Entonces te olvidé

2.6 Fuego

La señora Kellam provenía de una familia con un alto estatus social, a pesar de nacer como beta, sus padres le brindaron la educación de más alta calidad. En cuestión de posición, no se quedaba detrás de ningún omega. Incluso pudo concertar un matrimonio con el descendiente menor de la familia Kellam solo basándose en sus habilidades y sentimientos entre ambos, ahora tenía un hijo incluso superior al de los hermanos de la familia.

Su orgullo por Carson era muy grande. Debido a su temperamento, nadie diría que desde niña siempre tuvo un complejo de inferioridad por nacer beta en una familia que por generaciones había tenido solo alfas y omegas, sin excepción, pero en el fondo temía dejar en ridículo a su familia si su primer hijo era beta como ella.

Por fortuna, su hijo no solo fue un alfa, era también uno con poder espiritual S+. Ni siquiera los omegas que la ridiculizaron de pequeña tuvieron hijos tan buenos como el suyo.

Su nombre era Myriad y ese día invitó a sus amigas para que desayunaran juntas mientras veían la transmisión de las evaluaciones de la Academia Militar. Ayer comenzó la primera fase, sin embargo, tuvo que atender a una de sus cuñadas que vino de visita, así que sólo hasta hoy vería el desempeño de su hijo. Estaba segura que alcanzaría a ver un par de horas de su hijo destacándose sobre sus compañeros. Entre aquellas personas a las que invitó estaban las señoras Amane y Ulliah, el señor Heggez y su mejor amiga, la señora Slyth. 

Si el renacimiento de Andy no hubiera generado los cambios de ahora, los cuatro estarían presumiendo frente a la señora Ulliah de cómo sus hijos serían grandes figuras en el futuro; porque incluso si los omegas eran mejores que los betas, seguían sin ser comparables con los alfas. Pero ahora Andy era también un estudiante de la Academia Militar, no tenían mucho que restregar.

—¡No saben la sorpresa que me llevé ayer! —exclamó la señora Ulliah, su tono era alto y agudo, lleno de orgullo no disimulado—. En esta ocasión mi hijo está en el mismo canal que los suyos.

El señor Heggez, el único omega masculino entre los presentes, asintió mientras recordaba que ayer también se enteró de ello.

—Así es, vi al pequeño André en el mismo canal, ¿no estaba en la clase 3?

La señora Ulliah movió su mano como para restarle importancia.

—Escuché que llamó a su padre para pedirle un favor, supongo que tiene algo que ver con eso.

En ese momento Myriad recordó lo que Winston le había contado sobre un nuevo omega en el grupo de su hijo.

—¿Entonces hay dos omegas haciendo el examen en la clase 1? —preguntó a nadie en especial.

Los cinco observaron con atención la pantalla holográfica, pero sólo identificaron a Andy como omega.

—¿Por qué lo dices? —la señora Slyth cuestionó a su amiga—. Yo no veo a otro omega.

—Ah, tu hijo me contó que uno sería transferido para el próximo semestre, supongo que no está haciendo el examen con ellos.

—Ya veo. Pero tu hijo... —De repente recordó que no todos aquí sabían sobre la fobia de Carson y corrigió sus palabras a mitad de camino—. Carson no... ¿No ha conocido a nadie últimamente? Ya sabes, he estado buscando a alguien adecuado para Winston, aunque siempre dice que no sabe en qué está interesado.

Al escuchar esto, la señora Ulliah recordó algo que su hijo comentó un día y su ánimo se disparó enseguida.

—¡Ah! —se dirigió a Myriad—. ¿Sabías que mi hijo sigue disponible? Desde muy pequeño siempre ha admirado mucho a Carson, incluso sospecho que fue debido a él que entró a la Academia Militar tan de repente.

Myriad se sintió incómoda ante el tema del compromiso. Cuando sus hijos eran pequeños, ella en realidad había considerado a André como su primera opción, entre su círculo era el omega más destacado; pero luego una cosa llevó a la otra y ahora no podía imponer a su hijo una pareja de la cual no podría estar ni siquiera cerca.

—Lo siento, le prometí a Carson que la elección quedaría en sus manos...

—Además, ¿no estaba el hijo de la familia Thum ya comprometido con él? —agregó Polett, nunca le agradó la señora Ulliah porque eran rivales comerciales de los Slyth, así que aprovechaba cualquier ventaja para hacerla ver mal.

Al notar que la señora Ulliah iba a protestar ofendida y que el resto se había sumido en un silencio incómodo, Myriad aplaudió para llamar la atención.

—¡Bueno! Hablemos de eso en otro momento, sigamos viendo la transmisión.

Entonces, todos guardaron silencio. Los que hace dos horas eran ocho recuadros de transmisión en el canal convergieron en uno grande y uno pequeño. Eran las 10:55 de la mañana, lo que significaba que quedaban cinco minutos para que todos estuvieran juntos en el punto de encuentro de la zona E.

Todas localizaron a sus hijos, pero Myriad se sorprendió cuando vio que Carson, quien ya estaba en el grupo junto a Winston, corrió en dirección a la zona B.

Las pantallas de visualización se volvieron tres. En la del centro, se veían los rostros igual de sorprendidos de todos los de la clase 1, a la izquierda los árboles pasaban en rápida sucesión y en la derecha un fuego estaba por apagarse.



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En el texto hay: bl, transmigracion, multiples mundos

Editado: 15.04.2024

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