Enséñame

Capitulo 20

—Christopher te estoy hablando— Exclama Alex.

—Me decías enano— Exclama Christopher sonriendo.

—Estás en la luna, oye que hoy Elena me busca del colegio me voy a quedar con ella, lo recuerdas verdad —Exclama Alex.

—Claro, ve por tus cosas que llegamos tarde— Dice Christopher, tomando su saco y su móvil. 
Hace un año que Alex vive con Christopher, desde que llegó de Inglaterra. Muchas cosas han cambiado Christopher va asimilando que ya no es parte de la vida Dulce, ve a Alana cada mes y casi todos los días por vidoe llamada, él y Dulce hace meses no se ven, ella trata de evitarlo, pensando que así dejaria de sentir ese amor que sigue ahí.

Hace exactamente cuatro meses que se vieron, en el cumpleaños de Alana luego de eso Dulce volvió a Londres con Ana y la bebé. Y ese mismo día le dio la noticia que estaba intentando algo con Diego, Christopher sintió que toda esperanza de recuperarla se fueron.

Christopher deja a Alex en el colegio y se dirige al aeropuerto, tenía un plan no se iba a dar por vencido,  bien dicen que en la guerra y en el amor todo se vale.

Dulce 
—Dulce puedo pasar— Exclama Diego.

—Claro, ¿pasa algo? —Pregunta Dulce, hace unos días que Diego está raro.

—Nada bonita, solo que bueno ya que Christopher estará el fin de semana, viajare a ver a mis abuelos— Dulce le interrumpe.

—Diego, no quiero que te sientas así, eres parte de nuestras vidas, Christopher y yo— Diego no le deja hablar.

—Dulce te quiero lo sabes, se que en este tiempo tus sentimientos no han cambiado, no te sientas mal, pero creo que nos vendrá bien a los dos este tiempo— Exclama Diego y le da un beso corto en los labios, la voz de melina los interrumpe.

—Lo siento, Dulce por la línea dos Byan— Exclama apenada y vuelve a cerrar la puerta.

—Te veo más tarde —Exclama Diego y sale de la oficina de Dulce.

—Bryan cómo estás —Exclama Dulce tomando la llamada.

—Dulce todo bien, Jadik Cerem quiere un reunión contigo y tu equipo, ha aprobado el presupuesto para el campo de golf— Exclama Bryan.

—De verdad, que emoción Bryan, haber déjame organizarme y te confirmo la semana que viene te parece— Responde Dulce.

—Perfecto Dulce, por cierto felicidades por los Hoteles Preston, un beso estamos hablando— Exclama Bryan y corta la llamada.

Dulce sonríe, cuándo decidió volver a Londres luego de lo ocurrido con Paloma, abrió su estudio de arquitectura, Diego y Adriana son su socios, llevan proyectos en conjunto con el estudio del padre de Adriana.

Las cosas fueron tomando su curso, la relación con Christopher se volvió lejana, a pesar del tiempo le sigue amando y sabe que el también, alguna veces le envía cartas de amor por correo electrónico, no se lo ha contado a nadie. Su móvil suena y hace que deje el recuerfo de las cartas.

—Dul cómo que te vas a casar con Diego, estás loca— Grita Clara desde el otro lado.

—¿De qué estás hablando Clara? —Pregunta Dulce, no entendía de qué estaba hablando su hermana.

—Diego me envió un mail con modelos de anillos de compromiso— Dulce le interrumpe.

—¿Qué? No tengo idea, Clara no te preocupes no estoy tan loca para casarme— Exclama Dulce, ahora que lo decía en voz alta sabía que le estaba dando esperanzas a Diego y el no se lo merece.

—Entonces sabes que hacer Dulce, te quiero besos a mi beba. Te llamo luego— Exclama Clara cortando la llamada.

Dulce toma su móvil y su bolso. 
—¿Melina, Diego ya se fue? —Pregunta Dulce.

—Si acaba de irse. El almuerzo es en el restaurante de siempre— Responde Melina amable. Dulce se despide y sale de la oficina, sube a asu automóvil y va camino a al restaurante.

Dulce no tarda en llegar al restaurante, de la oficina al lugar son veinte minutos, baje del automóvil y entrega sus llaves al chico.

—Buen día señorita, tiene reserva— Exclama el metre.

—Si, Diego Santa Marina— Exclama Dulce, Diego le hijo que iba a almorzar con unos proveedores a las dos de la tarde, eran la una y quarto.

—Por supuesto el señor Santa Marina ya ha llegado con su acompañanante— Responde el metre. A Dulce le llama la atención.

—Me indica la mesa, no hace falta que me acompañe— Exclama Dulce.

—Como usted guste, mesa número quince hacia la terraza señorita — Exclama el metre. Dulce agradece y va para ahí.

Cerca de la mesa hay una columna, Dulce se queda detrás al ver que la acompañante es Adriana, no entiende que está pasando, así que espera un como antes de hacerse presente pero las palabras de ambos le deja muda.

—Me siento fatal Diego, no sé cómo mirarla aa la cara, somos amigas desde hace años y —Diego le interrumpe tomandola de la mano.

—Estoy igual, hablaremos con ella a mi vuelta Adri,  no sé pero paso, nos enamoramos— Exclama Diego y se acerca a Adriana y se besan. Dulce siente tristeza, en los que habían confiado sus amigos, le han traiciono. Sin hacer ruido se marcha le da una generosa propina al metre para que no diga que estuvo ahí.

No estaba enamorada de Diego, pero le quería le gustaba su forma de ser, le quería no lo iba a negar le dolia la traición, no se lo espero. Sube a su automóvil va a su casa necesitaba algo de tranquilidad. De camino llama a melina que trabajara desde casa.

—Tía de verdad, te vas justo hoy que viene Christopher— Exclama Dulce como si tuviera diez años.

—Dulce, no puedo pasarlo a otra fecha se lo prometí a Gerardo. Además cariño así mi bella princesa disfruta de sus padres. A ver de qué tienes miedo— Exclama Ana mientras le da su merienda a Alana.

—A hacer alguna tontería— Exclama Dulce riendo.

—Si dejaras tú orgullo a un lado y aceptaras que debería estar juntos, ya estaria planeando la mejor boba, verdad mi amor— Exclama Ana riendo.

—Haré como que no te escuche, ahora mismo no quiero saber nada de bodas, me voy a duchar— Exclama Dulce y se va para su habitación.




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