CAPÍTULO XII FUE TODO

Había pasado casi dos semanas de la fiesta, el escándalo fue transmitido por televisión, todos hablaban de lo sucedido, el hijo de respetado senador Taylor Adams había sido apresado por protagonizar pelea en una fiesta, en varias oportunidades observé medios de comunicación afuera de su casa, pero eso no era importante, sino él, no sabía nada, tenía ese mismo tiempo sin volver a la escuela, por supuesto los chismes allí no paraban. Mi nefasta medio hermana fue castigada severamente, pero ella no escarmentaba, ya había vuelto al instituto como si nada, se paseaba de la mano de Ray, se habían hecho novios, ya no ocultaban su relación, eso a pesar de Linzy, la cual decidió cambiarse de colegio, y de Eliot que seguía sin aparecer.

En cuanto mi relación con Scott allí iba, él se había disculpado por su actitud en la fiesta, también me hizo entender que su desprecio por Eliot lo hizo hablar así, y que ser su enemigo lo hizo comportarse mal, lo entendía, ya que muchas veces me he comportado de mala forma cuando se trata de Emily. Se podría decir que habíamos vuelto a pasarla bien juntos, aunque no del todo mi angustia por no saber de mi todo lo puedo, me afectaba, pero yo debía tragarme este sentimiento, no quería más problemas.

—¿Vas a volver a salir con Mark? —le preguntaba a mi amiga.

—Sí. ¿No te molesta cierto?

—No, me encantaría que fueses mi cuñada.

—Sólo somos amigos.

—Sí, tú lo dices. Es posible que por fin Vanessa tenga sexo—decía Andy, mientras daba otro mordisco a su sándwich.

—Cállate, no digas eso. Mark es respetuoso.

—Que desee cogerte no lo hace un abusador.

—Para, Andy, ja, ja, ja.

—Verdad que mis dos amigas son mojas. Y tú ¿cuándo con Scott?

—Nunca, eso no va a pasar. —en ese instante ambos se quedaron callados, me observaban con una expresión de voy a preguntar y allí se vino.

—¿Ela, estás segura que debes estar con Scott? —Vanessa me ponía nerviosa cuando habla con tanta seriedad.

—Sí es muy divertido y me agrada.

—Eso es claro, pero no suficiente. Yo no soy novia de Mark, pero no te lo voy a negar si me da ganas de hacerle el amor con él, me gusta mucho y bueno ya sabes.

—Sí, al fin—gritó Andy.

—Vanessa, es que yo…—me interrumpió—te gusta otro, te mueres por Eliot, porque no lo admites y vas por él, ya la anaconda no es un impedimento.

—Sí, me muero por él, lo amo. Pero no sé cómo acercarme, él es tan complicado, oculta cosas que no comprendo, no me permite estar cerca—allí lloré, otra vez.

—Ay, fresita. Igual estés o no con Eliot no es justo seguir con Scott, no me agrada mucho, pero igual no me parece.

—¿Qué dices Andy?

—No sé, algo de él me desagrada, además sé que Eliot no es malo, mi amigo me ha dicho que es una buena persona, amigo y fiel, sólo es raro—Esa tarde salí con Scott, fuimos a comer y al cine, estaban pasando una de esas de romance dónde chica conoce a chico, chico es malo, ella sufre, luego él cambia por amor y finalmente son felices, en cada parte de ella, no supe otra cosa que pensar en Eliot, necesitaba verlo.

—Ela, estás hermosa—me dijo Scott, allí su boca se acercaba a la mía, estábamos prácticamente solos en la sala de cine, yo lo obligué a ver esa película, pero por la magnitud de su beso, creo que le dio ideas, estaba muy creativo, cuando me di cuenta tenía su mano en mi muslo y subiendo.

—Para, no lo hagas— se quedó paralizado.

—¿Qué pasa?

—No me gusta eso de que me estés tocando, a mí me respetas.

—Eres mi novia.

—Sí, pero no estoy preparada para tener sexo contigo.

—Sé que aún no, pero pronto ya tendrás dieciocho.

—Pero ni así lo haré.

—¿Qué quieres decir?

—Que la verdad no puedo.

—¿Por qué? ¿no me deseas?

—No, lo siento—le respondí, esa noche me llevó a mi casa y terminamos, me dio mucha tristeza, pero al mismo tiempo sentí mucha paz.