Habían pasado par de semanas del altercado con Eliot, gracias a Dios no se había vuelto a acercar a mí, ni en el colegio, ni me había molestado más en la casa, en dos ocasiones nos habíamos topados en el balcón, pero no me había dirigido la palabra, obvio que siempre salía de allí después de coger con Emily, me molestaba tanto saberlo, pero agradecía que ambos me habían dejado tranquila, es como si se fuesen olvidado de mi existencia.
En el colegio las cosas eran normal, Eliot y Emily eran los reyes del lugar, y yo no encajaban en su mundo, Andy seguía escapándose con ese amigo secreto y Vanessa no dejaba de hacer cosas en pro del estudiantado.
—Hola Ela—me decía Mark, me parecía extraño que me hablara, nunca lo había hecho.
—Hola—lo saludé confusa.
—¿Puedo sentarme? —me dice haciendo seña a la silla libre en mi mesa.
—Ela, nosotros nos vamos—manifestaba Andy, él y Vanessa se pusieron de pie.
—No chicos, no es necesario, en realidad venía hablar con todos.
—No entiendo—soltó Vanessa.
—No sé si saben que el sábado es mi cumpleaños, me gustaría que fueras Ela, tus amigos pueden ir.
—¿Cumples ya dieciocho?
—Sí.
—Que buena suerte.
—Eso creo, pero dime. ¿Irás?
—¿Por qué quieres que vayas? Difícilmente me diriges la palabra.
—Eres mi hermana Ela, me gustaría que nos llevemos mejor.
—Si tú lo dices.
—¿Entonces iras?
—Sólo si mis amigos pueden ir.
—Claro, lleva a quien quieras.
—Está bien gracias. ¿Será en la casa?
—Sí, adiós chicos nos vemos el sábado.
—No sé Ela, esto no me gusta nada.
—Es muy raro Vanessa, pero me da ilusión que mi hermano se acerque. ¿Chicos irán conmigo?
—Fresita, yo…
—Amigos se los ruego, no me dejen sola.
—Yo si voy.
—Gracias Andy—lo abracé.
—¿Tú que dices Vane?
—No sé, no estoy segura.
—Por favor—le estaba rogando.
—Está bien, iré por ti. Pero si la anaconda me dice algo le patearé el trasero.
—Yo te ayudo, lo prometo. —levanté mi mano derecha.
—Más te vale.
Los días seguían pasando, en cuanto a Scott nos habíamos vuelto buenos amigos, salir con él era grandioso, teníamos tanto en común, la pasábamos muy bien juntos, él me había pedido ser su novia, necesitaba un poco de tiempo, así que comenzamos con salidas para ver qué pasaba. La salida del lunes fue maravillosa, comimos sushi, no era mi comida favorita, pero era divertido verlo comer con los palillos, fue un desastre.
—Debes usarlos mejor Ela.
—Qué dices tú, prácticamente te comiste todo con las manos, bueno lo que no cayó al suelo, ja, ja, ja. —Ese día Eliot abrió la puerta de la casa, estaba de visita y se tomaba las labores de portero. Imbécil. Scott ni siquiera pudo darme un beso en la mejilla.
—Tú padre te esperaba.
—Eso no es asunto tuyo.
—No lo es, pero es muy tarde para que una niña esté en la calle.
—Estaba muy cerca, con un conocido de mi padre y además no es tu problema.
—¿Acaso Scott no tiene pene? —interrogó con rabia.
—¿Por qué me preguntas eso abusador?
—Porque entonces sí corres peligro.
—Ocúpate de lo tuyo. ¿Vienes de coger a Emily? Por lo menos paguen un hotel.
— ¿Celosa?
—Ya quisieras.
El miércoles fuimos al cine, vimos una de terror, a mí me encantó, Scott me apretó muy fuerte la mano varias veces, me dio mucha gracia. Ese día me dio un pequeño beso en los labios, no me resistí, la verdad me había gustado.
El viernes en la tarde, Scott se encontró conmigo en el Estribo, Vanessa y Andy me acompañaban, en otra mesa a una distancia importante estaban Emily, Mark, Eliot y sus amigos, como siempre mi hermano con su consola, ella modelando el nuevo vestido que tenía y Eliot se le veía completamente aburrido.
—Hola, bonita—dijo y sorprendió a todo el mundo, dándome un pequeño beso en los labios. Todos se quedaron callado observando lo sucedido, el silencio era asfixiante, seguiría siendo el centro de atracción de no ser por el golpe que se escuchó cuando Eliot arrojó una silla al suelo, se levantó con furia rumbo a la salida.
—¿A dónde vas? —le gritó Emily que lo sujetaba de un brazo.
—Me voy, estoy cansado de estar aquí.
—¿Por qué?
—Me duele la cabeza.
—No seas aguafiestas.
—¿Te vienes o me voy? —él estaba que echaba chispas.
—No quiero irme aún.
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Editado: 17.08.2025