NIKKI
Tomó un sorbo de mi refresco y disfruto de la vista del campo de fútbol americano frente a mis ojos con los chicos practicando mientras Savannah termina su tarea sentado a mi lado.
—Deja de hacer eso — se queja ella por el ruido que produzco al absorber de mi pajilla. La ignoré y seguí disfrutando de mi bebida.
A lo lejos veo a Adam quien me sonríe, le devuelvo la sonrisa y el vuelve a lo suyo.
—¿Quién está ganando? — pregunta Savannah con la nariz pegada al cuaderno.
— Están reclutando nuevos jugadores.
Fue entonces cuando vi a Dylan a lo lejos con el uniforme del equipo.
—No es cierto.
—¿Qué cosa? — Savannah levanta la vista y se da cuenta por si misma y creo verla sonrojarse.
—Mira quien se sonrojo — ella me miro mal para después volver a su tarea.
Me levanto hacia la cafetería y pedir otro refresco, la muchacha muy amable atiende mi pedido y en el momento en el que me lo entrega escucho esa voz a mi lado que debo decir ya no me sorprende encontrarlo así de repente.
—¿Te gusta el futbol americano?
Lo volteo a ver con una sonrisa sínica en mi rostro.
—Si, de hecho, mi novio es el capitán del equipo.
—Y tu una porrista... vaya cliché.
—¿Tienes algo contra mi relación?
Tyler no responde a mi pregunta, en cambio me da una última sínica sonrisa propia de el y se aleja en dirección contraria a la mía. Bufo, tomo mi refresco y vuelvo con Savannah quien ya a terminado su tarea y presta atención al campo.
—¿Apoyas el equipo Justin o el equipo Dylan? — preguntó con la clara intención de irritarla.
—Deja de decir esas cosas, tu mejor que nadie sabe que Justin es mi novio.
—Amiga... — dejo mi refresco a un lado poniendo toda mi atención en ella.
—Se que no eres de las novias infieles, pero sientes atracción hacia Dylan — apunto al chico que está en el campo y ella de inmediato baja mi mano -y eso no se controla y por eso te aconsejo que resuelvas tus sentimientos, si crees que es mejor intentar con ese chico y no romper la relación de dos años con Justin.
Ella me mira por un momento y luego voltea a ver al campo donde están esos dos chicos.
Se que será una difícil decisión para ella.
(...)
La noche cayo y llega el partido más importante del año. El estadio se llena a cada segundo ansiosos de ver el partido. La noche estaba fría y el traje de animadora no ayudaba a evitar un resfriado.
Mire a Savannah sentada no muy lejos y al verme me sonríe, le devuelvo la sonrisa que me salió forzada por el maldito frío.
Sin previo aviso las luces del campo se encienden avisando que el partido está a punto de empezar.
Amy nos señala para que nos alineemos para empezar, pero al ver nuestras posiciones en su rostro se dibujó una expresión de disgusto.
—Nikki ven aquí.
Me coloque en el lugar que me señaló a la par de Katherine.
—Y....Katherine — la señalo con su dedo mostrando sus muy evidentes malas intenciones — Tuve un poco más atrás.
Katherine la miró con tanta furia que podía sentir la mala vibra viniendo de ella. Su mirada luego se dirigió hacia a mí y me miró con irritación y disgusto antes de caminar de mala gana donde antes me encontraba yo.
El partido comenzó y yo ansiosa comencé a moverme para así producir calor y que la circulación vuelva a mis piernas.
Al fin y al cabo, termine sudando y aunque el instinto oponente era muy bueno logramos ganar. Todo el equipo se dedicó a celebrar abrazándose entre ellos mismo o besándose con sus novias. Con la mirada trate de buscar a Adam, pero no lo lograba encontrar.
Savannah apareció a mi lado abrazándome y tomando toda mi atención.
—Estás helada — comenta. Tiene razón, en ese momento el frío me volvió a envolver. Ella me presta su suéter quedándose con su blusa manga larga, jeans y tenis blancos.
Desearía estar vestida así.
—¿Has visto a Adam?
—No perdón, pero le voy a preguntar a Justin si quieres.
—No tranquila talvez este en los vestidores iré a buscarlo.
Encaminé a los vestidores y al ver las luces encendidas sentí alivio. Entre y de inmediato me arrepentí.
Amy está en sostén sentada a horcadas sobre el sin camisa.
Las lágrimas aparecieron sin aviso y no podía articular ninguna palabra. Era como si el mundo me cayera encima, el dolor en mi pecho es asfixiante, quería que me tragara la tierra.
En eso ellos se dan cuenta de mi presencia y cuando los ojos de Adam encuentran los míos fue cuando escuche mi corazón quebrarse. El empuja a Amy haciéndola caer al suelo y se levanta comenzando a acercarse a mí. No me moví, no sé por qué, pero quería escuchar su mentira.
—Esto no significa nada.
TÍPICO
Porque todos los malditos infieles tienen un patrón.
—Solo significa que me fuiste, infiel.
Me sorprendió la seguridad de mis palabras aun con muchas lágrimas derramándose de mis ojos. Mi tristeza se iba convirtiendo a furia a cada segundo.
—Cariño necesito que me escuches.
—¿¡Escuchar que?!... ¡Las primeras mentiras que se te vengan a la mente, ya fui lo suficiente estúpida para confiar en ti no voy a creer tus mentiras!
—Tu no entiendes.
—¡No claro que no entiendo, no soy una maldita infiel como tú!
—¡Necesitaba que alguien me satisficiera! — me callé cuando levantó la voz y solo lo quede viendo con los ojos lloroso —Necesitaba que me satisficiera lo que tú no me dabas ¿Entiendes?
—Entiendo que solo eres un típico hombre infiel ¡De muchos que hay en el mundo tenías que serlo también tú!
Sus ojos se volvieron llorosos, pero no iba a caer en ese truco, no tendré lástima por él.
—¿Cariño? — intento acercarse, pero lo detuve con mi mano y sentí asco al tocar la piel desnuda de su torso.
Editado: 09.07.2020