Entre Balas

Sentimientos

SAVANNAH

Espere, espere y espere. Ya quería verla. Sabes que está bien. La ansiedad me está carcomiendo y caminar de un lado a otro ya no me está ayudando.

¿Será posible que ellos se la llevaron lejos de mi?

Agite esa idea de mi cabeza. Es la última oportunidad que les daré.

Entonces comencé a oír un ruido en la ventilación y segundos después acompañado de quejidos, sus quejidos. Una emoción de repente entra en mi sistema.

Una melena castaña aparece y cuando me ve su mirada se ilumina. Corrí a ayudarle a bajarse de ahí y en cuanto sus pies cayeron al suelo la abracé. Quería llorar, mis ojos se cristalizaban y las ganas de llorar no las controlaba. Ella está bien, mi mejor amiga está bien y eso es lo único que me importa.

Ella se quejó y cuando la vi tenía una expresión de dolor. Supongo que herida y recorrer una ventilación no le hizo ningún bien.

—Estas pálida — digo mientras acomodo un mechón de cabello detrás de su oreja, aun con los ojos cristalizados.

—También te extrañe — dijo ella mientras reía también apunto de llorar.

Limpio rápidamente mis mejillas húmedas y acomodo el brazo de ella sobre mis hombros, para así llevarla lo más rápido al auto.

—¿A dónde vamos Savannah?

—Al auto, tengo que llevarte a la gasolinera.

—¿Gasolinera?

—Luego te explico.

Como pude la metí a asiento de copiloto y lo más rápido que mi cuerpo me permitió. Pise el acelerador y dando rápidas miradas a mi mejor amiga quien parecía que estaba a punto de desmayarse a mi lado. Repase el plan como veinte mil veces en mi cabeza en todo el trayecto. Luego de unos quince minutos logre divisar la gasolinera a lo lejos.

Moví el hombro de Nikki varias veces para mantenerla despierta y me prestara atención.

—Nikki escúchame, ya llegamos — parqueo el auto enfrente de la tienda.

—Nikki — palpe dos veces su mejilla obligándola a abrir los ojos.

—Tengo hambre — la oigo murmurar. Lo puedo confirmar por el ruido que su estómago hace, noto entonces que si está más delgada de le última vez que la vi.

—Voy ir por medicinas y comida okay, mantente despierta por favor — débilmente asiente con la cabeza.

No aguardo un segundo más y salgo disparada a la tienda. Estoy demasiado nerviosa para pensar de manera clara, sé que parezco loca por la manera que las pocas personas me miran. Agarro todo lo necesario y pago rápido.

Cuando abro la puerta de copiloto ella estaba con los ojos cerrados. Agarro el bote de agua helada y se lo tiro encima logrando sobresaltarla.

—Toma un sándwich y tus papitas favoritas, come — después de entregarle a la comida corro devuelta al asiento de conductor y enciendo el auto.

—¿A dónde vamos? — pregunta ella abriendo la bolsa de papas que le di.

—Lejos de ellos.

()

—¿Por qué huimos de ellos? No entiendo.

—Nikki entiende que en primer lugar fue por culpa de ellos que terminaste secuestrada ahi.

—Pero me salvaron — me estaba comenzando a enojar, ellos fueron quien nos hicieron daño desde el principio.

—Solo solucionaron el problema en que nos metieron - trato de mantener mi mirada fija en la carretera.

—Lo amo Savannah — piso el freno de un tiro causando un rechinido agudo viniendo de las llantas, agradezco internamente que somos las únicas en la carretera a esta hora de la noche.

—Estas loca — pego mi frente a volante.

—No pude evitarlo, perdón.

—¡Enamorada! ¡Amas al hombre que nos mintió a los dos por mucho tiempo y que también fue el causante de que sufrieras un infierno en ese lugar! — ella permanece en silencio por unos segundos.

—Los sentimientos no los puedes controlar ni matar, te juro que no quisiera sentir lo que siento por él, pero es algo que no está en mis manos.

Sentimientos. 
Malditos sentimientos. 

 



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En el texto hay: espias, amor, amor amistad

Editado: 09.07.2020

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