Enredados en Nuestras Mentiras

CAPÍTULO XVI EL GRAN PARTIDO. PARTE I

Mi reflejo en el espejo frente a mí me da una mirada de aprobación, de alegría, me toco la cara lentamente. Por primera vez en mi vida me siento segura, hermosa y llena de ganas. En ese instante recuerdo a mi madre, en lo mucho que la extraño, me encantaría poder contarle sobre él, lo que me está sucediendo, que estoy enamorada y muy feliz. Salí corriendo, Andy me esperaba a varias cuadras, se había ido antes del amanecer, no podíamos arriesgarnos. Por primera vez me coloqué un jean ceñido al cuerpo, un top hermoso y una chaqueta, me puse unas botas con algo de tacón, me arreglé mis rizos y me maquillé de manera sencilla, me sentía tan atractiva, me miré al espejo y en verdad estaba hermosa.

La jornada en el instituto pasó sin inconveniente, es como si todos estaban concentrados en el gran juego, y la verdad así era. Eran casi las cuatro de la tarde, no lo había visto en todo el día. Quería desearle suerte, además lo estaba esperando para hablar con él, esa conversación me mantuvo despierta toda la noche.

El gran momento llegó, estábamos muy cerca de la cancha, nunca me fuese imaginado que yo estaría entre los invitados de honor, Vanessa también estaba, y Andy, él estaba muy triste, Maikol lo había terminado, ni volteaba a míralo, mi pobre amigo estaba muy afligido, me daba rabia, estas cosas no deberían pasar porque sufrir por ser quienes somos, por sentir lo que sentimos, por tener ideas distintas, lo peor de todo es que no sabemos aún quien mandó ese mensaje, y de los padres de Andy ni sus luces pareciera que no le importa el paradero de su hijo.

—Permiso la reina del lugar va llegando—anunciaba mi detestada hermana con su grupo de porristas. Nos miraba con esa expresión de qué asco qué hacen en mi mundo—¿No hablarás en serio Mark? —le preguntaba mientras este besaba a Vanessa.

—¿A qué te refieres Emily?

—A ti y a esta cosa. ¿Están saliendo? Qué asco.

—Cállate, no te permito que la ofendas, la quiero.

—Mi madre jamás aceptaría que estés con una chica que no es de nuestra clase.

—Si aguanta que tú la avergüences tanto, soportará cualquier cosa.

—Mark, estás loco, habiendo tantas chicas enamorada de ti, y caes con lo más bajo que encuentras—en ese momento mi amiga se levantó para marcharse, iba a irse, se dejaba vencer por ella, Emily era una persona tan vacía, tan hermosa por fuera, como horrible por dentro, no podía entender porque actuaba así.

—Vanessa, mi amor no te vayas, no permitas que esto nos afecte—Mark le tomó la mano.

—No quiero problemas.

—La vida está llena de problemas, pero hay personas por la que vale la pena enfrentarlos todos—después de eso la besó, allí delante de todos, en el juego dónde estaba todo el colegio, le mostró lo mucho que la quería, en ese momento me enorgullecía tanto ser su hermana. Emily se retiró en silencio, tuvo que llevarse su odio, pobre chica, debe ser tan difícil ser ella.

El juego comenzaba, con las palabras del animador, una vez terminado el baile de Emily, tenía mucho talento la verdad.

— ¡Buenas noches! Bienvenidos al partido final del campeonato inter escolar de baloncesto. ¡Démosle la bienvenida al equipo invitado Los Omegas del instituto alemán!

La barra del equipo de invitado gritaba apoyando a los suyos, mientras que los del instituto sólo abuchean, me sentí llena de adrenalina, nunca había estado en un evento de este tipo, allí se veían entrar a los cinco chicos del equipo, en la cabeza Scott, refleja tranquilidad en su mirada, por primera vez desde que lo conozco no me da para nada alegría verlo, me he decepcionado de él, no es el chico que creía, es alguien ruin y malvado. Se acerca a dónde estoy sentada y me arroja un beso.

Luego el animador sigue hablando.

—Ahora démosle un aplauso al equipo de la casa, Los Alfas— allí entra el equipo Ray, Maikol, Ken, Mark y Eliot, él delante del equipo como su líder, se ve tan hermoso. Los colores azul y negro de su camiseta le quedan perfecto, me derrito sólo con verlo. Todos en su lugar gritan y saltan, no sé porque de pronto estoy imitando a todos, estoy muy emocionada, esto es divertido.

Nos sentamos y Andy aprieta mi mano con fuerza, está muy afectado, Maikol ni siquiera lo volteó a mirar. Andy me susurra en el oído.

—Visite por qué venía a las prácticas, todos están buenos.

—Como que sí, bueno Eliot el más guapo y con la excepción de mi hermano, porque ¡qué asco! ¿no? —le respondí, nunca antes habría hablado así.

—Estás loca, Mark es el más hermoso de todo—allí estaba mi amiga, enamorada como una tonta.

—Así es el amor, ciego—nos reímos.

Vanessa toma mi mano, para que observe hacia dónde está Mark.

—Es hermoso ¿Cierto?

—Claro, mi hermano es un bombón—me abraza, es tan feliz, y yo también por ella, bueno por ambos. Lástima que la carita de tristeza de Andy no refleja lo mismo.

—Tranquilo, eso pasará—le comento mientras lo tomo de la mano.

—Tal vez Ela, tal vez. —de nuevo habla el animador.

—Señores ha llegado la hora del gran juego, Démosles un aplauso a ambos equipos, y a desearle suerte—así comienza los aplausos, los presentes gritan, levantan sus manos todo es una algarabía. La gente que está de nuestro lado ovaciona a los de la casa “Alfas, alfa, alfas”, no lo voy a negar todo el asusto es emocionante, estoy disfrutando de todo, sobre todo de mi todo lo puedo, ese chico arrogante y dulce que me trae loca, ese que cada instante me voltea y me arroga una sonrisa, me tiene donde quiere, soy suya.




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