridad de su habitación cuando no podía dormir.

Pero las cosas no habían salido como esperaba, lo peor fue darle junto a ella la notícia a sus hijos, explicarle porque Lina no viviría con ellos, Duncan se retiró a su habitación a llorar en silencio y los mellizos pataleaban mientras le rogaban que se quedara. Dhakota llegó semanas después que Lina regresará a Santo Domingo para intentar ayudar, pero fue inútil, sus hijos no le hablaban y culpaban a él, era su culpa que la mujer que querían como su madre los dejara.

En su tristeza apenas comía, solo trabajaba y dormía, hasta que terminó en cama enfermo, la situación asustó tanto a su cuñada que no dudo en llamar a su esposo, Vladímir Klauss, a los pocos días el hermano rebelde y de peor carácter regreso, luego de unos años fuera de la casa familiar. Ver a su hermano menor lo animó lo suficiente para salir de la cama, comer algo más y no pensar en su desgracia. Ambos hombres se encontraban sentados en el salón con una taza de chocolate en sus manos.

—Dhakota me comentó que Lina estuvo aquí— Vladímir rompió el silencio— Y que los niños no te quieren ni hablar—

—Así es— tomó un sorbo de su bebida marrón— Lina y yo hablamos con ellos, pero los niños piensan, que no la quiero— explicó David.

—¿Amas a esa mujer?— preguntó Vladímir seriamente mirando con sus brillantes ojos azules los verdes de su hermano.

—Si, como no te lo imaginas, nunca había sentido nada así por nadie— respondió—¿Qué piensas hacer?— preguntó curioso.

—Yo nada— tomó la carpeta con los datos del causante de las desgracias de su hermano— Por un demonio, Lina se casó con Carlitos— miró las fotos y leyó el informé resumido sobre Carlos Colón su hermano de parte de madre— Que nuevo método para obligar a alguien a casarse— le extendió la hoja con la foto y datos del oficial del estado civil — Odio a esta situación— susurró haciendo en su puño una pelota una de las fotos de Carlos— Maldito mocoso orgulloso—

—Gracias a Díos que no te pareces a él, ahora con este aspecto, porque las ganas de matarlo no me faltan Vladímir y lo sabes— el aspecto de Vladímir era muy excéntrico, cabello extremadamente largo hasta la cadera siempre recogido en una coleta, una tupida barba bien tratada, en sus orejas se visualizaban varios piercings junto a su emblema, debajo de su abrigo de mangas largas se escondía sus tatuajes— Dejemos ese tema a un lado por ahora, pregunta ¿Algún tatuaje nuevo?—preguntó sabiendo la respuesta, hace unos buenos años se llevó la sorpresa de que su hermano menor con tan solo 19 años se había tatuado desde su pectoral hasta su muñeca en el lado derecho de su cuerpo.

—Si— respondió quitándose su abrigo junto a la camiseta que tenía debajo, los ojos verdes de David miraron extrañado el costado derecho de Vladímir, lirios de varios colores y un hada de espaldas en el centró— ¿Qué te parece?— preguntó sonriendo a espera de la reacción de su hermano.

—Para alguien como tu, es muy cursi, esperaba algo más tétrico como los dragones de tu brazo y hombro derecho— respondió David mirando más de cerca, notando un pequeño detalle en el hada—Te tatuaste a Dhakota— Vladímir negó con la cabeza.

—No digas tonterías, desde un principio quería tatuarme unos lirios, después de todo son el emblema de nuestra familia y digamos que el fotógrafo se lucío se lució con las fotos de nuestra boda, a pesar que fui obligado a casarme porque deje embarazada a la espantapájaros menor de Hero Koch—

—No le llames espantapájaros a Dhakota, por tu culpa esa niña no explota su potencial, no quiero que ella tenga un matrimonio donde no sea feliz, dale su libertad o cumple tu papel como esposo— pidió David recostandose en el mueble.

—Para mi siempre será un espantapájaros— susurró recordando aquellos años donde la chica se la pasaba desgreñada— Mejor no te metas, no la dejaré, mejor estar casada con ella que con alguna oportunista, Dhakota es perfecta para mi, obediente, sumisa, servicial, algo tonta, pero se puede manejar— dijo Vladímir poniéndose la camiseta.

—¿Qué hay de los sentimientos?—preguntó David.

—Tuviste 3 hijos con Elle, ambos no se amaban, pero eran buenos amigos, nada de amor de por medio y les fue bien hasta que ella se fue— respondió el más joven de los Klauss.

—Sabes la situación con Elle fue diferente, ella y yo nos casamos porque era necesario, pero en tu caso mentiste tu amigo en la vagina de una mujer que no debías tocar, casi causas una matanza— dijo David.

—Yo no necesito el amor de Dhakota o de ninguna mujer, solo quiero de mi familia más cercana, mi madre, tu madre, padre, mis hermanos y mis sobrinos— se levantó les mueble—Iré a resolver este problema—