Jane Martin
Cambios.
De eso se trata la vida, las personas tenemos que crecer y desarrollar habilidades, al igual que conocer a más personas y a olvidar a otras.
Es el primer día de las vacaciones de verano, el día más triste de mi mamá. Se cumplen dos años desde que mi hermano se fue de la casa y no sabemos nada de él, nunca hubo razones o eso era lo que pensábamos.
Vaciar mi ropero esperando encontrar un vestido acordé para la fiesta de esta noche. La primera del verano.
—Tenemos que ir a comprar ropa nueva — Dijo Mia, mientras miraba mi ropa.
Mia es mi mejor amiga desde que nos conocimos en los juegos infantiles de McDonalds.
—Lamento tener un pésimo gusto para la ropa.
—No dije eso, solamente que necesita ropa nueva. Casi siempre te pones la misma, la que no uses dónala.
—Por supuesto que sí mamá — le digo de broma y ella me avienta una camiseta morada en la cara.
—Ponte este, así espero que ligues esta noche.
Era un vestido negro con tela transparente en las mangas y en una parte del abdomen. Este vestido me lo regalaron en mi cumpleaños pasado; sólo lo había usado en dos ocasiones, Navidad y ahora.
—Lo que quieres es que ya no sea el mal tercio en tu relación.
—Te quiero, pero creo que necesitas un novio.
—Por ahora no quiero, no después de lo que pasó con Christian.
—¿Ese idiota qué? olvídalo, déjalo en el pasado, terminaron hace tres meses. Él vive su vida de mujer en mujer mientras tú aún lloras por él.
—Ya lo tengo superado, sólo que no quiero novio ahora.
—Sabes que siempre puedo presentarte a alguien.
—¿Tus amigos de tu mundo de lujo? no gracias. Son gente bastante grosera para mi gusto.
—Son encantadores cuando los conoces, pero cómo vas a saberlo sí cuando hay una fiesta de Mi mundo de lujo — hizo el entrecomillas con sus dedos — no quieres ir.
—Voy a las tuyas, los únicos que me agradan son Meg, Eduardo y Thomas.
—¿Y qué con Hugo?
—Bueno es un poco fastidioso.
Tomé mi ropa y me dirijo hacia el baño para tomar una ducha. mi música en aleatorio empezó a sonar.
Luego de una ducha, aplique crema en todo mi cuerpo. me puse mi ropa interior y el vestido. Me miré sorprendida al espejo, no recordaba que me quedara también el vestido.
—Te ves muy hermosa, Jane; por favor apúrate a arreglarte llamaré a Eduardo para que venga por nosotras.
Les contaré un poco de mi vida social. Mia Proviene de una familia de dinero, por lo que no vamos en la misma escuela, pero nuestra amistad mejora cada día. Mi mamá y la de ella al igual que nosotras se conocieron en las mesas del área de juegos; se llevaron muy bien. Mia Tiene amigos muy elegantes, idiotas y groseros, bueno solo algunos. En cambio, mis amigos del colegio solo son un poco tontos.
Me cepillo por última vez el cabello, aplicando en el aceite de argán y me rocié perfume. Fui a donde se encontraba Mia y ambas salimos de la casa; su novio ya nos esperaba afuera. nos montamos en el auto.
—¿Saben quién más irá a la fiesta de Gael?
—Los mismos de siempre, supongo — Mia respondió mi pregunta mientras miraba su celular.
Tuvimos un silencio por lo menos de un minuto — ¿sabías que regresó Carter Walton? — Eduardo rompió el silencio preguntándole a Mia, ella aparto la mirada de su celular.
—¿Enserio? Espero que haya regresado con una mejor actitud.
—¿Quién es Carter Walton? — pregunte.
—Un idiota egocéntrico con un orgullo enorme.
El tono de voz de Mia dejó claro que no le agrada ese tipo.
—¡Vamos, amor! Tal vez ya cambio y supero todo lo que paso.
—Fue un muy buen año sin él.
Habíamos llegado a la casa, el volumen de la música estaba bastante fuerte para mis oídos.
Al estar dentro nos reunimos con nuestros amigos.
—Hasta que llegan, pensaba que no iban a venir— dijo Meg acercándose a saludarnos.
Nos servimos unos tragos. Me gustaba que mis amigos y los de Mia se llevaran bien, a pesar de que en un inicio no se soportaban.
Entre risas pasamos un largo rato y empezamos a bailar. Sentí la mirada de alguien mientras bailaba, busqué al mirón encontrándome con Christian, quien baja las escaleras con una chica a su lado. Me miro por unos instantes y siguió con su camino.
—Que idiota al dejarte ir — hablo Thomas mientras me daba una vuelta.
—Creo que fue lo mejor, así podre ser la Jane de antes — el alcohol ya estaba haciendo que dijera idioteces.
—Aunque me encantaría que regresara la antigua Jane, creo que tu nueva versión me gusta más —Thomas también ya estaba más ebrio que nada.
—¿Seguro? —moví mi cuerpo acercándolo al suyo, su perfume llego a mi nariz.
—¡Al carajo!
Me tomo por la cintura y beso mis labios. No me juzguen, tenia ya una gran cantidad de alcohol en mi sistema.
Cuando nos separamos, note lo atractivo que era Thomas, lomas encantador era su sonrisa y sus ojos avellana.
—¿Qué hace el aquí? — escuche a alguien a mi lado.
Ambos nos separamos completamente y miramos al punto donde todos miraban, era un chico. No lo logre verlo bien por la culpa de mi vejiga.
Fui al baño. Hice mis necesidades y lavé mis manos. Miré mi reflejo en el espejo, todo estaba en orden; recordé el beso con Thomas y mi cabeza empezó a dar vueltas.
¿Qué estás haciendo, Jane? ¿Enserio quieres volver a eso?
Al salir del baño choque con alguien bastante alto, levante la mirada y me encontré con unos ojos azules muy lindos.
—Perdona — me separe para verlo mejor.
—Tranquila, yo tampoco te vi.
Si este chico era sexi, su voz lo hacía aún más.
—Soy Jane Martin.
—Carter Walton — tomo mi mano y dejo un beso en ella.