Capítulo 12 •La noche que no pedía permiso•

Narrado por Lyra (sueño incluido)

Soñe.

Y esta vez… no fue uno de esos sueños brumosos que se deshacen al despertar.

Esta vez, todo tenía peso.

Luz.

Recuerdo.

———

En el sueño – narrado por Elyra •

La casa dormía.

El vestido de novia colgaba en silencio, como un juramento que ya no era mío.

Yo me vestí con lo que encontraba a mano. Algo oscuro, simple. El cabello suelto. El alma… expectante.

Caminamos por senderos sin nombre, hasta llegar a una mansión cubierta de sombra y piedra.

Entramos. No encendió luces. La luna bastaba.

En una de las salas, junto al ventanal,había alguien más.

Elias.

Estaba de pie.

Tenía un libro en la mano, una expresión entre serena y triste.

Me miró.

Y algo en su mirada se quebró.

Cómo si no supiera si estaba viendo a mi...o a otra persona.

—¿La trajiste? —preguntó, sin sorpresa.

—Ella quiso venir —respondió él.

Nos miramos.

—Mucho gusto —dijo Elías, tendiéndome la mano.

—Elyra — Respondí.

Pero por la forma en que me miraba…

Ya lo sabía.

———

•Despertar —Narra Lyra •

Abrí los ojos de golpe.

El nombre seguía latiendo en mi boca.

Elyra.

No supe decir si había sido un sueño, un recuerdo… o algo entre ambos.

Solo supe que tenía que hablar con Elías.

Me vestí sin pensar. Salí con el corazón agitado.

El pueblo apenas despertaba, pero yo ya no podía esperar.

———

• Biblioteca — Amanecer •

Elias estaba ordenando papeles,como si el mundo siguiera igual.

Me acerqué.

—Tuve un sueño —le dije—. No era normal.

Vos estabas ahí.

Y una mujer… dijo llamarse Elyra.

Elias no se sorprendió.

Pero sus ojos bajaron, como si el peso de ese nombre aún le doliera.

— Conocí a alguien con ese nombre,hace mucho tiempo —Dijo al fin.

Y si...creo que también soñaba así.

Pero no soy yo quien tiene que contarte su historia.

No insistí.

No podía.

Su voz tenía esa pausa que no se rompe sin romper algo más.

———

• En casa — más tarde •

Subí en silencio.

Todo dentro de mí pedía respuestas, pero el mundo parecía resistirse a dármelas.

Y cuando abrí la puerta de mi cuarto...

La vi.

Una rosa blanca.

Sobre el diario.

Fresca. Delicada.

Cómo si alguien la hubiera dejado con las manos temblando.

Una nueva página estaba abierta.

No la recordaba.

No la había traducido.

Pero estaba ahí.

Y escrita con tinta suave, como susurro:

>" Me fui antes del beso Pero me quedé con todo lo que significa. " <

Me senté en la cama, el pecho agitado.

>No sabía si estaba recordando otra vida... O si esa vida me estaba tocando desde dentro...<

•| Nota De la Autora |•

Este capítulo fue… especial. Lo soñé, lo sentí, y después lo escribí. A veces las palabras no vienen de la cabeza, sino del corazón, o de esa parte misteriosa del alma donde vive la magia.

La aparición de "Elyra" no es casual. No voy a decir mucho más (todavía), pero sí puedo adelantarles que algunos nombres resuenan como ecos de otras vidas. Y que no todo lo que parece un sueño… es solo un sueño.

Gracias por seguir acompañando a Lyra en este viaje donde los símbolos,las palabras y las emociones laten más fuerte cada día.

Si llegaste hasta acá: te abrazo con el alma.

Tu lectura significa más de lo que puedo explicar. 💜

Con amor. — La Autora —