Mis párpados parecían estar pegados. Quería abrirlos, pero no podía. Me removí y de inmediato siento lo adolorido e incómodo que está mi cuerpo.
—Despierta — escucho decir un sonido apagado que me obliga a abrir mis ojos y cuando se enfocan veo y siento la cercanía de Dylan.
Fui atrapada por sus hermosos ojos azulados. A él se le forma una pequeña y tierna sonrisa.
—Despierta hermosa, es hora de la acción.
Entonces vuelvo a entrar a la dura realidad. Él se aleja y yo me obligo a levantar mi adolorido cuerpo, definitivamente el auto no es la mejor opción para dormir cómodamente.
—No, me llames así — replicó y paso mis manos por mi cabello tratando de peinarlo un poco.
—¿Por qué no? Si eres hermosa — me sonríe mientras lo veo atarse sus zapatos.
—¿Me estás cortejando?
—Tómalo como tú quieras — dice para después salir del auto y cerrar la puerta.
Busco en el asiento de piloto y me doy cuenta que Tyler tampoco se encuentra ahí. Salgo del auto y los veo en la cajuela del auto y al acercarme realizó que están cargando armas.
La sangre se me torna helada mientras veo a Tyler cargar el arma y colocarle el seguro. El al verme me pasa el arma que es pequeña pero más grande que mi mano y pesa mucho que casi la dejó caer.
—Para tu seguridad debes aprender a disparar, no estaré salvándote a cada segundo.
—Pero yo no sé disparar un arma — me siento como una niña inseguridad.
—Pues él te va a enseñar a hacerlo — señala a Dylan quien está cargando su arma luego me mira y con un movimiento de cabeza me señala que lo siga.
Caminamos unos cuantos metros y realizó que hemos aparcado en un lugar muy solitario.
—¿En dónde estamos? — pregunto.
—En un lugar no muy lejos de donde podría estar Nikki.
Bueno esa información no me fue de mucha ayuda.
Él se detiene y me señala que me coloque al lado de él. Lo hago y él se mueve a mis espaldas. Ni me di cuenta en el momento que siento que toma de los brazos y acomoda el arma en mis manos.
—Siempre tómala con fuerza y seguridad — su voz al lado de mi oído provoca un delicioso cosquilleo en todo mi sistema nervioso.
—Mantén tu mirada fija a donde quieras disparar, pon atención al árbol que se encuentra ahí — veo hacia donde su dedo me indica y veo ese punto con atención
—Apunta y coloca el dedo en el gatillo — sus manos me ayudan a realizar sus indicaciones y hago todo lo que puedo por normalizar mi acelerada respiración. —Ahora — esta vez siento sus suaves labios cerca de mi oído —Relájate — trago duro y lo hago con ayuda de su aterciopelada y grave voz y el cosquilleo que me provoca —Dispara.
Apretó el gatillo, la bala sale disparada y da justo en el árbol. Veo el hueco en la madera atónita sin poder creer que yo hice eso.
—Ves, no es muy difícil — susurra por última vez en mi oído para después alejarse. Justo en ese momento no quería que se alejara, entre más cerca de mi mejor.
¡¿Pero qué estoy pensando?!
Recupero la cordura sacándome de ese trance de placentero cosquilleo y me pongo seria.
—Tienes razón, no fue tan difícil.
Me doy la vuelta sin verlo a la cara y vuelvo al auto.
Mis sentimientos por el no pueden ser más fuertes que mi cordura. El me engaño, me mintió quien sabe cuántas veces. No dejare que me engañe otra vez.
TYLER
Ahora sí.
Es hora de rescatarla.
Dylan y yo tenemos ya todo planeado, será fácil. Conocemos el lugar mejor que nadie, sabemos dónde hay una entrada y una salida. Savannah tendrá que estar afuera esperándola.
—¿Pero por qué no puedo entrar con ustedes? — pregunta ella.
—Tienes que sacarla lo más lejos posible Savannah — saco el mapa y lo acomodo sobre el capó del auto.
—Hay una gasolinera a medio kilómetro de aquí y en caso de que ella se encuentre herida hay un botiquín de primeros auxilios debajo del asiento de copiloto — le indico donde queda la gasolinera
—¿Tienes licencia de conducir no?
—Por supuesto que tengo licencia de conducir — espeta ella.
—Muy bien, la llevaras ahí y nos esperaran sin importar cuanto nos tardemos.
—¿Qué harán ustedes? — pregunta ella mientras Dylan termina de cargar las armas.
—Nos encargaremos de nuestro querido tío.
DYLAN
Mientras me le acerco ella me mira confundida. Sus ojos me miran con curiosidad, sus hermosos ojos, los adoro. Doy un respiro me tranquilizó y le entregó el arma en mis manos.
Ella la mira sorprendida y la toma nerviosa.
—Toda mujer tiene que tener una forma para defenderse — aun mirando el arma en sus manos sonríe, luego vuelve su mirada hacia mí y juro que mi corazón se detuvo un segundo al verla mirándome sonriente con sus brillantes ojos.
—Gracias — me agradeció.
—¿Puedo pedirte un favor? — la veo directo a los ojos y ella hace un leve asentimiento de cabeza aun mirándome con su curiosa mirada —Cuídate.
La comisura de sus labios vuelve a curvarse en una pequeña sonrisa.
Quisiera besarla.
—Lo haré.
Esta vez solo la veo alejarse. Vuelvo al lado de Tyler. Ya es hora de comenzar. Nosotros comenzamos a caminar con Savannah detrás siguiéndonos el paso. Al cabo de unos minutos hemos llegado.
—Es aquí — murmura Tyler.
Savannah lo voltea a ver a él y a mí como si fuéramos un par de locos que escaparon de un manicomio, porque solo estamos parados en el bosque rodeados de árboles. Eso es lo divertido y no logró esconder mi sonrisa.
—Espera y verás — Tyler se acerca a el árbol a nuestra izquierda y jalo de una rama específica que es realmente una rama metálica. Esta hizo que el suelo enfrente de nosotros se moviera. Dos pedazos de tierra se abren dejando ver que debajo hay unas escaleras metálicas guiando a un túnel.
Editado: 09.07.2020