Enredados en Nuestras Mentiras

CAPÍTULO XIV AMIGOS. PARTE I

Habían pasado tres semanas desde que comencé en la banda de Eliot, mi rutina era bastante complicada, siempre cargando con mi disfraz, me cambiaba corriendo en el baño de chicas y salía a toda velocidad, debía tener mucho cuidado para no ser descubierta, en cuanto a Vanessa la habíamos hecho a un lado, Andy y yo nos marchábamos a la bodega y la dejábamos tirada, en varias ocasiones intentó hablar con nosotros y no le hicimos el mínimo caso, ahora que lo pienso está muy rara, algo triste y descolocada.

—Chicos vamos al Estribo a tomarnos algo—le propuse a Vanessa y a Andy.

—¿Ahora si tienen tiempo? —respondió Vanessa con ironía.

—Vane no digas eso.

—Tú cállate Andy, prácticamente me has abandonado. ¿Qué se traen o qué?

—No es nada, es un secreto de Ela.

—Ya, si no pueden contarme, esto no tiene sentido. No podemos ser amigos así.

—Espera Vanessa, déjame contarte. Pero prométeme que no vas a juzgarme.

—Claro que no, a pesar de lo que crean sé entender a las personas. Ahora habla.

—Vamos a tomarnos algo, créeme esto lo amerita—llegamos al bar café y cada uno tomó su bebida favorita.

—Esta limonada está deliciosa.

—No más que este batido de fresa. Y ni se diga el pastel de vainilla.

—No se hagan los locos, hablen de una vez o me largo.

—Está bien, lo que pasa es— y si se lo conté todo, entre más hablaba su cara iba cambiando de expresiones.

—¿En serio Ela? Estás loca, no te da miedo que él te descubra.

—Claro que sí, Vanessa, pero quería estar a su lado, necesito saber más de él, ayudarlo. Por favor no me juzgues.

—No lo haría, soy tu amiga, además tampoco soy la persona correcta para eso.

—¿Qué quieres decir? —me miraba nerviosa.

—Que también he estado ocultándote algo, bueno a ambos

—Habla ya Vane—la apuraba Andy.

—Está bien. Resulta que Mark y yo somos novios.

—¿Con mi hermano? Eso significa que eres mi cuñadita.

—Sí.

—Eso mi Vane, con el hermoso, suertuda.

—Pero no entiendo ¿Por qué no querías decirnos?

—En realidad a nadie, yo soy tan insignificante, en cambio tu hermano es un príncipe.

—No hables tonterías, eres noble, buena, inteligente, integra, eso te hace una princesa.

—Para ti, pero que hay de tu familia, Emily, la señora Agatha.

—Qué importa lo que piensen. La Vanessa que conozco, creé en sí misma, en poder cambiar al mundo, no va a tenerle miedo al amor. —se fue sobre mis brazos llorando, no pensé que pudiera sentir esas cosas, ella siempre es tan fuerte.

—La gente no es como tú Ela, dulce, amable y que respeta a todos. La gente común no soporta las diferencias, lo distinto, lo que no encaja en su mundo perfecto, así como Andy o yo.

—Pero Mark, no es así.

—Claro que no, por eso me encanta.

—Por eso vale la pena luchar.

—¿Así como tú con Eliot?

—Igualito.

—Mira que yo creía que era el más inseguro de los tres, ahora resulta que los tres estamos metidos en líos y cagados hasta el cuello también. —nos reímos los tres al mismo tiempo, Andy siempre lograba que las peores cosas sonaran lo mejor posible.

—Por fin ¿qué has descubierto sobre él? —me interroga Vanessa.

—Que es dulce, no es el chico que yo creía, es inteligente, bueno, pero esconde un gran dolor, algo que aún no logró entender.

—Debe ser por lo de su madre. —me responde mi amiga.

—Tal vez, pero siento que hay algo más. Muchas veces es seguro y sínico, y otras frágil. También lo de Scott me intriga mucho.

—¿Qué cosa?

—El odio desmedido por Eliot, en cambio este no le agrada, pero no siente ese resentimiento tan fuerte. Hay algo que no sé aún.

—Eso debe ser por lo que pasó hace unos tres años atrás con el padre de Scott.

—¿Qué dices?

—No estoy segura, pero fui a un mitin sobre mujeres afrodescendientes, allí había una señora cercana a ellos, o algo así.

—Pero dime algo más por favor.

—Ahorita no lo tengo claro, déjame hablar con una conocida y te cuento.

—Por el momento, ya es tarde debemos de ir al ensayo—manifestó Andy.

—¿Y tú a que vas Andy? —le frunció el ceño.

—Mi amigo toca allí.

—¿Es Maikol? —lo interroga de frente.

—Cállate Vanessa, que si se enteran en el colegio estaremos en problemas.

—Tranquilo, yo calladita. Chao chico nos vemos después.

El ensayo terminó, estaba agotada, además quería llamar a Vanessa a ver si había encontrado algo. Me despedí de Andy, él se marchó, ya a punto de irme Eliot me llama.




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