"El empresario Christopher Pethersen, viajaba en su jet privado que ha infomado a la torre de control una avería en su motor, minutos antes de colicionar en el mar, la guardia costera informa que lamentablemente no hay supervivientes" Exclama la mujer del informativo.
—No, Christopher— Grita Dulce, mira a su alrededor había tenía otra pesadilla, abraza sus piernas, y no puede evitar llorar. Hacía una semana del accidente, había encontrado el cuerpo del piloto, el ayudante de vuelo pero el cuerpo de Christopher ni el de la azafata no.
Se sentía culpable, si no lo hubiera hechado del departamento, no habría viajado, es una respuesta que ronda su mente desde. Dijo e hiso lo que sentía aquella noche, que maldito juego le estaba poniendo la vida cuando parecía que podrían empezar a ser una familia, Christopher también la amaba, pero ella mucho más quizás tanto que dolia cada particular de su cuerpo, por el monitor puede ver que Alana está inquieta, se levnata de la cama y va hasta la habitación de su bebita, su fortaleza en estos días tan oscuros, dolorosos que le hielan el cuerpo.
—Dulce, hija—Exclama Ana. Dulce abre los ojos y se gira a mirar a su tía, se había quedó dormida el sillón con Alana en sus brazos. Se levnata con cuidafo deja a la bebita en su cuna, y sale tras Ana.
—Dime tía— Exclama Dulce llegando al salón.
—Acaban de decir en las noticias, que no. Saben si seguirán con la búsqueda —Dulce le. Interrumpe.
—¿Qué. Cómo?, si no hay cuerpo. Puede estar lastimado en alguna isla, o herido en algún hospital. No me acepto, se que no está muerto lo siento —Exclama Dulce llorando. Ana se acerca y la abraza.
Roma. Italia.
—¿Cómo está? —Pregunta ella.
—Esta esta estable, la herida de la pierna va mejorando. Por el momento seguida en coma inducido, me retiro—Exclama el doctor. Ella asiente, espera que el doctor se retire y se acerca a la cama.
—Te pondrás bien mi amor— Exclama, pensondo que estuvo mucho tiempo lejos de él.
Belén
—¿Ahora que Christopher puede que éste muerto, que harás Belén? —Pregunta Daniel mirándola fijamente. Belén se gira.
—Sabes, fue un error meterme contigo. Tengo que verte la cara por ese maldito niño. Christopher siempre será la persona que amo, Daniel que nos hayamos acostado —La voz de Paula los interrumpe.
—¿Qué. Te acostaste con ésta? —Pregunta Paula dolida.
—Pau déjame explicarte— Pero Paula no le deja hablar.
—Estás en enamorado de esta estúpida. Quédate con ella Daniel, pero sabes siempre serás su segur a opción. Belén no ama a nadie, solo a ella misma —Exclama Paula dejándolos solos.
—Vaya, en serio pensaste que yo estaría contigo, tenía necesidades cariño y— Daniel le toma del brazo.
—No te quiero volver a ver Belén, si quieres ver a Leo, te comunicas con el abogado—Exclama furioso. Por primavera vez Belén ve un Daniel que no conocía y le sorprendió. Le suelta y el va para la habitación de invitados dónde Paula estaba haciendo su equipaje. Belén por su parte decide salir del departamento ya había tenido una semana con el niño y era suficiente.
—Pau, no te diré que es mentira, paso soy un idiota lo sé, te quiero pero necesito poner en orden mi vida, no quiero hacete daño—Exclama Daniel. Paula lo mira.
—Creo que lo mejor es alejarnos Daniel, también te quiero pero quiero algo serio, alguien que esté el cien por ciento— Exclama Paula. Daniel asiente y la deja terminar su equipaje.
—Me está diciendo que dejan de buscar a mi hijo—Exclama Elena entre lágrimas. Alan le toma del brazo.
—Señora, hemos buscado alrededor del mar en las islar cercanas, no hay rastros, lo sentimos— Alan interrumpe al oficial.
—Quiero el informe completo de la búsqueda desde el minuto uno, el abogado pedirara la copia de la caja de negra. Mi amigo está ahí fuera y ustedes no están haciendo su trabajo— Dice serio Alan y lleva a Elena con él y salen de la oficina del inspector. El inspector marca su móvil.
—Listo. Pero no dejarán de buscarlo—Exclama el inspector.
—Pedro no te preocupes, ya te deposito el dinero —Exclama y corta la llamada.
Pedro Cedral. Oficial inspector espera que lo. Que acaba de hacer no le traiga consecuencias.
Tenía que seguir, y lo estaba haciendo. La búsqueda de la investigación privada no estaba dando resultados alentadores. No podía estar muerto, no lo aceptaba. La voz de Marisa le vuelve a su realidad.
—Dulce, Paula por la línea dos—Exclama Marisa y vuelve a cerrar la puerta de la oficina de Dulce.
—Pau, si el vuelo sale a las diez de la mañana, no te preocupes si no llegas a buscarnos nos vemos en la cena— Exclama Dulce. Iba a viajar unas semanas a Grecia, se tomaría vacaciones en la empresa. Quería que Elena vea a Alana, su bebita hermosa su razón se seguir todos los días ya tenía cinco meses, el tiempo pasa no se detiene, no sabe de atajar momentos, tres meses del accidente de Christopher, y no encontraban su cuerpo ni el de la azafata. Eso le daba esperanzas a Dulce que este vivo, que volvería, que quizás algo paso.
—OK Dul, por cierto habrá reunión de socios, ya te aviso que vendrá Celeste— Exclama Pau.
—No te preocupes Pau, es socia— Exclama Dulce.
—Te dejo Dul, besos y a mi bebé hermosa también—Exclama Pau y corta la llamada.
—Hola princesa —Exclama Diego, entrando a la oficina de Dulce.
—Hola Diego— Exclama Dulce sonríendo, y volviendo su vista al plano que estaba terminando.
—¿Sabías que unas acciones de Pethersen&CIA estan en venta? —Pregunta Diego. Dulce le mira sorprendida.
—¿Qué a la venta?. No tenía idea—Exclama Dulce, toma su móvil marca a Alan.
—Hola Dulce, que— Dulce no le deja hablar.
—Alan hola, ¿Quién venderá sus acciones de la empresa? —Pregunta Dulce.
—¿Qué? ¿Cómo que en venta Dulce? —Pregunta Alan sorprendido también.
—Veo que te sorprende también, Diego me acaba de decir, no creo que Christopher lo aprobará que entre alguien que no conocemos a la empresa—Exclama Dulce.
Editado: 28.06.2021