― ¡Eh! Tú, la de la máscara.
Ella giró la cabeza buscando al causante que retiene su su camino. Al hacerlo se fija en un joven desaliñado sentado en un portal inalando de su cigarrillo.
Él clava sus ojos en la máscara que llevaba aquella chica. No era ni muy grande ni muy pequeña, lo suficiente para tapar desde parte de su nariz hasta un poco más de sus cejas.
Miró con curiosidad al sujeto que tenía enfrente y sonrió.
― ¿Por qué llevas esa máscara? ¿No te da vergüenza llevar eso en la cara?
Se rió ante su comentario y ladeo la cabeza negándose.
― ¿Tampoco hablas?
Le mostró sus blancos dientes y él quedo confuso ante aquella mujer, era muy extraña. Levantó la mano en forma de despedida y se giro con el intento de continuar su camino pero una mano la retuvo.
― ¿Cómo te llamas? ― preguntó intentando sonar amable.
― Caltha.― respondió en un susurro casi inaudible sorprendiendo al joven.
Le dio una última sonrisa y en un segundo ya no quedaba rastro de aquella mujer.