Conocer al famoso Carter Walton volvió más difíciles las cosas, para empezar, era demasiado guapo como para dejar de mirarlo. Mientras estábamos todos mis amigos reunidos en el patio de Gael; Él me había descubierto mirándolo, empiezo a pensar que eso le incomoda
—Vámonos de aquí — Thomas susurró en mi oído.
—Estamos muy bien aquí ¿ya quieres irte?
—Quiero estar contigo.
Aquí vamos de nuevo, el problema de mi relación con Thomas era que el mal interpretaba nuestro juego cuando estábamos ebrios. Creía que con un beso ya somos algo más, y lo más complicado es hacerle entender la triste realidad.
—Thom, por favor no quiero hacer esto de nuevo.
—Debiste pensarlo antes de actuar, Jane — Thomas se levanto y se alejo dejando un silencio en el grupo.
David se levantó de su asiento— ¿Por qué se va? — su voz dejaba claro lo ebrio que estaba — la fiesta apenas está comenzando, ¿Qué le hiciste Jane?
—¿Creen que es mi culpa el que se fuera? — pregunte indignada ante la acusación que por una parte era cierta.
—No te hagas la inocente, siempre que Thomas se pone así es por que lo dejaste caliente — la voz chillona y frustrada de Erika provoco risas de parte del grupo.
No dije nada, pero sabía que estaba sonrojada y más aún porque Carter me miraba mientras tomaba un trago largo de su bebida. Su mirada era un poco incómoda, parecía como si quisiera descifrarme; para evitar más vergüenza, Sali de ese lugar buscando a Thomas para ofrecerle una disculpa.
Busque por casi toda la casa, pero no había rastro de él, sospechaba que ya se había marchado. Tendré que hablar con él la próxima vez nos veamos.
—¿No encuentras a tu novio? — la voz de Carter se escuchó detrás de mí, sabía que era el por el olor de su perfume claramente caro.
—No es mi novio — respondí fastidiada.
—¿Quién eres Jane Martin? No eres una chica fácil, pero tuve que haberte conocido antes — escuchar mi nombre proviniendo de los labios de Carter me puso nerviosa y erizo mi piel.
—Lamento decirte que no, no sabia de tu existencia hasta esta tarde, así que dudo mucho que me conozcas desde antes.
—Estas mintiendo, guapa.
Al escuchar la palabra guapa aparte mi vista de el y note que algunas personas nos miraban.
—Piensa lo que quieras Carter. Me voy a casa.
Pase por su lado para salirme de esta maldita fiesta, pero el tomo mi brazo delicadamente para detenerme.
—Te llevare a casa.
—No es necesario puedo irme sola.
—No te estaba preguntando, no pienso dejarte sola en las calles a las once de la noche.
Era cierto, andar sola por las calles de noche no siempre era buena idea. Asentí con la cabeza y ambos salimos de la casa. Volteo para ver a Carter quien alejaba su celular de su oído, había finalizado una llamada.
Una camioneta de lujo color blanco se detuvo frente a nosotros, Carter me llevo hacia ella y me abrió la puerta de los asientos de atrás, el entro después de mí. La camioneta era muy lujosa por dentro, parecía como la camioneta de la madre de Mia. Un hombre uniformado conducía la camioneta, estaba bastante concentrado en el camino. Carter me pidió mi dirección y el se la informo al chofer.
—Lamento transbordarte en la camioneta de mi madre, me hubiera encantado llevarte n mi auto, pero mi familia insiste en tenerme vigilado y tuve que llamar al chofer.
Aunque no había pedido alguna explicación para esto, me entro la curiosidad de porque tenía que ser vigilado.
—A mí me gustaría hacerte una pregunta, Carter.
—Adelante, te escucho.
—¿Por qué tienes que estar en vigilancia?
Carter soltó una risita, su sonrisa era la cereza del pastel, era bastante encantadora. su sonrisa desapareció de pronto, mi nerviosismo estaba presente en todo mi cuerpo.
—Créeme cuando te digo que eso no lo quieres saber.
—Bueno al decirme eso solo despertó más mi curiosidad.
—¿Te parece si te lo cuento la próxima vez que nos veamos? — lamio sus labios rápidamente.
—¿Habrá una próxima vez?
—Por supuesto que la habrá, necesito volver a verte.
Nuestros ojos se miraron por un buen rato en silencio. El celeste de sus ojos era atrayente e hipnotizantes.
El auto se detuvo al igual que nuestra conexión de miradas, mire por la ventana; estábamos afuera de mi casa.
—Gracias por traerme, Carter — espere a que el me diera el paso para salir.
—Fue un placer, señorita — tomo mi mano y la beso lentamente por segunda vez en la noche.
Mi rostro seguro lo sentí caliente, Carter me abrió la puerta y salí de la camioneta, entre a mi casa no sin antes mirar por ultima vez hacia atrás. Él ya se había ido.
Esta noche fue diferente, no había respuesta alguna para saber si cruzar mi camino con Carter Walton era buena idea, pero eso lo descubriría la próxima vez lo vea.