Entonces te olvidé

2.11 Despertar

—El cuervo giró y cayó. Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz, supo que había regresado a su mundo.

Como ya era costumbre, Lewin leía en voz alta. La luz a esta hora era ideal y el clima en esta época del año también, los rayos del sol delineaban su figura con un aura dorada y su cabello le daba un toque más impresionante. No había quedado ninguna cicatriz en su rostro. Una beta suspiró con pesar, pensando que si fuera un poco más atractiva, podría pensar en cortejar a ese alfa tan amable que venía todos los días a entretener a los niños.

Desde que se graduó de la Academia Militar, Lewin aprovechaba su tiempo libre para ir al hospital antes de comenzar su servicio militar. La gente pensaba que leía a los niños, pero en realidad estaba leyendo para aquél que se encontraba al otro lado de la pared.

Carson y él solo se habían conocido por poco más de un día, así que no tenía autoridad para visitarlo como amigo o familiar.

Ya habían pasado tres años, pero él seguía dormido.

Al principio, lo tuvieron en una habitación especial en la mansión Kellam. Myriad lo cuidó y durante las vacaciones de verano Winston iba de visita. Lewin y Dean se le unían en cada oportunidad. A la señora Kellam le hacía feliz que hubiera más personas dispuestas a acompañar a su hijo durante este periodo de incertidumbre, conociendo el temperamento de Carson, sabía que le costaba hacer amigos.

Winston se preocupaba por su amigo. Dean se preocupaba porque Winston estuviera demasiado triste, siempre lista para consolarlo. Lewin tenía que fingir que no estaba demasiado triste, que solo se preocupaba en la medida en que lo haría alguien que solo le habló por un día.

Aunque para él cada día era una tortura, se sentía solo y todo lo que hacía no tenía sentido. A pesar de estar cumpliendo la misión principal del mundo, parecía una tarea vacía, como si sólo fueran acciones programadas en su cuerpo. Sin él, estaba desconectado del mundo.

El lado bueno, según el sistema, es que debido al accidente con el zerg, revisaron todas las grabaciones a lujo de detalle. Lo que hizo Andy fue descubierto, así que fue expulsado de la Academia Militar y se le dio una sanción disciplinaria a su familia; como tal, el castigo no fue mucho, el verdadero golpe estaba en la reputación de los Ulliah.

Durante este tiempo, Lewin hizo una doble especialización: en el área de batalla con mechas y la división de batalla en tierra; por su desempeño se graduó con honores. Justo el día de su graduación, acompañó a Winston y Dean a saludar a Carson. Los tres querían contarle a su amigo acerca de sus logros personales; porque sí, a pesar de que no habían interactuado en todo el tiempo de conocerse, Dean ya sentía que Carson también era su amigo, sobre todo porque sabía lo especial que era en el corazón de su mejor amigo, Hansen.

Cuando llegaron fuera de su habitación, el guardaespaldas que cuidaba dijo que no podían entrar por el momento, que estaban aseando el cuerpo del joven Kellam. Sólo que el sistema le dijo a Lewin lo que estaba pasando, ¡había un omega liberando sus feromonas en la habitación!

Se abrió paso, empujando al guardaespaldas al piso e irrumpió en el lugar. Golpeó a esa persona hasta que su rostro quedó irreconocible, todos estaban estupefactos, pero cuando la señora Kellam le agradeció, nadie cuestionó sus acciones.

—No te atrevas a dejar que me quede en esta vida solo, no podría soportarlo... —le dijo al oído ese día.

Muchas veces le había pedido que abriera los ojos, pero Carson seguía sin despertar.

Después de aquel incidente, despidieron al guardaespaldas que aceptó el soborno y encerraron al omega, era un tipo castaño que ya tenía una orden de restricción. En el futuro Lewin se enteró que este suceso significaba más de lo que creyó.

Había pasado un mes desde entonces y ahora Carson estaba en una sala de hospital para una mejor supervisión. Hoy era el último día que podría venir a visitarlo.

Después de terminar su lectura, Lewin llamó a Winston a través de su brazalete inteligente.

—¿Sí? —respondió Dean.

Lewin se sintió un poco avergonzado de interrumpir su cita, pero por esta vez, su amiga tendría que disculparlo.

—Estoy en el hospital...

—Entiendo —interrumpió ella, supo que ya había llegado el día—. Vamos para allá.

—Gracias.

—No es ningún problema.

Media hora después, la pareja llegó frente a la habitación donde Carson estaba monitoreado. Winston sacó su tarjeta de visita y los dejaron pasar. Aunque Myriad confiaba en Dean y Lewin, prefirió sólo darle la tarjeta al amigo de toda la vida de su hijo.

Dean y Winston se quedaron junto a la puerta, dando privacidad a Hansen.

—Hola —saludó por costumbre, sin esperar respuesta—. Mañana voy a irme, ¿sabes? —Se sentó a la orilla de la cama, jugando con los dedos de la mano de Carson explicó—, me asignaron a la frontera sur, se sospecha que los zergs se han puesto en movimiento, incluso hay especulaciones de que enviaron a un tipo lepidóptero ahí.

»No quería negarme, por esa zona está mi familia y siempre he pensado que cuando te preocupa el resultado de algo, es mejor hacerlo tú mismo. Así que estaré mucho tiempo por allá. No sé cuándo podré volver a visitarte...



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En el texto hay: bl, transmigracion, multiples mundos

Editado: 15.04.2024

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