NIKKI
—¿Y vendrás para la fiesta de tus tíos? Creo que se verá mal si no estas presente en otra fiesta — suspiro con cansancio.
—También te extraño mama.
—Claro que te extraño mi cielo, no sabes la falta que nos haces falta — eso dibuja una pequeña sonrisa en mi rostro —Tengo que irme amor, espero llegues para la fiesta de tus tíos.
No logre decir algo más cuando ella colgó.
Esto debería ser rutina para mí, pero sigo esperando que esto va a cambiar.
Que seremos una familia otra vez y les importare más que el trabajo y nuestra posición social. La soledad que me ha hecho sentir el cambio en mi familia fue la más grande razón por a que acudí al alcohol y me volví alcohólica.
Temo que vuelva a hundirme en ese oscuro hoyo que espero mantener como solo una etapa de mi vida. Seré positiva y tendré esperanza que mi familia va a mejorar, agradezco que tengo a Savannah quien es la única persona que puede entenderme y ayudarme.
Tocan la puerta de mi habitación y entra Savannah emocionada.
—¿Estas lista? — pregunta y la miró con confusión.
—¿No me digas que lo olvidaste? — no digo nada ya que es obvia la respuesta —Vamos a salir con los chicos.
Al instante lo recuerdo. Dylan y Tyler nos invitaron a tomar algo esta tarde.
—Es verdad — digo sin ánimo y ella lo nota.
—¿Te llamo tu madre? — asiento a la vez que me siento sobre mi cama.
—Olvida eso amiga, disfrutemos un rato con los chicos ¿Quieres? — su mirada de complicidad me hizo reír.
Acepto la mano que ella me extiende y me jala fuera de la habitación camino a la cafetería fuer del instituto donde se supone que nos encontraremos con los chicos.
TYLER
Juego con mis dedos temblorosos sobre la mesa. Estoy nervioso, ansioso, con ganas de vomitar. No precisamente porque nos vayamos a reunir con ellas. Mi conciencia me carcome con el hecho de que no estamos siendo honestos con ellas.
Nuestro tío Mario está siendo aún más exigente con nosotros, y el hecho que se dio cuenta que hemos estado distraídos por ellas solo me molesta más.
Se que teníamos una misión, una maldita misión que en realidad no queríamos.
—¿Tyler? — pregunta Dylan quien esté enfrente mío al otro lado de la mesa.
—¿Hmm?
—Deja de estresarte quieres, encontraremos una solución.
Dylan es el chico paciente que piensa con calma, pero cuando se enfada parece otra persona.
Si fuera así de fácil, pero decido confiar en sus palabras.
Recuerdo cuando el tío Mario no solía ser controlador, en cambio era cariñoso y divertido. Tengo buenos recuerdos de mi niñez con él. Solía decirnos lo bonito que era el amor. Pero una noche eso cambio.
Ella lo engaño y lo abandonó. Lo que le hizo fue plantarle sentimientos de ira, odio y venganza. Ahora lo que el más anhela es vengarse.
El era soldado militar, pero tomó la decisión de abandonar el ejército y comenzó a enseñarnos todo lo que él nos pedía.
Se que Dylan y yo no nos parecemos físicamente en nada, pero mi padre lo adopto antes de morir. Tras su muerte pasamos a manos de mi tío.
El nos enseño a combatir, manejar armas desde temprana edad. Y nos hizo parte de su venganza. Ella le robo el sentimiento de querer amar, el planea robarle la fortuna que construyó a través del instituto.
Cuando conocí a la directora Petrova no imagine cómo alguien tan elegante y respetuosa como ella saldría con alguien como mi tío. Tal vez le gusto el Mario de antes.
El sonido de la campana que avisa cuando alguien entra y al oír sus risas se que con ellas. Dylan se endereza y se le ilumina la mirada.
—Hola — nos saludan ellas mientras se sientan a nuestro lado.
La cercanía de Nikki y su embriagante olor provoca que mis hormonas se alteraron. Quería enrollar mi brazo alrededor de su cintura y atraerla hacia a mí, pero en realidad no soy nada mas que un amigo para ella. Por más que quería acercarla, besarla, reclamarla como mi debía controlarme.
Observe como Dylan miraba a Savannah, como una joya preciada que temía perder la misma manera que siento hacia Nicole.
Las dos hacen sus pedidos y mientras yo y Dylan compartimos una mirada.
Sabemos que nuestro tío es muy peligroso y dejaremos que les haga daño. Haremos los que podamos para protegerlas.
Editado: 09.07.2020