Entra en mi corazon

3.

Mia se quedo congelada, ese hombre era capaz con solo una mirada de derretirla, estaba como para comérselo con un pantalón negro, una camisa azul cielo y una corbata azul oscuro, todo le quedaba como un guante, su cabello perfectamente cortado totalmente negro y sus ojos, era como mirar la noche oscura, el la vio cuando las puertas se abrieron, le hizo una inclinación de cabeza e ingreso, marco el botón para cerrar las puertas y se quedo del otro lado, Mia cerro los ojos, no podía evitarlo, los ascensores le daban mucho miedo, solo rogaba llegar rápido al primer piso, de repente todo se quedo oscuro, el ascensor se detuvo, Mia abrió los ojos desesperada, que estaba pasando, empezó a respirar agitadamente y a llorar, no veía nada, sintió que unas manos tomaban las suyas

Tranquila – le dijo el, Mia lloro y se aferro a su cuerpo – No te preocupes ya nos sacaran

Y si no, si nos quedamos aquí encerrados, o si caemos?

No exageres, pronto nos sacaran, debe ser una falla eléctrica – Cristóbal busco su celular en el bolsillo pero este se había quedado sin batería

El desespero de Mia fue en aumento, paso de unos sollozos bajos a unos gritos incontrolados según pasaba el tiempo, Cristóbal acariciaba sus brazos y su espalda reconfortándola, en un momento los gritos de Mia se volvieron insoportables y el la beso.

Al principio fue un beso duro para hacerla callar, y cuando ella quiso protestar y abrió su boca el aprovecho y metió su lengua, ella le respondió, al principio sorprendida, luego timina y por ultimo totalmente activa, acaricio su cabello y su cuello el emitió un gemido, y la acerco mucho mas a el, no había un solo milímetro de espacio entre sus cuerpos, el la recorría toda con sus fuertes manos y ella solo se limitaba a dar gemidos de placer, ella quiso separarse para tomar un poco de aire pero el se lo impidió, le exigía, le reclamaba mas y ella gustosa se entrego sin reservas, el abrió su camisa y se deleito con su cuerpo, sin dejar de besarse se desvistieron e hicieron el amor en el ascensor, cuando sus cuerpos estuvieron saciados Mia quería de verdad que el ascensor se desplomara, que había hecho, se había comportado como una cualquiera, había hecho el amor, no corrección había tenido sexo con un desconocido en un ascensor, se vistió rápidamente y se alejó lo mas que pudo, el Dios griego hizo lo mismo y no hizo el mas mínimo movimiento para volver a tocarla

Por lo menos ya estas calmada – le dijo el, y ella se imagino la sonrisa que debía tener en su cara

Eres un imbécil

Hace un momento no decías esos, es mas recuerdo que decías “así…”

Cállate

Porque tan grosera señorita Torres? – Sabia quien era, claro idiota su hermana te lo presento – Como puedes tratar así al hombre con el que acabas de hacer el amor

Sexo, tuvimos sexo, no hicimos el amor y ha sido el mas grande error de mi vida, no se como pude dejar llevarme

No te angusties, cuando las personas se encuentran en una situación de desespero pueden reaccionar de diferentes maneras, y esta fue una de las mejores según mi parecer

Como puedes hablar tan tranquilo, acabas de tener sexo con una desconocida, pude haberte contagiado una enfermedad

Claro que no, no eres de esas personas

Tal vez yo no pero… oh por Dios

Que sucede?

No usamos protección!! En ese instante la energía regreso y ella pudo ver el rostro del Dios, estaba inexpresivo, el ascensor llego al primer piso y las puertas se abrieron, Mia salió despavorida Cristóbal salió detrás de ella llamándola, ella no miro hacia atrás y se fue.

Cristóbal maldijo por lo bajo, la recepcionista lo miro asombrada por sus gritos llamando a Mia, se fue al parqueadero y se subió al auto, que le había pasado, golpeo el volante, como se había aprovechado de esa pobre chica en el ascensor.

Mia condujo hasta su apartamento, cuando llego se metió al baño, se ducho y lloro amargamente, que había hecho? Porque se había portado así, recordó las palabras del Dios griego y se reconforto un poco con eso, todo había sido producto de su miedo por los ascensores, con esa excusa se sintió un poco, solo un poquito mejor, ahora estaba el problema de la protección, no la habían usado y también busco una excusa, con una sola vez no iba a pasar nada, desde que Franchesco se había ido había dejado de tomar la píldora y jamás se imagino que iba a tener sexo tan pronto. Termino de ducharse y se dijo que tenía que olvidar todo, ahora las cosas habían mejorado y se iba a meter en la cabeza que eso fue un pequeño y delicioso desliz, por que a pesar de toda la culpa que sentía no podía negar que era la mejor sesión de sexo de su vida, ese hombre era el Dios que ella se había imaginado y la había dejado satisfecha en un instante, mas de lo que lo había hecho Franchesco en el año que pasaron juntos.

Se fue a la cama pero no pudo dormir, cada vez que cerraba los ojos aparecían unos inmensos ojos negros que la seducían y le hacían el amor sin importar en que sitio estuvieran, en uno de esos inquietantes sueños el dios griego la había hecho suya en un estadio de futbol, no lo soporto mas y se levanto de la cama, se hizo una cola de caballo en el cabello y se fue a la cocina, cocinar siempre le animaba, miro el reloj tan solo eran las 11, suspiro y se puso manos a la obra, horneo cupcakes de todos los sabores y colores, hasta el amanecer, aunque estuvo muy ocupada su mente no dejaba de revivir una y otra vez su encuentro con Cristóbal Mendoza y por mas que lo pensaba no encontraba la explicación a su comportamiento, ella no era una persona de demostraciones de amor esplendorosas ni de explosiones pasionales, tal vez por que nunca había sentido con nadie lo que el dios griego despertaba en su ser.




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