Entre Brisa y Huracán

6. El Beso

Carter se detuvo frente a mi casa.

—¿Estas bien? —dijo Carter sin voltear a verme.

—Estaré sola en mi casa, es todo.

—¿Me estas provocando, cariño? —Volteo a verme con una sonrisa coqueta.

—Ya quisieras, cielo.

—Ambos sabemos lo que queremos.

—Yo no estoy segura de lo que quieres, ¿Por qué me sigues buscando?, si lo que buscas es acostarte conmigo déjame decirte que no pasara.

—Yo no busco solo eso.

—¿Entones que es?

Él se quedó en silencio mirándome fijamente, sus ojos celestes brillaban, podía ver mi reflejo en ellos; me transmitían nervios, pero aun así te llevaban a otro lugar.

Recordé cuando estábamos en los probadores, deseaba que aquella mujer nunca nos hubiera interrumpido. Desde aquel día, lo único que quería era verlo todo el tiempo. La razón por la que preguntaba el por que me buscaba, era solamente para saber si sentía la misma atracción que yo. Sus acciones me gritaban que sí, un presentimiento decía que estaríamos junto, pero mi cabeza decía que no me ilusionara, el es de otra clase social y probablemente me rompería más el corazón.

Él se acercó a mí en un movimiento lento, su mano derecha acaricio mi mejilla con sutileza.

—Carter...

—¿Me darías el privilegio de besarte? —susurro a poca distancia de mis labios.

Sus palabras alegraron mi corazón. Asentí con la cabeza lentamente. Esbozo una sonrisa; sus manos ya estaban en mis mejillas, sentía el calor de sus manos. Cuando cerro los ojos, mire sus labios; al fin esos rosados labios me besarían.

Cerré mis ojos al sentir sus labios sobre los míos, mi corazón logro calmarse al igual que mis nervios. Era un beso lento, poco a poco empezó a subir su nivel; sus manos hicieron que nuestro beso se profundizara más, el beso ya no era lento, era apasionado, nuestros labios iban al mismo ritmo, su lengua jugueteaba con la mía. Era nuestro primer beso y se había convertido en el mejor de toda mi vida.

Ambos sabíamos que tenia que acabar de alguna manera, nuestras respiraciones estaban agitadas. Al separarnos junto nuestras frentes, aun tenia los ojos cerrados, hasta cuando nos separo fue cuando los abrí.

—Eres lo único bueno que me paso esta noche.

—¿A que va eso?

—Eso no importa, lo importante es saber qué pasara después de esto.

—¿Qué tienes en mente?

—Conocerte. Intentar algo más, eso es lo que quiero.

Sonreí, ningún chico me lo había dicho tan serio como él lo había hecho.

—Si...

Fue lo único que dije al notar que Christian se encontraba afuera de mi casa, mirándonos con cara de pocos amigos.

—Creo que tengo que irme.

—Después de esto no creo que pueda dejarte ir.

—¿Nos vemos mañana?

—Te mandare mensaje ¿de acuerdo?

Asentí y el me volvió a besar, esta vez me separé yo. No quería que Christian viera esto.

Baje del auto y Carter en seguida se marchó, no sin antes echar una mirada a Christian. Me acerque a él.

—¿Qué haces aquí?

—Solo quería asegurarme de que estuvieras bien, pero llego y te encuentro besuqueándote con ese imbécil. Era Carter Walton ¿no es así?

—Eso no te importa.

—¡Carajo! Claro que me importa, aun me importas ¡Maldita sea!

—Tú lo decidiste así.

—Es una de las cosas de las que más me arrepiento.

—Vete Chris, mi mamá no tarda en llegar y no estará muy feliz de verte.

No dijo nada, simplemente se marcho junto con su ira.

 



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En el texto hay: amor, amistad, amor adolescente

Editado: 09.08.2020

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