Entre amor, ilusion y mentiras

Víctor Tixier

No puedo decir que mi vida ha sido y es un infierno porque así nunca lo fue, no al menos antes de ir a vivir a casa de mis padres. Fui criado por mis abuelos de buena manera, como si fuera su hijo, me enseñaron valorar lo que tengo y apreciar lo poco, estuve con ellos hasta que cumplí 15 años, cuando fallecieron por causas naturales por su edad, al morir mi abuelo de un infarto a los pocos minutos le siguió mi abuela, así de unidos eran, automáticamente fui enviado con los que se dicen ser mis padres.

Las cosas cambiaron rotundamente, debía seguir unas absurdas reglas, no opinar nada y guardarme mis sentimientos bajo llave, me dolía mucho la perdida de mis abuelos que lloraba todas las noches, pero ese fue el detonante de furia para que mi padre me golpeara por primera vez imponiéndome ser un hombre frio y calculador, además debía cumplir con los estándares correctos de la sociedad en que se manejaban y sus malditas órdenes.

Lo único bueno fue, que mis abuelos me dejaron una fortuna, para mis estudios y empezar de cero cuando tenga la oportunidad, todo bajo secreto con su abogado, el señor Franco Vicencio, quien estuvo al pendiente de mi todo el tiempo y cuando me hice mayor, me ayudo a tener mi propia empresa, tengo miedo de que mis padres quieran un día quitármela como la casa donde crecí, solo para obtener dinero.

Hoy en día llevo casado con una mujer que no amo, ni conozco y si fuera poco nos ignoramos la mayoría del tiempo, recuerdo como si fuera ayer cuando me ordenaron casarme con ella y amenazarme con arruinar lo que he logrado obtener con tanto esfuerzo por sus malditas ambiciones.

Flashback

-Cariño, debemos hablar—mi madre hablándome de esa manera delicada y además visitarme a mi oficina, debe pasar algo grave.

-¿De qué quiere hablar? Por favor tome asiento.

-Bueno es algo sencillo y fácil de hacer, además te beneficiarias mucho— frunzo mi ceño al escucharla despreocupada portando su postura de elegancia como si fuera a cerrar un gran negocio.

-Soy todo oídos—la miro fijo y espero que me suelte lo que quiere, sé que anda en la vida solo por interés.

-¡Cariño, debemos organizar una boda maravillosa, quiero decirte de una vez que estaré a cargo de todo y se realizara lo más pronto posible!—chilla de emoción.

-¿Puedo saber quién se va a casar?—pregunto con un mal presentimiento.

-Pues tu mi amor.

-¿Qué? ¿Se puede saber con quién? Creo que…

-Con la hija de Mancini, el socio de tu padre, claro esta es una mujer bella, trabajadora, elegante, será una excelente madre, lo he visto en su educación—encima que me interrumpe, lo dice como si yo estuviera de acuerdo.

-No me voy a casar con una desconocida y además a quien no amo.

-Lo harás, está decidido—menciona con seguridad el imbécil que me engendro.

-Es mi decisión, soy mayor de edad— refuto con enojo.

-Si no quieres perder todo lo que tienes, es mejor que sigas lo planeado, dentro de una semana será la cena de compromiso—informa con orden.

-¿Sabes qué? Haz como te venga en gana—digo entre dientes y se ríe como si fuera el mejor chiste de su vida.

-Creo que mis padres no te dieron la mejor educación, pero todavía estoy a tiempo de demostrarte quien es el que manda aquí y de lo que soy capaz si no sigues mis órdenes, para nada te pague tu maldita carrera.

-Fue con el dinero de mis abuelos, quienes fueron mis verdaderos padres y sé que ellos no te dieron una vida llena de golpes y órdenes como tú quieres dármelas a mí—me agarra de mi saco con fuerza y me acerca a él.

-Es mejor que te calles y sigas lo indicado, si no lo haces, desde mañana sabrás de lo que soy capaz—me amenaza con gran enojo y yo lo desafío con la mirada.

Y de verdad vi de lo que era capaz, comenzó a ensuciar la mente de mis mejores clientes, de mis empleados, además de hacerme perder unos cuantos millones en daños y prejuicios de un supuesto empleado abusado del cual no tenía idea de que existía.

Fin flashback

Pero eso no es todo lo que ha pasado, ese día de la cena  de compromiso, salí a caminar temprano para despejar mi mente, conocí a la mujer más hermosa y agradable que había visto en toda mi vida.  

Fue algo extraño, sentía mi estómago revolotear al mirar sus ojos cafés, su linda y tímida sonrisa, esa conexión de nuestras miradas fue el detonante de que mi corazón latiera sin parar, no quería dejar de mirarla hasta que ella tropezó con alguien y vergonzosamente cayó al suelo, como buen hombre me acerque y la ayude a levantar, le invite un cappuccino y ella me invito el mejor pan de coco que había probado.

Flashback

Su sonrisa tímida y a la vez divertida no dejaba su rostro, sus mejillas estaban cada vez más sonrojadas ante mi mirada.




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