Entre Balas

Pagar Un Precio

—¿Y qué pasó después? — pregunto.

—Me fui con Justin a mi siguiente clase.

—¿Es enserio? — pregunto incrédula.

—No vengas con eso, sabes que me es fácil ilusionarme y tú no eres de mucha ayuda.

—Lo dice la chica que me ilusiono con el chico de la cafetería hace tres años y resultó que era gay— una sonrisa de picardía apareció en su rostro.

—Acepto la culpa, pero ya deberíamos de olvidar eso somos mujeres apartadas — dijo levantándose de mi cama y sentándose en la silla de mi escritorio a un lado de mi cama.

—Tienes razón — sonreí, pero temo que no salió tan sincera como esperaba. Fije mi vista en la funda blanca de mi cama como si encontrara lo más interesante del mundo de ella.

—No pienses en el — levante mi vista a Savannah mirando desde la silla de mi escritorio mirándome con reproche.

—No lo hago...solo estaba...pensando.

—En el — agarre la almohada negra a mi lado y se la lance, pero por mala suerte ella logro detenerla, la mire mal y ella sonrió en respuesta. Sentí la vibración de mi teléfono a mi lado y al revisar veo que es un mensaje de Adam.

De Adam:

Hay pastel de chocolate de postre ¿Quieres un poco?

Ya podía sentir el sabor a chocolate en mis pupilas gustativas.

De Nikki:

Voy corriendo.

Me levante y guarde el teléfono en mi bolsillo trasero de mi short.

—Debo irme, hay pastel de chocolate.

—No se supone que las porristas deben cuidar su figura — cuestiona ella mirándome y mordiendo la parte trasera de su lápiz.

—Mañana lo pago en el gimnasio, ahora enfócate en tu ensayo vuelo luego.

—Si es que Adam no te lleva a su cuarto — dijo mirándome con picardía.

—Mira quien lo dice — mis palabras hicieron que su sonrisa se esfumara y antes de que ella pudiera decir una palabra cerré la puerta detrás de mi creando una sonrisa de satisfacción en mis labios.

Recuerdo como si fuera ayer el día en que la encontré en su habitación con Justin encima de ella ambos sobre la cama. Pueda que siga siendo virgen pero no tan santa.

Luego de caminar un rato llego a la cafetería, me encuentro a todos los del equipo de futbol americano reunidos en una mesa entre risas comiendo lo que parece pizza. Veo a mi novio en medio de todos ellos con su linda sonrisa iluminando su rostro verlo con su chaqueta azul del equipo lo hace lucir aún más atractivo.

—¡Nikki! — me saludan todos al unísono al notar mi presencia.

—Hola chicos ¿Qué celebran?

—El entrenador dijo que merecíamos un premio — escuchó decir a Justin con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro.

—Elegimos pizza — todos aclaman para después volver a lo suyo. Miro a mi novio levantarse entre la multitud acercándose a mí con un mano detrás de su espalda ocultando algo.

Observe como sus notables músculos se contraían por cada movimiento que hacía, su cabello castaño brillaba gracias a la luz solar que el techo de cristal otorgaba y como sus lindos ojos café oscuro me miraban con picardía. Cada vez que intento buscarle algún defecto me es imposible. El capitán del equipo con una animadora, la perfecta pareja del instituto.

—Te guarde uno — dice mostrándome el pastel que ocultaba detrás. Le sonreí y traté de tomarlo, pero él no me dejo.

—Tienes que pagar un precio.

Su mano apareció en mi cintura y me atrajo a su cuerpo. Veo sus claras intenciones y me lo confirma el choque de aire mentolado sobre mi boca.

—Solo es un trozo de pastel.

—Sabes que me encanta buscar excusas para besarte cariño.

Su boca encontró la mía besándome con ternura atrayéndome más a su cuerpo si es posible.

—Eres... —beso —Un...—beso —Aprovechado.

El solo me sonrió. Por fin me dio mi pastel para luego sentarme junto a él en medio de todos los demás.

—Dame un poco — pide uno de los chicos llamado Tomas.

—No.

—Por favor.

—Ella dijo que no — de inmediato el recibe un golpe en la cabeza de parte de Adam. Tomas cubrió su cabeza mirando a Adam con una sonrisa juguetona. Ahogué una risa comiendo una cucharada de mi cremoso pastel.

—Mira a esos dos — miro a donde señala Justin y por sorpresa Tyler y el otro chico caminan peleándose entre susurros por el pasillo que va directo a la oficina de la directora.

—¿En que se habrán metido? — pregunta Adam para sí mismo.

Me pregunto lo mismo.

Adam toma mi muñeca y mira la hora en mi reloj.

—Bueno...debemos irnos — dice levantándose.

—¿A dónde van? — pregunto.

—A la junta de capitanes que Amy organizó y quiere a todo el equipo, además el chico nuevo me pidió una oportunidad para entrar al equipo.

—¿Quién?

—Se llama Dylan — el señalo a los demás que se apuraran y volvió su atención a mí.

—Disfrútalo cariño — sus dedos levantaron mi mentón permitiendo que sus labios encontraran los míos dejando un casto beso, por último, me guiño el ojo y se fue detrás de los demás.

Luego de terminar mi pastel caminé de vuelta a mi habitación donde me encontré a Savannah tirada en el suelo con papeles levantados sobre su cara.

—No entiendo como eso te ayuda a memorizar — ella me miró y sonrió.

—A mí me funciona excelente.

—Si ya terminaste podrías ayudarme con la tarea de cálculo — ella dispuesta se levantó y me acompañó al escritorio. Consigo una silla y me acomodo a su lado, la veo sacar su cuaderno tranquila.

—Parece que Dylan quiere ser parte del equipo de fútbol americano.

Como si fuera instinto su mirada voltea a verme.

—¡Lo sabía!... él te gusta.

—¿Qué? no

—¿Entonces porque tus ojos brillaron cuando mencione su nombre?



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En el texto hay: espias, amor, amor amistad

Editado: 09.07.2020

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