«Albus, para mí verte sentado en el comedor se me hace sumamente inquietante, por una simple razón y es que de donde he venido tu estás muerto. Y no, no es una broma.
No es necesario que sepas quién soy, al menos no por ahora. Así que por el momento te estaré ayudando de una forma anónima.
Me gustaría acercarme y conversar contigo, y darte algunos consejos, pero repito, no necesitas conocer quién soy por ahora. Algo que te puedo aconsejar es que dejes de confiar en el cambio de las personas, Albus las personas no cambian, despierta de ese ridículo sueño en el que tú fuiste parte.
Hay bastantes temas de los cuales hay que hablar pero comenzaremos por el más importante de todos. Horrocruxes.
Tom Riddle ¿Si lo recuerdas?, ese joven quien tú visitaste en el orfanato y el cual nunca te agrado. Ese chico que le intereso el tema de los Horrocruxes cuando estaba en su época de estudiante de Hogwarts.
Pues te diré que ese joven ya ha creado algunos de ellos repartidos por todas partes y no te sorprendas, pero incluso hay uno de esos artefactos en el colegio, al que puedes acceder fácilmente. La diadema de Helena Ravenclaw, la cual descansa en la sala de los menesteres. Esa diadema contiene un fragmento de su alma.
Debes tener cuidado al momento de destruirlo. Ni se te ocurra tocarlo directamente. Algunos de ellos están plagados de maldiciones. Y debido a tu descuido, estuviste al borde de la muerte.
P. M.»
Severus releía la carta una y otra vez atento de que no haya faltas ortográficas. Cuando dio el visto bueno, se dirigió a la lechuceria donde el búho de Avery lo miraba con una cara enojada. "De tanto tiempo verte con el mismo semblante me he acostumbrado. Te pediré de favor que le dejes esta carta en el escritorio de Dumbledore. No esperes respuestas y vuelve rápido." Severus alza la mano y el búho la toma en su pico empleando el vuelo.
Severus suelta un suspiro regresando al pasillo donde se encontró con el grupo de idiotas. Genial.
"Miren chicos, es Quejicus" hablo con burla James acercándose a Severus con una sonrisa burlona. Maldito cerdo, ¿acaso no tienes más creatividad? Hasta un niño de 5 años es más creativo que tú.
"¿Qué quieres Potter?" Severus lo mira con desdén. Porque su buen humor se esfuma al momento que este grupo de idiotas aparece.
Después de unos minutos, la vista de Severus se oscurece al sentir que le ha caído algo en su cabeza y su cuerpo cubierto de algo viscoso mientras escucha las carcajadas de los leones, llegando a molestar más a Severus.
Severus se quita lo que parece un pequeño bote de la cabeza mirando como su cuerpo está cubierto de lodo, de un olor asqueroso y viscoso.
Severus mira a los merodeadores quienes se ríen a carcajadas, excepto Lupin quien está solo de observador. ¿La maldita cabeza de los planes? Severus alza su varita haciendo que algo del lodo que estaba en el suelo del pasillo sea dirigido al grupo de leones embarrándolos y uno que otro le entre en la boca. A los cerdos les gusta el lodo, ¿cierto?
"No lo volveré a repetir, si me atacan no me haré responsable de lo que llegue a pasar, idiotas mediocres" Severus los mira a todos molesto, ¿acaso estos no tienen a nadie más que molestar? "Tú estás planeando algo, algo contra nosotros, te he estado siguiendo y no puedo estar más que seguro" Severus le dio un tic en el ojo al oírlo, él, perder tiempo en unos mocosos que holgazanean todo el día, tiene mejores cosas en que pensar.
"No sé qué tipo de poción mal hecha te dio esa rata de atrás, pero yo no desperdicio mi valioso cerebro en gente tan estúpida como ustedes, hay niveles y ustedes ni a la base llegan, así que no me hagan perder más de mi valioso tiempo en sus miseras existencias" Severus sigue su camino con la frente en alto pasando por en medio de los leones quienes lo miraban incrédulos.
Qué asco, tendré que faltar a la clase de transformaciones por estos idiotas, un momento, puedo usar un hechizo de limpieza.
Severus apunta su varita hacia su ropa lanzando un hechizo no verbal, limpiando su ropa. "Severus" la voz de Mulciber y Avery lo hizo voltear, viendo como hacían mala cara tapándose la nariz.
"Por Merlín, Severus, ¿Dónde te metiste?, o que pisaste, hueles a estiércol rancio" Habla Mulciber alejándose un poco con la nariz tapada. Severus a este punto le puede salir una úlcera del coraje. Como no se había dado cuenta, jugo Fétido.
Hijos de sus malditas..."Una palabra: leones" habla Severus molesto.
"Pues debes bañarte y mandar a lavar el uniforme" habla Avery aun tapándose la nariz. "Oh Merlín, si no me lo dices no me doy cuenta, qué inteligente eres Avery" habla con sarcasmo Severus a punto de maldecirlo. Lo último que necesitaba en ese momento es que le digan que tiene que bañarse porque ni el maldito hechizo limpiador puede desaparecer el asqueroso olor.
"Avery me pasas los apuntes de la clase de Transformaciones, no asistiré" Severus se da la vuelta y empieza a caminar molesto hacia las mazmorras.
A la primera persona que se cruce en mi camino juro que lo golpearé al estilo muggle, dicen que es bueno para sacar el enojo, así que más le vale que ninguna pobre e insufrible alma pase por mi camino si no quiere un golpe de mi parte.
"¡Sev!", el grito de Lily hizo que todo el enojo de Severus se desvanezca por completo, volteándose y ver a Lily quién corría a su dirección. "Sev ¿te encuentras bien? Lupin me dijo lo que Potter y Black hicieron" Las palabras de Lily lo dejaron sorprendido "¿Lupin?" Pregunto Severus en voz alta sin aún creerlo. "Sí, te estaba buscando, me crucé con esos chicos, todos olían horribles, y tú también Sev así que deduzco que te defendiste" la sonrisa de Lily le calienta el corazón a Severus, su amiga no estaba molesta y eso le alegra más que nada.