3.
Daniel tenía una llamada en el celular de Cristóbal
Marcela estaba del otro lado de la línea y cierra la llamada
- Que paso, por que no hablaste? – le pregunto su amiga Angela
- No.. no se – dice Marcela algo nerviosa, y no entendía por que – Me pareció conocida esa voz
- Pues obvio, era Cristóbal
- No era el, además, no esta bien, que me voy a poner a estar llamando a un tipo a invitarme a salir
- Ay amiga, tu eres caso perdido – le quito el celular a Marcela mejor me voy
- Si, ve y diviértete, yo me quedo otro rato aquí
Angela le da un beso en la mejilla
- Adiós – Ríe – diviértete tu también
- Aunque no lo creas, lo voy a a hacer Angela
- Lo dudo, lo dudo – Se va dejando a Marcela con una sonrisa en su rostro. Angela no la entendía, pero ella era feliz entre sus libros, pero en ese momento se distrajo al recordar la voz que le había contestado en el celular de Cristóbal, será que se equivoco y marco mal el numero, por que estaba convencida que ese no era su amigo, o tal vez, su voz por el teléfono era diferente? No podía ser, tenía que ser otra persona, esa noche seguro que soñaría con esa sexy voz
Daniel le entrego el celular a Cristóbal, no sabía por que pero había sentido un escalofrió al abrir la llamada, como cuando sientes un presentimiento, pero nadie hablo y se quedo con un sentimiento como de vacio, como si le faltara algo
- Quién era? – Le pregunto Jimena
- No lo sé y era de un número desconocido
- Devuelve la llamada – le dijo Cristóbal
- No, el que sea volverá a llamar – dijo Daniel levantándose de su puesto – creo que mejor me voy a mi habitación
- Ay no, por que? – le dijo Jimena
- Estoy algo cansado, sigan ustedes con su maratón – diciendo esto salió de la sala, se fue a su habitación y se tiro en la cama, tenía que pensar muy bien como decirle las cosas a Camila, no quería ilusionarla, pero realmente no encontraba la forma, le agradecía todo el tiempo que le había dedicado, pero no podía prometerle algo mas que una amistad, suspiró se acordó de la agenda que se había encontrado en el cementerio, se había convertido en su lectura de las noches, la persona que había escrito en ella desahogaba todos sus sentimientos, sentía que ya la conocía, sin saber realmente quien era. La busco en su mesa de noche y dispuso a leerla.
Al día siguiente en la mañana Angela tenía una resaca que no podía con su vida, Marcela sonreía para si, este era el escenario de todos los fines de semana, su amiga tomaba como si el licor del mundo se fuera a acabar, ella siempre le recriminaba
- Por favor, no me regañes Marcela, suficiente tengo con sentir que se me va a estallar la cabeza
- Tu te lo buscaste
- Si no fuera por que mi papa me obliga a estar aquí, ahora mismo estuviera en mi camita – La librería era del papa de Angela, su amiga le había insistido a su papa para que le diera el puesto a Marcela, el lo había accedido con la condición de que ella también trabajara ahí, tenía la leve esperanza que con un poco de responsabilidad, su hija, sentaría la cabeza, que gran decepción, Angela seguía igual de loca, pero era su mejor amiga. Era domingo y les tocaba hacer inventario
- No harías el sacrificio de acompañar a tu amiguita del alma – le dijo Marcela abrazándola
- Sabes que por ti haría lo que fuera, pero agradecería al cielo que este dolor desapareciera, además tu yo nos merecemos estar en una playa o algo mas cerca una piscina tomando el sol
- Angie, tienes razón, ya mi cuerpo me pide a gritos un poco de sol, hagamos planes para el domingo
- ¿Y eso? – le preguntó Angela sorprendida ¿Quieres mostrar tu escultural cuerpo?
- No, solo que me recordaste que hace tiempo no me bronceo
- Es que me das miedo cuando aceptas una de mis sugerencias
- Tranquila, no quiero nada, ni planeo nada, tienes razón, debo divertirme un poco, pero no tomando, una escapadita a nadar y tomar el sol es perfecto
- Muy bien, voy a planear todo desde hoy, por que conociéndote como te conozco capaz y mañana te me arrepientes
Daniel no había salido de su habitación, lo primero que había hecho ese día era tomar la agenda y seguir leyendo, cada vez le intrigaba mas la chica que había escrito esto, de verdad que sería muy interesante conocerla mejor, se acordó de ella y sonrió, Cristóbal lo encontró con esa tonta sonrisa en la cara
- ¿Qué haces primo?
- Pasando el tiempo. Escucha esto – lee de la agenda ”Llegaste justo al centro de mi corazón, invadiste mis sentidos, convirtiéndome en un receptor que actúa ante el más insignificante suspiro tuyo” ¿Qué tal?
- Que traga ¿De dónde sacaste eso?
- No me lo vas a creer – le dijo levantándose de la cama el ultimo día que estuve en el cementerio me choque con una muchacha, se le cayó todo y lo recogió muy enojada y dejo esta agenda, tuve un impulso y me la traje
- ¿Y estaba buena la vieja?
- …si, la verdad no me fije
- Vamos primo, ¿Cómo que no?
- Bueno si, es muy bonita
- Daniel, ¿Cómo que bonita? ¿Tenía buenas pechugas? ¿buen trasero? – le dijo señalando el pecho y el trasero
- Te dije que no me fije
- Bueno no importa – Intenta quitarle la agenda, Daniel lo esquiva
- ¿Qué quieres? – le dijo Daniel alejándose de el
- Tiene sus datos en la agenda?
- Si, aquí esta su teléfono y dirección – le dice a su primo señalando la agenda
- Vamos a buscarla con la excusa de entregarle la agenda – le dijo frotándose las manos como si estuviera maquinando la conquista del mundo
- No
- ¿Por qué no? Vamos a armar un plan de conquista
- Las conquistas no se planean, y no quiero que te pongas en “modo celestina”
- De conquista como amiga, ¿Qué pensabas?
- “¿Qué pensabas?” – le dijo Daniel imitando a Cristóbal Te conozco primo
- Bueno, como amiga, sería la oportunidad perfecta para hacer una nueva amiga o para que me hagas el dos a mi, si no te gusta a ti, puede que a mi si, ¿que dices?
- Que estas loco, no voy a perder mi tiempo, tengo muchas cosas que hacer
- Bueno, dame la agenda a mi, yo la busco
- No, ya pensaré que hacer. Ahora me voy, quedé con Jimena
- ¿Y también va la pesada de Camila? – le pregunto a su primo con mala cara
- Imagino que si
- Lamento decirte que ese plan se arruinó, lo van a dejar para el próximo fin de semana, para el cumpleaños de Santiago
- Uy, pero como esta pendiente del cuñadito – bromeo Daniel sabiendo lo mal que le caía Santiago a Cristóbal
- Ni me lo recuerdes, lo hago por Jimena, pero no paso a ese tipo
- Ve acostumbrándote, por que por lo visto esa relación va súper bien.