Entonces te olvidé

4.4 Cuarto... No es un primer encuentro

Las bases de refugiados tenían reglas y un funcionamiento similar las unas con las otras. Al principio del apocalipsis, a las personas no les importaba mucho en cuál de ellas fueran aceptadas, lo importante era estar en un lugar que se considerara seguro.

Por supuesto, la principal razón por la cual los humanos sin habilidades pagarían de inmediato una tarifa irrazonable y estarían de acuerdo con reglas que los trataban peor que esclavos, era por esa creencia de que, aun si vivían en la miseria, la base los protegería de los zombis en el exterior. No podrían imaginar que en el interior había monstruos peores que aquellos de los que huían afuera. Porque, ¿quién imaginaría que cuando una base fuera atacada por hordas zombis de nivel dos o superior en el futuro, los humanos sin habilidades serían dejados atrás para "ganar más tiempo" y que los usuarios con habilidad o dirigentes de la base escaparan?

Aunque este no llegó a ser el caso de la base en ciudad B. Esto fue gracias a la alineación de cinco pilares formidables que la mantuvieron como la más segura y sobresaliente de toda China.

Un antiguo magnate de los negocios que dispuso muchos recursos para la construcción de la base, además, su hijo tenía una habilidad de tipo fuego que manejaba sin titubear. Un jefe de la mafia con habilidad de hielo, que proporcionó armas y municiones en cantidades insondables. La familia Xuan, que trajo sus tropas del ejército para proteger a los civiles en un primer momento y para apartar un trozo de poder cuando la construcción de la base acabó. El cuarto pilar era en realidad un hombre solitario, lo único que sabían era su apellido: Qiu; aparentaba unos treinta y cinco años, aunque los rumores decían que tenía casi cincuenta, sin embargo, la razón por la que su voz tenía peso en la base B era que manejaba un extraño poder llamado "destello", el cual, combinado con una velocidad amplificada en mil por ciento, lo hacía un atacante sigiloso muy aterrador, tanto para zombis como para humanos. Por último, estaba un joven al que nadie entendía muy bien, pero por el cual sentían un profundo respeto, su nombre era Zao Chun y, según lo que les contó, tenía una habilidad dual: predicción y almacenamiento espacial.

Lo que muchos ignoraban era que Zao Chun de hecho había reunido a tres de los pilares antes de que estallara el apocalipsis. El magnate, el jefe de la mafia y la familia Xuan. Habló con todos ellos, haciendo una demostración de su habilidad espacial y augurando el momento exacto en que comenzaría el fin del mundo. Por eso es que confiaban en lo que dijera y sus sugerencias estaban prácticamente aceptadas después de que salieran de su boca.

Esto Lewin lo sabía gracias a que 2-2 recuperó esa información, cosa que le pidió para corroborar qué evitar o qué hacer para llevarse a su padre de aquí. Según el curso original de los hechos, el centro de investigación en el cual se "desarrollaría" una vacuna contra el "virus zombi" se había conformado hace dos días. Esta velocidad era algo que Zao Chun solo se podía permitir porque en realidad no estaba haciendo ninguna investigación y esto era la pantalla de humo para que pudiera obtener más poder en la base y convertirse en el único pilar.

Después de que Lewin fue recibido en el área de espera, le explicaron las reglas de la base: los humanos sin habilidades ganarían un punto por hora de trabajo en el reforzamiento de los muros interiores y dos si trabajaban en los exteriores; también podían unirse a equipos de exploración para buscar suministros fuera de la base, siempre y cuando los líderes de esos equipos estuvieran de acuerdo, pero entonces los puntos generados por su desempeño dependían del líder.

A simple vista parecía un comercio por puntaje muy inocente, al menos hasta que veías que una comida otorgada por la base costaba quince puntos, lo que significa que deberías trabajar quince horas y solo obtendrías una comida al día; o arriesgarte a ser atacado por zombis en el muro exterior por ocho horas, también por una comida; o bien, ir junto a un equipo de exploración que, con muchas probabilidades, solo te usarían como carne de cañón.

Mirando a su alrededor, no muchos parecían notar lo que se ocultaba detrás del velo, la gran mayoría lloraba de felicidad porque al fin no tendrían que preocuparse por ser atacados por zombis.

Después de aceptar las condiciones y entregar los suministros como tarifa de entrada, fueron llevados a un área de observación. Era un espacio compartido con los usuarios de habilidad, quienes, a diferencia de ellos, estaban sentados en sillas o bancos. Lewin ignoró esta clara injusticia y se sentó las doce horas de observación en un rincón. Este proceso era para cerciorarse de que ninguno estuviera infectado y, en caso de presentar síntomas o la transformación completa, los guardias les dispararían en la cabeza con prontitud.

Lo último fue pasar por dos entradas. La de la derecha llevaba a los usuarios de habilidad directo a una plaza, parecía un lugar donde intercambiaban suministros o se reunían para pasar el rato. A Lewin le recordó cuando Gae lo llevaba a los tianguis de las zonas marginales en el imperio, las personas exhibían cosas que para ellos eran valiosas, esperando obtener algo que necesitaran más que los tesoros que no podían alimentarlos. Los dos disfrutaban de ese ambiente animado entre las personas, a veces platicaban felices y otra veces se ponían furiosos; no importa cómo se desarrollaran las cosas, apreciar las interacciones humanas era un lujo excéntrico que en el mundo moderno no se podían dar sin tacharlos de pervertidos o chismosos. 



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En el texto hay: bl, transmigracion, multiples mundos

Editado: 15.04.2024

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