El sonido de la máquina que monitorea mis latidos se vuelven presentes, el olor a alcohol entra a mis fosas nasales, el tubo extraño em mi nariz y la bata me indican que estoy en un hospital.
Odio los hospitales.
Me reincorporo con sumo cuidado porque la verdad mi cuerpo me duele al moverme.
Tuviste un accidente automovilístico genio.
A mi lado en la pared veo que Tyler está durmiendo en una incómoda posición sobre la silla. Mi garganta seca y carraspeo buscando algo para tomar. Veo que mi carraspeo lo alerto y cuando me ve despierta se levanta de un brinco.
—Estas despierta — dice y camina hasta sentarse a un lado mío.
—¿Tienes agua? — pregunto con la voz ronca.
El corre a la mesita donde se encuentra un jarrón con agua y vasos. El me pasa un vaso con agua que rápidamente tomo y siento el inmenso alivio al sentir el agua fresca atravesar mi garganta.
—¿Cuánto llevo aquí? — le pregunto al terminar de beber el vaso y entregárselo.
—Un día, sé que debes tener hambre — dice y va a buscar una garganta con un delicioso desayuno recién hecho —Tu madre lo trajo para cuando despertaras.
—¿Mi mamá está aquí? — acepto la bandeja y comienzo a devorármela, mi estomago pedía por comida.
—Acaba de irse, necesitaba descansar.
—¿Y qué les dijiste a mis padres?
—Les dijimos que íbamos a acampar para el fin de semana, y que tu ibas a comprar unos bocadillos, pero un borracho se estrelló contigo.
Veo mi pierna cubierta en un yeso mientras el termina de explicar.
—Nikki sé que esto fue muy difícil para ti — él se sienta a un lado mío — Y en parte es culpa mía, te quiero pedir disculpas.
—No es necesario — lo interrumpo —No fue tu culpa Tyler.
—Claro que lo fue — él toma una pausa —Mira tú eres libre de decidir lo que quieras, pero tengo que decírtelo.
Esta vez lo miro directo a los ojos.
—Me enamore de ti — bajo la vista —Mis sentimientos por ti si son totalmente sinceros, tal vez lo único sincero que te exprese y que hubo entre nosotros en el instituto.
Juego con mis dedos mientras los dejo terminar.
—Yo daría todo por ti. Pero claro que entiendo si tu quieres buscar otro rumbo.
Lo vuelvo a mirar a los ojos.
—De que hablas — pregunto.
—Si quieres volver a tu vida normal, seguir tu vida y sin yo en ella.
Sus ojos me dicen que está siendo sincero. Yo también tengo sentimientos fuertes por él. Se que me hirió y me mintió, Savannah tiene razón en que son peligrosos. Pero me hizo salir de mi zona confort, me salvo de mi aburrida rutina y despertó sentimientos en mí.
—¿Que le paso al su tío Mario — tenía miedo de saber la respuesta, pero no estaré tranquila si no sé qué paso con él? Tyler me mira y traga saliva aun sin despegar sus ojos de los míos.
—Yo me encargue de él, no volverás a preocuparte.
—¿Lo mataste?
—No, lo envié a la mejor prisión del país, tengo contactos — suspiro.
—Se que era tu tío — intento decir algo, pero el me interrumpe.
—Era un mal tío, y gracias a Dios me libere de el — dice mirando un punto a la nada.
—¿Me prometes algo? — pregunto y veo que sus ojos se iluminan.
—Lo que quieras.
—No más mentiras, odio las mentiras, tendrás que se lo más sincero conmigo.
—Lo prometo princesa — me sonríe con ternura.
—Entonces, si quiero que sigas en mi vida — le digo con una pequeña sonrisa.
Una enorme sonrisa se le dibuja en los labios y veo emoción en sus ojos.
—¿Sí?
—Si — rio.
Él se acerca a mí y besa mi mejilla, pero aun así no se aleja, sino se acerca a mi boca. Y con voz ronca pregunta.
—¿Me dejas besarte?
Suspiro y en vez de contestarte lo tomo de cuello y pego sus labios a los míos dándonos un tierno y suave beso. Luego de revolver placenteros sentimientos en todo mi cuerpo volvemos a vernos a los ojos.
—¿Ya terminaste tu comida? — pregunta cuando ve mi bandeja prácticamente vacía.
—Si — se la entrego y lo hace a un lado.
—Por cierto — el saco una bolsita de sus bolsillos —Tu favorito.
—Brownies — me emociono —Gracias.
—Savannah dijo que te gustaban — me dijo con una sonrisa y deposita un beso en mi frente mientras yo disfruto del postre con mis paladares gustativas.
—Hablando de ella ¿Dónde está? — pregunto.
—Salió con Dylan a desayunar, no tardan en volver.
—¿Con Dylan? — el ríe.
—Si con Dylan, ya resolvieron sus problemas.
Levanto las cejas sorprendida. Creí que esos dos no se volverían a ver a la cara.
—Toc toc — escucho decir y cuando volteo a la puerta veo a Savannah con una sonrisa en la cara.
—Las dejo solas — Tyler me sonríe por última vez y sale de la habitación.
—¿Como estas? — ella se acerca a mi tímidamente y ve mi pierna rota con tristeza.
—Estoy bien, mejor de lo que esperaba — sonrió —Pero yo necesito que me aclares una cosa, traviesa.
Ella nota mi tono divertido y se pone nerviosa por lo cual muerde su labio.
—¿Explicar que cosa?
—No te hagas, eres mi mejor amiga, suéltalo.
—Pues... — se sienta a mi lado y sus ojos se iluminan mientras habla —Hablamos, el me explico todo y dio que se sentía arrepentido, que no era su intención y que el sentía muchas cosas por mí.
—¿Lo perdonaste?
—Si — sonríe y al mismo tiempo se sonroja.
—¿Estas con él?
—Trabajamos es eso — ríe.
—Me alegro — le digo a mi mejor amiga mientras le acaricio el hombro.
Una persona entra por la puerta y la sonrisa en mi rostro se esfuma.
—Hola mama.
Puedo ver que tiene bolsas bajo los ojos. Y me mira con una alegría, pero se nota que está cansada. Nunca la había visto así, siempre esta arreglada y derecha tal como la empresaria que es.
Savannah me da una miradita y yo asiento indicándole que todo está bien.
Editado: 09.07.2020