Enseñame a amar

Capitulo 5 ("Sueños... mejor dicho pesadillas")

"Sueños... mejor dicho pesadillas"

Definitivamente ese era el profesor Rickson, pero se veía un tanto diferente, no traía su camisa y corbata, sino que se encontraba más informal y eso lo hacía ver más atractivo. <<Emma, pero que estás pensando, tú lo odias ¿recuerdas?>>. Me acordó mi conciencia como siempre solía hacerlo y aleje rápidamente ese pensamiento de mi cabeza, entonces me concentre en no mirar más para allá ya que no tenía nada que hablar con él; además, no me interesaba hacerlo, así que volví a poner atención a mi comida.

A diferencia mía, Ginger me dio una sonrisa maliciosa y levanto la mano para luego decir: -¡Profesor Rickson! ¿Es usted?, por aquí, hola!- tenían que ver lo ridícula que se veía actuando como sorprendida. La mire con la peor cara de asesino en serie posible y pude observar como el inútil se iba acercando hacia nuestra mesa, fue entonces cuando se acercaron que me di cuenta de que no venía solo. Se acercaron el más dos chicas que tenía al lado. La primera iba agarrada de sus manos y parecía tener unos siete años, era muy adorable; la segunda chica, más bien parecía tener la misma edad que nosotras—era muy hermosa, tenía que admitirlo—. Entonces una extraña sensación exactamente no sé de que, se plantó en mi pecho. Supuse que era su novia.

 

-Hola chicas- nos brindó una cálida sonrisa- ¿Cómo han estado?- pregunto con un tono formal.

-Muy bien, gracias- le contesto Ginger, mientras que yo ignoraba la escena y miraba hacia la ventana del lugar, la cual daba una hermosa vista hacia la playa. Tan solo observar como las olas chocaban contra la arena, me relajaba lo suficiente para no entrarle a galletas a Ginger en este momento. Pero un carraspeo de parte de mi amiga me saco de mi nube.

-Bien- dije simplemente y forcejee para sacar una sonrisa. Tyler, digo Rickson, me miro con diversión, hasta que la chica al lado de él pudo especular palabra.

 

-Hey! Tyler, y no nos piensas presentar a tus amigas- dijo la hermosa chica brindándonos una cálida sonrisa.

-Ah, sí! Eiza, ellas son mis alumnas, Emma y ¿Ginger?- le pregunto a mi amiga y esta asintió contenta dándole a entender que ese era su nombre.- y ella es...

Pero la chica no le dejo terminar- Soy Eiza, hermana de este imbécil y ella es nuestra pequeña hermana Emily- la pequeña nos da una sonrisa. Esperen, así que esa chica tan dulce es hermana de pues... el, no me lo creo. Eiza continua hablando- ya veo que por como lo saludaste no causo buena impresión en ti, descuida, el sufre de ser un idiota- Y... ya me agrada la chica.

Le doy una gran sonrisa y con mucho afecto alzo mi mano- mucho gusto, Eiza, estoy de acuerdo contigo, tu hermano es un idiota- ambas nos reímos.

-Mm... aún sigo aquí- dice levantando su mano en señal de ofensa.

 

Ignoré lo que dijo y hable d inmediato- Bueno, hasta luego; fue un gran gusto conocerte Eiza- me incline un poco para despedirme de la pequeña si mal no recuerdo su nombre es Emily- Y a ti también Emily- le doy un pequeño beso en el cachete y ella coloca una sonrisa en su hermoso rostro- ya se está haciendo tarde.- Eiza asiente y antes de irme intercambiamos números para reunirnos algún día. Ginger hace lo mismo y se despide de ellos para luego dirigirse al departamento. Nos adentramos cada una en nuestro departamento, no sin antes despedirnos, claro.

(...)

-¿Crees que algún día alguien se enamorara de ti? Sucia rata asquerosa!!- el me observa con odio y diversión a la vez.

-¿Por qué me haces esto?- digo con la voz hecha pedazos y con las lágrimas corriendo por mi rostro como si gotas de lluvia cayeran del cielo, solo que era en mi cara.- ¡¿Creí que me amabas?!

-Es que no lo entiendes ¿verdad?, solo fuiste una sucia apuesta. Tan idiota eres para pensar que alguien como yo se enamoraría de alguien tan estúpida como tú! Ja! Que ingenua eres...- y solo salió de mi casa como si esto no me doliera lo suficiente.

-NO!- me desperté de repente dando un fuerte grito. Mis ojos estaban empapados del llanto y mi cuerpo estaba completamente cubierto de sudor. No dude ni un segundo más y me dirigí hacia el departamento de Ginger. Frenéticamente toque su puerta ya que tenía que desahogarme con ella. Después de un par de segundos tocando su puerta, Ginger sale frotándose los ojos del cansancio.

-Emma ¿Qué haces aquí a las tres de la mañana?- yo no resistí mas y me lanzo hacia ella dándole un gran abrazo, el cual ella me corresponde inmediatamente- Ay cariño... ¿Qué te pasa?- me pregunta mientras soba mi espalda, intentando calmar mi llanto.

-Es el Ginger, volví a soñar con el- digo entre sollozos y mientras tanto ella intenta tranquilizarme un poco, solo un poco.

-No te preocupes cariño, todo estará bien- me encantaba cuando ella me apoyaba en estas cosas, era buena reconfortando personas y es por eso que la admiro tanto, además de sus otras cualidades. Ginger cierra la puerta del departamento, me dice que me ponga cómoda mientras ella prepara chocolate caliente. Le hago caso y comienzo a hablarle del tema. Bueno les cuento. El año pasado, yo salía con un chico llamado Kiam, él fue muy atento conmigo desde que lo conocí y yo no entendía porque de repente comenzó a acercarse más a mí. Él era el chico más dulce que alguna vez pude conocer, duramos saliendo unos nueves meses y yo en ese tiempo me enamore pedida y completamente de él, al igual que el de mi—o quizás eso pensaba yo—. Un día me dirigía a su casa ya que era nuestro aniversario y quería darle una enorme sorpresa. Pero al llegar a su casa vi que había un gran cartel el cual decía: <<En venta>> y una nota en el piso frente a la puerta.




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