Capitulo 19
Se despertó en medio de una niebla, no distinguía absolutamente nada, su cuerpo se sentía liviano como si flotara en el aire, su mente estaba completamente despejada, no había preocupación, miedo ni angustia. Se incorporo y busco por todos lados, no había nada, grito llamando a Mia y a Daniel pero solo se escuchaba el eco de su voz, todo estaba en blanco, miro a todos lados ¿ que era esto? ¿Dónde estaba? No recordaba nada, como había llegado ahí y mucho menos lo que estaba pasando. Camino unos pasos pero no se veía nada al infinito, a lo lejos distinguió una silueta que se acercaba lentamente a el, pero no caminaba, parecía que levitaba, era… era un ángel de cabellos largos que… ¡no podía ser! Siara
- Hola Cristóbal – le dijo ella con una suave voz
- Siara – dijo quedadamente - ¿Dónde estoy?
- Estamos donde tu quieras estar
- ¿Estoy muerto?
- ¿Tu que crees?
- Si te estoy viendo, estoy muerto
- ¿Quieres estarlo?
- No, no quiero morir
- Me alegro, realmente no esperaba otra respuesta de ti
- Entonces ¿Dónde estamos? Si no estoy muerto ¿estas en mi mente?
- Ya te dije, estamos donde tu quieras, en tu mente, en tu casa, donde quieras
- ¿Y por que estas aquí?
- Al parecer estoy siempre en tu mente
- ¿Te molesta? – pegunto sintiendo por primera vez desde que estaba en ese lugar un poco de angustia
- No me molesta, me alaga, pero me preocupa que dejes de vivir tu vida por ese recuerdo
- No puedo olvidarte
- Y no te pido que lo hagas, pero quiero que guardes mi recuerdo como algo bello, no como un trago amargo que no te deja seguir
- Me siento culpable por tu partida
- No tienes por qué sentirte así, fue mi decisión, la vida me estaba devolviendo el pago de mis malas acciones, Camila no me obligo hacer lo que hice, yo tuve la elección de decir que no, y no lo hice; luego tu me diste la oportunidad de enmendar mi error, y nuevamente opte por seguir con el engaño, nada de lo que me paso fue injusto
- Lo que hiciste no merecía semejante pago, tu vida era mucho mas valiosa
- Tienes razón, pero como te dije, nuestras acciones en la vida tienen su costo, lastimosamente mi pago fue demasiado alto, y las cosas que pasan ya no se pueden devolver, hay que aprender a vivir con el resultado de ello, sea positivo o no para nuestras vidas
- ¿Que voy a hacer?
- Vivir Cristóbal, vivir intensamente, cada día, cada hora, cada minuto, dejando en cada uno de ellos tu alma, que valga la pena mirar atrás y te sientas satisfecho por no haber desperdiciado ni un segundo de tu valiosa vida, que cuando llegue el tiempo de partir te sientas orgulloso de todo lo que hiciste, y si no fue bueno, que valga la pena, que por lo menos saques una lección o te saque sonrisa
- Tu hermano no ha podido superarlo
- Tendrá que hacerlo, desafortunadamente sus acciones no lo han llevado a nada bueno y si sigue por ese camino no va a ser muy agradable, su vida no ha sido nada fácil y perderme fue el detonante de todas sus desgracias, el también se siente culpable por lo que paso y tiene que entender al igual que tu que la única responsable de todo soy yo, fue mi decisión
- Es difícil, sabes. Tal vez los que se van no sienten la misma angustia que sentimos los que quedamos con el recuerdo y el vacío
- Es la ley de la vida, no podemos hacer nada
- ¿Y que hago para seguir?
- Cada quien lo hace a su manera, lo mejor es pensar en lo bello que pasamos juntos, y en lo bello que puedes pasar con los que quedan
Cristóbal escucho unos ruidos como de sirenas acercándose
- ¿Qué es eso?
- Es hora de volver
- No quiero dejarte
- Tu y yo no pertenecemos al mismo plano existencial, tienes que dejarme ir
- Estoy enamorado
- Lo se, y me alegra grandemente, se feliz y amala inmensamente, no pierdas el tiempo pensando en cosas que solo suceden en tu mente, aviéntate sin reservas, te lo mereces
- ¿Me perdonas?
- No tengo nada que perdonarte, al contrario, te agradezco por mantenerme viva en tu mente todos estos años, pero como te dije, tienes que dejarme ir, estoy en paz y ahora tu también debes estarlo – Siara empezó a alejarse
- Espera, tengo que… - sintió una fuerza que lo alejaba de ella – Siara espera – Por mas que grito y lucho no pudo retenerla, Siara se alejó con una sonrisa cautivadora y el mundo nuevamente se volvió negro.