Capitulo 3 "Boliche"

Camila Pov

Literalmente todo el día fue para ver como me iba arreglar, al final decidimos que llevaría un simple vestido de color verde manzana con una chamarra de mezclilla corta que me llega hasta la cintura, acompañada de mis inseparables “converse” blancos.

Decidimos planchar mi cabello, ya que el mío es tipo ondulado, pero nunca logro que se mantenga rizado don tubos o lacio sin plancha. Llevo un sutil maquillaje, mis sobrar en color dorado, pero solo se nota lo necesario y conservo ese aire natural que me gusta, incluso el labial es de un tono rosa pero bajito.

Me miro en el espejo acomodo bien mi chamarra, tomo mi bolso con mi dinero, celular e identificación y salgo de mi cuarto.

—¡Ya me voy! —les anuncio a mis padres

—¡Con cuidado! —exclaman ambos.

Salgo de mi casa y prácticamente corro a la parada del transporte, se me estaba haciendo tarde, ya que con Isa quedamos a una hora para poder irnos juntas. Cuando llego, veo como mi amiga viste con unos simples jeans, con botas altas y una blusa estilo ombliguera.

—¡Te vez hermosa Isa! —le digo para llamar su atención cunado la veo, como siempre que nos vemos, me saluda con un beso en la mejilla cuando se da cuenta de mi presencia.

—Mira quien lo dice, tu si que pareces sacada de una revista amiga—me alaga y hace que de una vuelta para que vea mi aspecto completo.

—Mi mamá insistió en que me arregle un poco, es la primera salida que tenemos de este tipo y pues…—le explico señalando mi atuendo.

Dejamos de conversar cuando llego el transporte.

—Dice Guadalupe que ya están adentro del boliche—me comunica cuando le llego el mensaje en su Nokia. Me sorprende un poco que ellos ya estén reunidos, ya que aún falta media hora.

—Tal vez, Rodrigo decidido pasar por ella—le comento y ella afirma que sí, pensé que por ser fin de semana más personas saldrían y no tendríamos que estar tanto tiempo detenidos en la parada de transporte. Lo que provoco que llegáramos con 15 minutos de retraso. —Perdón chicos, el transporte venia muy lento— nos justifico cuando tenemos frente a nosotros al cumpleañero y a los chicos.

—No se preocupen chicas, por cierto. Ambas lucen hermosas—nos alaga Sebastián, con Isabel tomamos asiento al lado de Mauricio, ya que las mesas consisten en el circulo principal y dos medios círculos que sirven como asientos y que están con aberturas en los extremos de arriba y abajo para poder pasar. —Con Rodrigo y los demás propusimos en dividirnos en equipos de 2; obviamente Rodrigo con Guadalupe, Mauricio e Isabel y por último, Camila y yo—dice y no se que pensar al respecto sobre esto—Claro, si están de acuerdo—nos dice.

—Yo no tengo problema—dice Isa.

—Yo tampoco—respondo casi de inmediato.

—Siendo así, vamos de una buena vez por nuestros zapatos—pide Sebastián.

—Espera—le pido bajito para que los demás no lo escuchen, antes de que avance junto a los demás. —No se jugar boliche, es la primera vez que tengo oportunidad de estar en un lugar así—le confieso.

—No te preocupes— responde simple—Yo te enseño y te aseguro que seremos los ganadores—responde.

—Gracias—exclamo aliviada.

—Sus zapatos chicos—nos dice Guadalupe entregándonos pares para los dos—¿Del no 04 verdad Camí? —pregunta y respondo con un simple si, para después agradecerle—

Los primeros en pasar son el equipo conformado por Guadalupe y Rodrigo, que, para mala suerte de nosotros, tiran todos los pinos a la primera. Mauricio e Isabel corren con la misma suerte y es turno de Sebastián y yo de pasar.

—Mira primero como lo hago—me pide y se ve que tiene bastante practica en este juego, ya que derriba todos los pinos y la fuerza que le da al tiro es menor que la de los chicos. —Ahora toma tu la bola— me pide y camino hasta la zona donde aparecen las bolas de boliche, tomo una de color naranja y a pesar de que esta algo pesada; logro sujetarla bien—Colócate en esta línea punteada, se le conoce como línea de lanzamiento—comienza a explicarme—Apóyate en tu pie derecho—pide y se coloca a un costado de mi tocándome la cintura—ahora inclínate un poco hacia el frente— pide y lo hago—¡y lanza! — exclama y me da un leve empujón y lanzo la bola.

Como era mi primer tiro, esperaba que se fuera por la canaleta, pero por suerte logro conservarse dentro de la pista y aunque no hizo “chusa”, si logre tirar en su mayoría los pinos

—¡Eso es Camí! —exclama feliz Sebastián y me abrasa alzándome un poco del suelo, al parecer esta más feliz que yo—¡Prepárense para perder! —les dice hacia los demás.

Como vuelven a empezar los turnos; con Sebastián tomamos haciendo en nuestra mesa, por mi parte empiezo a comer nachos mientras que el muerde su hot-dog.

—Gracias por enseñarme a jugar—le digo tratando de entablar una conversación.

—No hay porque, además eres una excelente estudiante—contesta.

Dejamos de hablar y cada quien se concentra en los que esta pasando a su alrededor, como es el turno de Rodrigo de tirar la bola, estamos atentos a si vuelve a lograr una chuza, si se equivoca, quedaríamos en igualdad de condiciones con ellos.