Enredo viral

6. La propuesta

—No te quedes ahí parada, siéntate —dijo Elliot, imperturbable.

—P-Pero… ¿cómo…?

Elliot hizo un gesto con la cabeza hacia la silla vacía a su lado. Sebastián, al otro extremo de la mesa, seguía en silencio, observándome.

Avancé con cautela, rodeando la mesa donde solían reunirse los profesores para evitar pasar demasiado cerca de él. No lo había visto desde anoche y, claro, había intentado borrar de mi cabeza aquel momento incómodo.

—Sebs me dijo que trató de contactarte —comentó Elliot—, pero ya le dije que es imposible encontrarte en redes.

Fruncí el ceño al escuchar el apodo tan familiar.

—Voy a decirte lo mismo que le dije a Lio —intervino Sebastián, haciendo que mi ceño se frunciera aún más—. Ayer por la noche me salvaste sin saberlo. Necesitaba una salida rápida y tú me diste una excusa perfecta.

Volví la mirada a Elliot, que solo asintió para indicarme que lo escuchara.

—Creí que sería un rumor fácil de controlar —continuó él, dejando escapar un suspiro—. Se suponía que no había cámaras, así que me pareció inofensivo fingir que tenía novia. Pero ahora... —dejó su celular sobre la mesa, mostrando una foto nuestra—. Ahora esa novia existe. Y si desaparece, quedo como un mentiroso o como un tipo rechazado en público. Ninguna de las dos opciones es buena para mi marca.

Sentí que mi boca se abría sin permiso y mis puños se apretaban sobre mis piernas.

—¿Y? —dije a la defensiva—. Yo no tengo nada que ver con esto. Sí, tal vez te dije “mi amor”, pero fue un error. ¡Tú fuiste el que actuó como si fuéramos pareja! Y ahora todos…

La voz se me quebró. Miré a Elliot con los ojos abiertos por el pánico.

—¡Ahora todos me conocen! ¿Qué voy a hacer?

Elliot me sonrió con calma, colocando su mano cálida sobre la mía.

—No te preocupes por eso, nadie te ha reconocido —dijo con calma, tomando su celular—. Como ves, ni siquiera se mira el rostro de Sebs. Saben que es él por las personas que asistieron a la gala, pero nadie ahí te conocía a ti.

En la pantalla, los videos y fotos apenas mostraban una silueta femenina. Mi rostro ni siquiera aparecía. Mi respiración comenzó a calmarse un poco.

—¿Estás... seguro?

Él asintió, dando un apretón a mi mano para tranquilizarme.

—Escucha, hablé con Lio antes y entiendo tu situación —mi cuerpo se tensó mientras volvía a verlo—. Quieres una pareja para el concurso que eclipse tu nombre por completo, ¿verdad? Si lo único que deseas es seguir escondiendo tu nombre, yo puedo ayudarte... Pero necesito que me ayudes también.

Mordí mi labio inferior, intentando leer la cabeza de Elliot para adivinar qué le había dicho sobre mí. No parecía que la conversación había sido demasiado profunda antes, así que confiaba en que solo le había dicho lo necesario a Sebastián.

Tragué saliva, intentando apaciguar la resequedad que sentía para poder hablar.

—¿Cómo...? ¿Cómo quieres que te ayude?

Sebastián apoyó los codos sobre la mesa.

—Ya te lo dije, necesito una pareja que exista —suspiró—. Si finges ser mi pareja hasta el final del concurso, tú ganas una pareja con nombre reconocido y yo una imagen de chico enamorado y estable. Después del concurso, ponemos fin a ambas relaciones. Ambos ganamos.

Cada palabra que escuchaba de su boca solo me confundía más.

—Pero si finjo ser tu novia, todos...

—No —me interrumpió, con una firmeza suave—. Te prometo que nadie sabrá quién eres, no mostrarás tu rostro. Tal vez necesite que salgas en algunas fotos o grabes un par de frases, pero siempre cuidando tu privacidad. Incluso diré que prefieres mantener tu vida fuera de las redes y nadie lo cuestionará.

Cerré los ojos un instante, masajeando el puente de mi nariz mientras intentaba comprender todo.

—¿Por qué yo? Es decir, ni siquiera me conoces y estás dispuesto a entrar al concurso de Sonido 79 conmigo.

Hubo un corto silencio en el que Sebastián le dirigió una rápida mirada a Elliot. Noté entonces que el chico también parecía bastante tenso y, después de respirar suavemente, intentó relajarse.

—Lio me ha hablado mucho de ti —murmuró, volviendo a poner sus ojos grises sobre mí—. Y si te convocaron para la gala, es porque tienes talento.

Volví a ver a Elliot, que levantó las manos en gesto de rendición.

—Perdón, suelo presumir a mis alumnos estrellas sin darme cuenta —dijo con una risita.

Sebastián puso los ojos en blanco al escucharlo.

Quise preguntar por qué parecían conocerse tanto y por qué Elliot le hablaba de mí al influencer más popular de la Academia Rythove, pero preferí dejarlo para después. Cuando pudiera hablar a solas con Elliot.

—Entiendo —asentí lentamente—. Pero, ¿por qué quieres que yo finja ser tu pareja? ¿No podría hacerlo cualquier otra chica?

—Claro —respondió sin dudar—, pero no es tan fácil como piensas. Una persona que no tiene intenciones de crecer en redes... que ni siquiera tiene en primer lugar, es lo que necesito. No habrá problemas en que alguien te encuentre si somos cuidadosos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.