3.3 Las torturas más crueles de la Inquisición. ✓

Las torturas eran terribles sufrimientos físicos que llegaban a mutilar o matar al acusado. Entre las cuales destacaban algunas tan crueles como:

· El potro: Ideado para estirar los miembros de la víctima.

· El castigo del agua: El cual creaba una severa sensación de ahogamiento en el reo.

· El aplasta pulgares: Un instrumento metálico en el que se introducían los dedos de las manos y los pies. Mediante un tornillo se le daban varias vueltas hasta que los apéndices quedaban destrozados.

· La pera vaginal, oral o anal: Tenía la forma de una pera y se introducía en la boca, la vagina o el ano de la víctima. Una vez en el interior de la cavidad, era entonces expandida al máximo girando un tornillo. La cavidad en cuestión resultaba irremediablemente mutilada, generando un dolor inmenso en el preso; casi siempre ocasionando la muerte.

· La garrucha: Se ataban las manos en la espalda y el acusado era suspendido de sus muñecas en alto y luego dejado caer sin tocar el suelo, la sacudida le dejaba descoyuntado.

· La cuna de Judas: La tortura consistía en levantar a la víctima en el aire y dejarla caer repetidamente y con fuerza sobre una pequeña pirámide de madera cuya punta estaba sumamente afilada. para que su ano, vagina o escroto se desgarrasen.

· La doncella de hierro: Se introducía al preso en un sarcófago con forma humana, en su interior tenía varios pinchos metálicos que, cuando se cerraba el ataúd, se introducían en la carne del reo.

· La sierra: Mayormente aplicado a mujeres que los inquisidores pensaban que habían sido preñadas por Satanás. La víctima era colgada boca abajo con el ano abierto y, mediante una sierra, la cortaban hasta que llegaban al vientre.