Mi padre me dejo en la casa.
Cuando llegamos mi mamá nos estaba esperando en la entrada de la casa; Sali del auto y me acerque a saludar a mi mamá.
—Hola, mi amor —me abrazo.
Regresé con mi padre y le di un beso en la mejilla —muchas gracias por todo, te quiero.
—Te quiero hija.
Después de eso entre a la casa y mire por la ventana lo que pasaba con mis padres, sabia que estaba mal espiar a las personas, pero tenía bastante curiosidad.
Veía la forma en la que mi padre miraba a mi mamá, el aun sentía algo por ella, sus ojos brillaban. Mi mamá tenia una sonrisa perfecta. Al verlos de estaba manera me hizo desear regresar al tiempo de antes.
Ellos charlaban serios, ¿Dónde quedaron las sonrisas coquetas?; mi mamá le dio la espalda y el muy enojado se adentro al auto y se fue. Me dirigí a mi habitación.
Mas tarde, me dirigí a la cocina por un vaso de agua. Al regresar a mi cuarto, la habitación de Ian estaba siendo ocupada por alguien. Mi corazón empezó a latir rápido, mi cabeza daba vueltas y mi cerebro proyectaba mil recuerdos.
Al entrar me encontré con mi mamá sentada en la cama de Ian, mirando alrededor; su mirada se cruzó con la mía. Me tranquilizo el ver que esta vez no estaba llorando por decima vez en la semana.
—Te voy a pedir un favor hija. Solo por este momento escúchame y no digas nada.
Asentí y me senté en el sillón pequeño que Ian tenía en su cuarto.
—He pasado un año lamentándome por lo de tu hermano, que hasta me aparte de todo incluido tu padre, creo que eso es lo que más lamento. El sigue con su vida y no pienso quedarme atascada en esta melancolía. Tu hermano tomo su decisión y la respeto, nunca lo busque por que el no quiere ser encontrado. Hija, estoy saliendo con alguien.
Muchas cosas pasaron el día de hoy; como primer lugar esta lo sucedido con Carter, en segundo ¿mi padre está saliendo con alguien?, y tercero la nueva persona en la vida de mi mamá. Una aparte de mi entiende que ambos quieran seguir con sus vidas, pero no acepto el que lo hagan sin lograr de superarse entre ellos. El motivo de su separación fue mi hermano y siempre lo voy a culpar.
Al día siguiente me levante a las cinco de la mañana, me aliste para salir a correr, Thom me mando un mensaje para vernos. Al llegar al parque; Thom me esperaba en la entrada.
—Hola Jane, tenemos una conversación pendiente.
—Hola Thomas, yo estoy muy bien gracias por preguntar.
—Lo siento, linda. Tengo muchas cosas en la cabeza.
Ambos a trotar y me contaba lo que pasaba.
—Pensé mucho en decirte esto o no, y tampoco quiero que creas que soy un chismoso o algo así.
—Al punto, Thom.
—Déjame terminar —hizo una pequeña pausa —Christian está en problemas.
—¿Qué clase de problemas?
—Lleva bastante tiempo en eso. Esta en las carreras.
Eso basto para que parara y mirara a Thomas con los ojos abiertos.
—¿Qué?, yo creía que él no ¿Cómo lo sabes?
—Porque fue a pedirme dinero. Necesito que vallas a hablar con él.
—No, no es mi problema el que tu le prestaras dinero que él cree que es regalo.
—Fue muy tonto de mi parte, pero él tiene que dejar de hacer eso. Se pone en riesgo.
—No, Thomas no hare nada, el decidido mantenerme alejada de su vida, no volveré a eso.
—Lo creas o no él te necesita.
—Pero yo no lo necesito a él.
El celular de Thomas empezó a sonar.
—Me tengo que ir; Erika va a darme algo si sabes a lo que me refiero. Si cambias de opinión mantente al tanto, y mas si vas a las carreras no quiero que valla sola.
Asentí y el acelero su paso. Trote de nuevo llegando a la zona de juegos y tome asiento en una banca; ¿en que estaba pensando con salir a correr?
—Sabes que no tienes buena condición.
Volteo a donde proviene esa voz y me aterra al ver a una persona encapuchada sentado en la banca de junto.
—¿Quién eres?
—¿Tanto tiempo ha pasado desde que no oyes mi voz?
Me acerque a él, sus facciones eran fáciles de reconocer.
—Christian.
—Bonita.
—¿Qué demonios te paso? —le quite la capucha, dejando ver golpes, su labio aun sangraba.
—Una pelea, no tienes de que preocuparte.
—Christian sabemos que no fue solo una pelea, ¿Quieres hablar de las carreras?
—¿Quién te dijo?
—Eso no importa; pensaba que no querías ser igual a él.
—El mismo me arrastro a esto.
—¿Solo te golpearon?
—Si, aun no llega la tortura creo.
—Aléjate de eso.
—No puedo, lo sabes. Además, estoy buscando a alguien a través de contactos de competidores y para saber de esa persona tengo que ser competidor.
—¿A quién estas buscando ahora, justiciero?
El solo sonrió y me miro —gracias.
—¿Por qué?
—Por intensarlo. Me llego el rumor de que Carter Walton tiene los ojos en ti.
—No, apenas lo conozco.
—No tengo el placer de conocerlo, pero quiero que le digas que sí te hace algo, terminara peor que cuando hay una derrota de carreras.