21.
- Tú no te puedes ir Marcela, no me puedes dejar – le rogaba Daniel a Marcela
- Entiéndeme Daniel, lo hago por ti, estas confundido, debes resolver esto, y yo no soy de mucha ayuda
- Pero te necesito a mi lado ahora más que nunca ¿No lo entiendes?
- Y tú has pensado en lo que yo necesito? ¿Crees que puedo estar tranquila a tu lado cuando sé que en tu casa te está esperando tu novia, a la que hasta hace pocos días reclamabas llorando? No Daniel, yo necesito alejarme, porque yo también estoy confundida, necesito aclarar mis pensamientos – Daniel la abraza
- Perdóname, no había pensado en lo que tu estas sufriendo con esta situación, es que no quiero perderte, te amo – Marcela se alejo de el
- Yo también te amo corazón – se acerco a el nuevamente y lo beso - pero desde apareció Martha Cecilia estoy en un caos completo, no sé qué pensar, que hacer – Daniel la abrazo
- No quiero perderte Marcela, sé que esta relación no ha sido la más normal del mundo, pero siento que mi vida no será igual sin ti
- Lo mismo siento yo, pero debes pensar en los dos, al igual que yo, tu también estas confundido
- Claro que no, yo tengo mis pensamientos bien claros – la tomo por los hombros y la miro a los ojos
- ¿Ah sí? O sea que ya sabes que vas a hacer con Martha Cecilia – Daniel le dio la espalda
- Aun no
- Ves? Necesitas pensar con claridad para tomar una decisión, y quiero que sepas –Daniel la miro- que sea cual sea la determinación que tomes, yo te voy a apoyar, solo quiero alejarme para que no tengas presión por parte mía
- Te amo
- Y yo a ti
Se dieron un beso intenso, desahogando todos esos días de caos, demostrándose en el mero beso sus sentimientos tan intensos, tan desbordantes y a la vez haciéndose promesas de amor eterno y sinceros in saber a ciencia cierta si serían capaces de cumplirlas, lo único que tenían en ese momento en el corazón era el amor que estaban percibiendo se estaba escapando como agua entre los dedos.
Cristóbal sintió que tenía acorralada a la supuesta Martha Cecilia, lo del lunar no era algo que pudiera ocultar, solo quería ver que excusa le iba a inventar
- Qué le paso a tu lunar Martha Cecilia?
- No te enseñaron que hay que tocar antes de entrar a una habitación? – le reprocho ella
- Por qué será que cada día me convenzo más que nos estas engañando?
- Mira Cristóbal, no que bicho te pico pero… - Cristóbal se acerco rápidamente a ella y la tomo por los brazos
- Por qué nunca buscaste a tu familia? ¿Por qué ahora parece que eso es lo que menos te interesa?
- Se te olvido que perdí la memoria?
- No te creo
- Es tu problema
- También el tuyo – se quedo mirándola fijamente, luego miro sus labios y no aguanto la tentación de besarlos, ella le correspondió al beso, pero Cristóbal reacciono y se separo de ella bruscamente claramente confundido - Me sorprendes Martha Cecilia, hace algunos años no hubieras permitido esto
- Eres un atrevido – le dio una bofetada, Cristóbal se soba la mejilla
- No me digas que no te gusto – Ella intento darle otra bofetada, Cristóbal le toma la mano antes que llegue a su objetivo y la acerca bastante a el
- Dime que no te gusto
- No, no me gusto – le contesto la joven entre dientes
- No te creo
- Ni aunque me pare en las pestañas me vas a creer, entonces, ¿para qué te tomas la molestia de preguntarme?
- Te estoy dando la oportunidad para que seas sincera
- Este jueguito me está cansando
- A mí también – la soltó, ella aprovecho para tomar una toalla que tenía cerca y cubrirse - Dime que es lo que estas ocultando
- No estoy ocultando nada, y por favor, retírate
- Voy a descubrir que es lo que te traes entre manos, te lo aseguro – Cristóbal
- Estúpido
Cristóbal salió de la habitación y se llevo las manos a la cabeza
Angela y Jimena seguían en la cafetería dándole tiempo a Marcela y a Daniel, Angela le había contado todo lo del viaje de Marcela
- No puedo creer que Marce se vaya a ir
- No te preocupes – la tranquilizo Jimena - seguro que Daniel la convence para que se quede
- No creo Jimena, aunque me duele mucho separarme de mi amiga, sé que si se queda va a sufrir un montón, es que esta es una situación para no creer
- Te entiendo, el pobre Daniel esta que no lo calienta ni el sol
- Es que no entiendo cómo es que esta niña está viva. No es que no me alegre que alguien esté vivo, pero ¿Por qué no se quedó en su tumba? Solo ha venido a perturbar
- No sé qué hacer para ayudar a mi primo, sé que quiere a Marcela y no quiere perderla, pero por otro lado esta Martha Cecilia y…
- Si, si, hasta hace unos pocos día aun la lloraba
- Realmente no puedo ni imaginarme lo que está pasando ahora mismo por su cabeza, debe de estar muy confundido – Daniel llego y se acerco a ellas
- Y Marcela? – le pregunto Angela
- Se va – le respondió triste
- No pudiste convencerla? – Esta vez le pregunto su prima, Daniel negó con la cabeza - Pero ¿Por qué?
- Lo mejor es que Marcela se vaya por un tiempo, esta situación la está afectando muchísimo – confeso Daniel – Y lo ultimo que deseo en la vida es verla sufrir mas, tal vez cuando regrese todo se haya aclarado