Capitulo 2 •El Refugio De las Primeras respuestas •

Apenas Bajo del Autobús,Lyra sintió el golpe del aire frío en la cara. El pueblo la recibió con calles adoquinadas, faroles encendidos y una bruma que parecía deslizarse entre las sombras. Se abrazó a sí misma, y fue entonces cuando notó que en su mano solo estaba la libreta.

su mochila. No la tenia.

Miró hacia atrás, pero el autobús ya había partido, tragado por la curva del camino.

Suspiró con resignación. Al menos tenía la libreta. Esa pequeña y algo desgastada libreta que la había acompañado desde que empezó a escribir sin entender del todo lo que ponía. La abrió mientras caminaba. Las páginas tenían letras, símbolos, dibujos que parecían surgir en momentos de trance o sueños extraños.

Y ahora, con la mente todavía tambaleando por la visión de ese ser oscuro en su sueño, los símbolos parecían moverse, respirar.

"Tengo que encontrar una biblioteca", pensó. O algún lugar donde pudiera investigar qué significaban esas marcas.

Al mismo tiempo, sintió el peso de la realidad cayendo le encima: solo llevaba la ropa puesta y la libreta. La mochila, con el resto de su ropa, se había ido con el autobús. Ni siquiera tenía algo para dormir.

Las calles estaban vacías. Las luces temblaban con el viento. Caminaba absorta, sin notar que unos ojos la seguían desde la oscuridad. Algo -alguien- la observaba desde el borde de la plaza, inmóvil.

Fue entonces cuando sintió una mano en el brazo.

-Uy,Cuidado,Niña!

Lyra se giró de golpe. Frente a ella, una mujer mayor con una bolsa de manzanas la miraba con una mezcla de sorpresa y preocupación. Tenía el cabello blanco recogido y un abrigo grueso de lana. Sus ojos eran agudos pero cálidos.

-Perdon - Murmuró Lyra,temblado un poco.

-Estas perdida. ¿Estás bien?

Lyra Dudo, asintiendo sin convicción.

-No sos de aquí,¿verdad?

-Recien llegó. No tengo donde ir.

La mujer la miró con algo más que curiosidad.

-Vas a venir contigo. Nada de andar sola a estás horas

-¿No es seguro?

-No por los ladrones -Respondio la mujer,como si supiera exactamente a qué se refería Lyra- Hay cosas que no se ven,pero que igual están. Y en este pueblo las siente mas cuando alguien nuevo llega.

Lyra Trago saliva.

-Me llamo Doña Clara. Tengo una habitación libre no es un hotel,Pero tenés techo,una cama comida caliente.

Lyra asintió. Algo en la voz de la mujer, en su presencia tranquila, la hizo confiar.

Caminaron juntas por un sendero silencioso, hasta llegar a una casa antigua con un jardín descuidado y una puerta que chirrió al abrirse.

La habitación era pequeña, con paredes de adobe y una estufa que crepitaba suavemente. Lyra se sentó frente al fuego, envuelta en una manta gruesa que olía a leña y lavanda. Apretaba la libreta en su regazo, sin abrirla. Solo miraba las llamas, como si pudieran explicarle lo que sentía.

Desde la cocina llegaba el sonido de ollas y cuchillos. Doña Clara preparaba algo para cenar, moviéndose con calma. En un momento, se detuvo frente a la ventana. Observó la oscuridad del jardín y susurró, sin que nadie la oyera:

-Siento que tengo una conexión con esta chica...Pero mi memoria de señora mayor no sabe por qué.

Volvió al fuego de la cocina. Pero sus ojos ya no eran los mismos.

Algo había despertado.

— Nota De la Autora —

Gracias por llegar hasta Aca.

Est la historia nació de un suspiro,de una idea que no me dejaba dormir,de un viento que parecía susurrar desde el pasado.

"Viento de una memoria" no es solo una novela.

Es parte de mi alma.

Escribo con emoción,dudas,miedos y lágrimas...y mucho amor.

Si estaa leyendo esto,si te tomas el tiempo de acompañar a Lyra en su camino,te lo agradezco con todo mi corazón.

Este es el comienzó.

Porque a veces,recordar no es mirar atrás...

Es volver a encontrarse con quién una fue.

Gracias por estar del otro lado.

Gracias por leerme.

Gracias por sonar conmigo.

—Con cariño, la autora que creé que el también tiene memoria.