Petunia
El hijo de los Snape para petunia solo tenía un significado: Bicho raro
Siempre le intrigo el motivo del porqué Lily se acercaba a ese niño, simplemente no le gustaba que su hermana estuviera cerca de gente tan extraña como él. Simplemente, lo detestaba, no quería a ese sucio niño cerca de su hermana.
Pero para Petunia todo cambio cuando veían a Lily hacer cosas volar o simplemente atraer cosas sin necesidad de pararse a tomarlas. Petunia debía admitirlo, al inicio le dio miedo, mucho miedo. Hasta cierto punto se preocupó por Lily, pensando cualquier tontería sobre el diablo y sus demonios, cosas muy absurdas. Pero siempre había cuidado a Lily desde que eras niñas pequeñas. Que de la nada haga cosas tan espeluznantes... Pero no por eso dejaría a su hermana de lado, la seguiría queriendo aunque le asuste sus trucos.
Y eso solo fue un motivo más para volverse aún más unida a ese niño, podría fácilmente confundirlo con un vagabundo por el simple hecho de la ropa. Y eso era una razón más para querer a su hermana lejos de ese niño. Pero cuando Lily cumplió los 11 años vino a la casa una mujer alta, con lentes, con un sombrero puntiagudo y unas largas túnicas verdes esmeraldas, explicando las habilidades de Lily y su entrada en ese colegio.
Fue más que evidente el hecho del gran favoritismo y atención de sus padres hacia Lily, al principio ella también estuvo feliz por su hermana, pero después de la burla de su hermana y ese mugroso hacía su carta pidiéndole al director que la dejara ir para estar con su hermana y este negando por el tema de la magia, corto por completo toda amistad que tuvo con su hermana.
¿La quería? Sí.
¿La sigue queriendo? Por supuesto, aun por todo sigue siendo su hermana pequeña, pero no debía burlarse de algo tan íntimo como una carta y más compartirlo con alguien más.
No sabía cómo fue que toda la unión entre hermanas termino siendo ella la que decidiera alejarse de ella, y llamarla del mismo modo en que llamaba a ese mugroso. Se la llamarían peleas de hermanas, pero sentirse excluida de su propia familia, por las habilidades de hermana, Lily dejándola de lado por ese niño y siendo el foco de sus burlas.
Extraño a Lily todo el tiempo que estuvo fuera de casa, pero jamás admitiría eso a la niña que prácticamente había llamado más de una vez, monstruo o bicho raro.
Aunque le hacía creer que botaba los regalos que le daba su hermana, los tenía escondido en su armario en una caja. No había razón para odiarla, pero sí de estar enojada con ella.
¿Verdad?
Cuanto había pasado desde que ese bicho raro del amigo de Lily había demorado ¿Tres horas? ¿Cuatro? No lo sabía con exactitud, pero ya era de noche y no había regresado. Incluso sus padres estaban preocupados. Bueno, no podía culparlos, ni a ella le había agradado el estado del ese chico cuando Lily lo trajo a casa. Lleno de golpes, muy pálido, y lo más posible con hambre. Estaba en totalmente en contra que se quedara, pero sus padres siempre cumplen lo que Lily pida, no quería a ese niño que le había robado a su hermana bajo el mismo techo que ella. Pero sus padres son muy ambles y lo permitieron, prefirió mil veces estar en su habitación antes que cruzar palabra con ese mugroso.
Estuvo desde lejos viendo la interacción de su hermana con ese niño, pero había algo que ha cambiado con ese niño, el nerviosismo característico de él estando cerca de Lily ya no estaba, incluso su forma de caminar había cambiado. En ocasiones lo encontraba hablando como si estuviera escuchando a sus padres, un niño no puede cambiar tanto en unos meses, era como estar viendo a un adulto, pero en el cuerpo de un niño. Que incomodo...
¡¿Por qué rayos se demora tanto ese niño?! Dijo que iba a despedirse de su madre, no creo que haya escapado, le prometió a Lily que tomarían el tren a ese colegio el día de mañana. ¿Y ahora que desaparezca de la nada? Incluso sus padres habían ido a su casa, pero según sus palabras nadie abrió la puerta, por más que llamaron a la policía, sin un papel, ellos no pueden ingresar a la vivienda.
Sentada en el sillón de la ventana viendo hacia el exterior y ver por lo menos si ese mugroso llegaba. Ese niño tenía que llegar si no, Lily no dejaría de llorar.
"Tuney..." Petunia apretó sus manos y vio a Lily quien tenía los ojos rojos. "Que quieres" Habla fríamente Petunia viendo a su hermana y para empeorar las cosas con los ojos rojos.
"¿Me odias...?" La pregunta la tomo por completo a Petunia, se esperaba cualquier cosa menos esas palabras.
"¿Por qué piensas eso?"
"¿Me odias?" Vuelve a preguntar Lily y petunia suelta un suspiro y niega con la cabeza.
"No sé de dónde sacaste esa conclusión, pero el hecho que esté molesta no es que signifique que te odie, sigues siendo mi hermana después de todo" Dice Petunia mirando a Lily, quien camino y se sentó a su lado.
"Tuney..." "Guárdate tus palabras Lily" Le interrumpe Petunia a su hermana, quien solo bajo la cabeza y no dijo nada más.
Petunia escuchó los sollozos de Lily y lo único que pudo hacer es abrazar a su hermana y darle pequeñas palmadas en la espalda, ninguna de las dos dijo nada escuchando los sollozos de Lily y Petunia dando consuelo sin decir nada.
Al menos por esta noche no quería intentar entablar una conversación civilizada con su hermana. No cuando Lily estaba ya de por sí preocupada por ese niño. Lo mejor sería dejar esa conversación para otro momento, o cuanto las cosas se calmen un poco.