Ente símbolos y sombras

Capitulo 3 —Voces en la oscuridad—

Después de la cena, Lyra agradeció a Doña Clara por todo. Aún tenía la mente revuelta, pero su cuerpo pedía descanso.

—¿Puedo irme a dormir? Estoy alg cansada... —pregunto, intentando sonar tranquila.

—Claro que si,Hijita —Respondio doña clara con una sonrisa cálida— veni, te muestro tu cuarto

Subieron una escalerita crujiente. Doña Clara abrió una puerta de madera antigua, revelando una habitación sencilla, con una cama bien hecha y una estufa a leña que crepitaba suavemente.

—Descansa lo que necesites —Dijo la mujer ,y se fue sin más.

Lyra se dio una ducha rápida y se metió en la cama, aún con la cabeza llena de imágenes difusas: la figura oscura del sueño, la libreta con símbolos desconocidos, la sensación de ser observada. Se obligó a respirar hondo. A dejarse llevar.

Pero en cuanto cayó dormida, una voz surgió desde la oscuridad.

Un susurro ronco, en un idioma que no conocía, le dijo algo que no pudo entender... pero que sintió como si le perteneciera.

Como si lo hubiera escuchado antes, en otra vida.

Se despertó sobresaltada, con el corazón palpitando fuerte y la piel húmeda. Miró alrededor: la habitación estaba en silencio, apenas iluminada por los restos de fuego en la estufa. No sabía qué hora era. Sólo que esa voz le había dejado una sensación extraña, como si hubiese sido arrancada de otro mundo.

Se volvió a acostar. Le costó cerrar los ojos, pero finalmente el sueño la venció. Esta vez, sin sueños. Solo oscuridad.

°°°°°

Cuando despertó, el sol ya entraba por la ventana. Se desperezó con torpeza y el estómago le recordó que no había comido mucho la noche anterior. Al intentar levantarse, se dio cuenta de algo más: solo tenía puesta la ropa del día anterior.

Su mochila. Había desaparecido desde que bajó del autobús. Y en sus manos, lo único que conservaba, era la pequeña libreta gastada.

Bajó a la cocina con pasos lentos. Doña Clara la esperaba con pan recién hecho y una taza de café caliente.

—No tengo otra ropa,perdí todo..—Murmuro Lyra.

—Ya me lo imaginaba—respondio la mujer con naturalidad,mientras sacaba una bolsa con ropa limpia—. Tengo algunas cosas guardadas. De mi hija,que ya vive aqui. Fíjate si te queda algo cómodo.

Lyra se vistió con ropa ajena, pero limpia y suave. Se sentía un poco más humana. Comieron juntas en silencio, hasta que Lyra preguntó:

—¿Como se llama este pueblo?

Doña clara sonrió,como si esperaba esa pregunta.

—Atlauikan—Dijo—. Un nombre antiguo

Después de comer, Lyra salió. Sentía que necesitaba moverse, respirar aire, aclarar su cabeza. Caminó sin rumbo fijo, siguiendo las callejuelas empedradas del pueblo, observando sus casas de techos bajos y colores terrosos.

Finalmente, lo vio: un cartel al borde del camino.

> “Bienvenidos a Atlauikan” <

El nombre parecía murmurar algo al oído, como si no fuera la primera vez que lo escuchaba. Lyra se quedó parada frente al cartel, con el corazón latiendo un poco más rápido de lo normal.

El aire quedó quieto.

Demaciado quieto.

Y por un instante —solo uno— sintió que el pueblo entero la estába observando

•••

Gracias por leer este nuevo capítulo de Lyra Calder.

¿Quién susurra en los sueños de Lyra? ¿Y qué secretos esconde Atlauikan?

¿Vos qué creés?

¿Conciencia....o Destino ?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.